La química del amor no es mucho más diferente de
la hipótesis del amor, donde tenemos dos cosas en común: la ciencia con mujeres y el amor.
Una vez más,
Ali Hazelwood ha conseguido insertar en mi mente a una protagonista científica, la cual nos hace ver como es vivir en un ámbito laboral donde los hombres son los principales y las mujeres apenas son visibles. Con Bee como protagonista, he podido saborear comentarios impropios por ser mujer, pero también que sus grandes hazañas me hiciesen más ilusión que cualquier otra. Además, Bee es una gran admiradora de la famosa física
Marie Curie y eso nos lo hace ver al hablar en diferentes momentos de su vida, o de lo que haría ella en cierto momento y en otros momentos, por lo que he podido conocer mucho mejor a una física que aunque sé que fue de las grandes apenas sabía cuatro cosas de ella.
Siguiendo con el tema del mundo laboral de Bee, también se hace hincapié al tema de los exámenes de acceso a los posgrado, lo cual me ha parecido muy interesante. No sé como va esto en Estados Unidos y tampoco en España, para que engañarnos, pero al ver el punto de vista de los personajes y lo que cuenta la autora al final del libro, entiendo que se quiera intentar hacer una lucha contra este tipo de exámenes.
Y, ahora sí. Ahora os hablo del amor que hay entre estás páginas. Primero de todo es más que predecible lo que va a pasar, no voy a negarlo, pero es que la autora una vez más, ha conseguido meterme tanto en la historia, en los personajes y en las tramas, que me olvidaba al final que era más que obvio lo que pasaría entre los dos personajes principales. Ha conseguido engancharme a su prosa de principio a fin, con momentos de tensión que hasta algunas veces dudaba de si al final pasaría lo que debía pasar. He amado la mayoría de las interacciones entre Bee y Levi, aunque debo admitir que a veces los comentarios de Bee, sobre lo que ella suponía de lo que pensaba Levi, los odiaba porque eran más que obvios que no eran así. Suelen decir que los hombres no pillan este tipo de indirectas, pero es que en este caso es la mujer la que nos las pilla, y eso que en muchos casos parecían de lo más obvias, y no porque fuese la lectora, sino porque la propia protagonista nos cuenta tantas cosas de ellos que es más que obvio.
Aunque he odiado a Bee en algunos casos como lo que he dicho anteriormente, si es cierto que ha sido un personaje que al final me ha acabado gustando mucho. He empatizado con ella y me he metido en su vida como si nada, sintiéndome parte de cada momento crucial que hay entre estas páginas. A Levi lo he amado desde el principio y ahora quiero un Levi en mi vida. Ha sido un personaje, que lejos de intentar ser endemoniado al principio por Bee, ha sido imposible odiarlo porque se veía de lejos que lo que Bee estaba equivocada desde el principio. Además de ellos, tenemos a diferentes personajes secundarios, entre ellos Rocío, Kyle, Reike y Guy principalmente, que en general todos me han dado un toque de interés con sus historias y sus vidas.
Antes de terminar debo decir, y sin hacer destripar la trama, y es que en este libro también hay alguien malo. En este caso hace que haya algún que otro problema con la investigación. La verdad es que estaba tan metida en la trama de Bee, Levi y los personajes secundarios, que cuando al final se aclara lo que había sucedido y quién lo había hecho ya ni me acordaba de ese tema. Pero, admito que ha sido de lo más inesperado.
En resumen,
La química del amor ha sido otra novela de romance y de ámbito científico protagonizado por una mujer y con un hombre por ahí que ha hecho que amara cada momento de la trama, anhelando terminar la historia para ver como mis deseos entre ellos se hacían realidad, tanto laboralmente como personalmente.
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