Cuentos completos

"Ir a alguna parte, de eso se trata."

Hempel es una escritora original, podría decir incluso que sus cuentos son raros, como rara les puede parecer a ustedes la razón por la que el libro me ha parecido una maravilla: algunos cuentos, muchos en realidad, me gustaron tanto que los muchos que no entendí, algunos en realidad, pensaba que debían ser aún mejores.

"Ese es el problema de la mayoría de la gente: que tienes que tratar con ella."

Hempel construye collages mediante la superposición de comentarios, escenas, diálogos y monólogos, pensamientos, imágenes que se van superponiendo unas a otras. No siempre estuve seguro de comprender correctamente la relación que guardaban unas partes de ese collage con las inmediatamente adyacentes o qué papel jugaban en el todo que conformaba el relato. El motivo del cuento, o bien surge por acumulación de detalles, asomándose poco a poco tras lo que aparece en primer plano, o bien se expresa, como un golpe en la mesa, en una frase directa que da todo el sentido a las otras muchas que la rodean. Hay que resaltar el gusto de Hempel por las frases rotundas, bellas, muchas de ellas crípticas.

"Dentro de mi cabeza hay un balcón roto desde el que me caigo de bruces cuando hablo."

"Cualquier vestido es bonito si está tirado en el suelo al lado de una cama."

"Le mandé un rebaño de palabras que levantaban a su paso una polvareda, pero no fue suficiente."

Después están los relatos cortísimos, de una página o dos, a veces de un solo párrafo. Pero no se crean que estos les ocuparán menos tiempo, de tan concisos necesitan un mayor reposo y varias relecturas en las que se hace necesario levantar la cabeza a cada momento. Y es que no siempre es sencillo llegar a ver el sentido de los relatos de Hempel, a veces crees que casi lo has conseguido, es suficiente: con Hempel uno se siente orgulloso de ser lector.

"La vida es dura, y después nos morimos".

Ya se podrán imaginar ustedes que los personajes de Hempel son gente con problemas, concretamente mujeres con problemas, con frecuencia en hospitales o lugares de reposo recuperándose de algo, enfermedades, accidentes, relaciones fracasadas, ausencias, madres. También hay casas enfrente de cementerios y muchos kilómetros recorridos en coches y en soledad.

"¿A qué gente se conoce aquí? Hay dos tipos entre los que elegir: aquellos que están hundiéndose y aquellos que no avanzan."

Pero no se crean que leerán algo deprimente, Hempel trata los dramas personales dotando a sus personajes de un ácido sentido del humor.

"No quiero conocer a hombres. Ya conozco algunos."

(Tras un pequeño movimiento sísmico) "Santo Dios, ¿ha sido eso un terremoto? El psiquiatra le contestó lo siguiente: ¿Te ha parecido un terremoto?"

"Estoy ganando peso porque he dejado de toser. Toser era mi manera de hacer ejercicio."

"Me imagino que existen muchísimas cosas que una debería procurar no tomarse como una cuestión personal. La falta de aparcamiento, el mal tiempo, un marido que se da cuenta de repente de que está enamorado de otra."

Hay hasta párrafos o frases que podrían ser relatos en sí mismos:

"Y entonces Jean contó una historia relativa al hombre con el que pudo haberse casado, algo sobre una cena que compartieron, cuyo argumento me pareció que podría resumirse de esta manera: las cosas empeoran antes de volverse espantosas."

"Las pastillas que se tomó eran mías. Me las recetaron porque no podía dormir. Con la misma amabilidad que siempre me mostró en vida, dejó una pastilla en el bote. Quizá supuso que me costaría trabajo dormir la noche en que la encontramos muerta. Nunca en mi vida dormí mejor."

Y eso que dicen por ahí que la traducción deja mucho que desear… a mí que me registren.