"Lo importante eras tú, lo que sabías y lo que no, y el hecho de que hubiera estado castigándote toda tu vida por algo que no habías hecho. Y ahora ya no tenía forma de decirte que lo sentía."
|
"Lo importante eras tú, lo que sabías y lo que no, y el hecho de que hubiera estado castigándote toda tu vida por algo que no habías hecho. Y ahora ya no tenía forma de decirte que lo sentía."
|
A nadie le gustaba pensar en el hecho de que el agua de ese río estaba infectada con la sangre y la bilis de mujeres perseguidas e infelices; todos la bebían a diario.
|
Lo había sentido nada más despertarse. No se trataba tanto de una presencia como de una ausencia.
|
Y ese tipo de obsesión nunca termina bien
|
El río puede viajar al pasado, sacarlo todo a la luz de nuevo y regurgitarlo en la orilla a plena vista de todo el mundo. La gente, en cambio, no puede.
|
Frente a la entrada, imágenes de la Poza de las Ahogadas. Una tras otra, desde todos los ángulos y todas las perspectivas posibles: pálido y cubierto de hielo en invierno, con el acantilado negro y severo; o centelleante en verano, convertido en un oasis exuberante y verde; o apagado y silíceo, con nubes grises de tormenta en el cielo. Montones de imágenes que terminaban fundiéndose en una sola y que suponían un mareante asalto a los ojos. Me he sentido como si estuviera ahí, en ese lugar, como si me encontrara mirando al agua desde lo alto del acantilado, percibiendo ese terrible estremecimiento, la tentación del olvido.
|
"Los horrores que es capaz de concebir una mente son siempre mucho peores que la realidad"
|
Las cosas son como son, como siempre han sido. No pueden ser distintas
|
Malinterpreté por completo esa mirada. No era depredadora, era posesiva. No la miró como a una chica a la que seducir, a la que poseer. Ya le pertenecía. ¿Acaso había venido a por ella, para llevarse lo que era legítimamente suyo?
|
He pensado en lo raro que es que los padres crean conocer y comprender a sus hijos. ¿Acaso recuerdan lo que era tener dieciocho años, o quince, o doce? Te recuerdo a ti con diecisiete y a mí con trece y estoy segura de que nuestros padres no tenían ni idea de quiénes éramos.
|
En qué año fue publicada esta novela