El chico y el perro

"El chico y el perro" es una historia bonita y peculiar escrita por Seishu Hase. Busqué el libro en la biblioteca por las referencias que leí y he de decir que me gustó bastante. Está escrito con un lenguaje llano y claro, su protagonista principal es un perro con un objetivo claro que se nos descubrirá al final; mientras tanto, se va encontrando en su camino con diferentes personas con las que se crea un vínculo especial y una ayuda mutua.

Tamon es un perro vagabundo, que seguramente se quedó sin dueño tras un devastador terremoto y el tsunami que le siguió. Un hombre que va a comprar a una tienda se lo encuentra en la puerta, el perro está sucio y desnutrido y parece que necesita alguien que lo cuide; después de darle de comer y beber decide adoptarlo. Por el collar que lleva al cuello descubre que su nombre es Tamon. El perro es listo y está muy bien entrenado para vivir con los humanos, pero siempre mira hacia el sur; quizá su dueño tuvo que trasladarse a vivir al sur y el perro está intentando reunirse con él...

A lo largo de su travesía hacia el sur, Tamon vivirá cortas temporadas con otros dueños con los que establecerá una relación muy especial de compañerismo y lealtad, transformando su vida y ofreciéndoles aquello que más necesitan, pero siempre con la inquietud de seguir viajando hacia el sur y cumplir con su destino.

Una novela que se lee con facilidad y que te atrapa entre sus páginas, que recomiendo a tod@s, especialmente a las personas que han tenido la suerte de disfrutar de la compañía de un perro en alguna época de su vida.

¡Feliz lectura!

Delante de la puerta de un konbini, un hombre se topa con un perro. Rápidamente siente una atracción muy grande hacia el animal. Hay algo extraño en los ojos del perro, parece tener un propósito. Sus gestos y su mirada resuman inteligencia. Pese a no tener la mejor de las situaciones económicas, debido al gran tsunami que asoló Japón hace algún tiempo, decide socorrer al animal. Sabe que la opción de un perro callejero es la perrera y, posiblemente, la muerte. Pronto descubrirá que Tamon, como así indica que se llama el collar que lleva en su cuello, está buscando algo.

Lo primero que debe decir es que me esperaba algo totalmente diferente cuando empecé a leer “El chico y el perro”, en cuanto a la trama y como se desarrolla, y eso me chocó bastante de entrada. A ratos me gustó, y a ratos no tanto, pero es un punto que le da un toque diferente, eso seguro. No quiero decir mucho de como gira la trama, para respetar la propia sinopsis, y para no arrebatar la sorpresa, pero imagino que es algo que para según que lector pueda ser un detalle positivo y para otros, les quitará intensidad. Para mí sigo sin tenerlo claro.

Pese a la sorpresa de la que hablo, el libro aporta lo que promete, grandes dosis de ternura. Claramente es un canto a la figura del perro, la gente que se relaciona con Tamon lo trata con cariño, incluso se diviniza la figura de este como si fuera un dios protector, que salvaguarda a su amigo humano de todo lo malo. Un ser que protege y da suerte. Esto es algo que a veces he comprado y a veces no. Pero ya me explayaré algo mejor cuando hable de la parte mala.

Es, ciertamente, una historia bonita, de estas que se encuentran mucho dentro de la literatura contemporánea japonesa. Historias sencillas, dulces, con una gran carga emotiva, pero que se disfrutan como si fueran un paseo por un sitio agradable al que siempre vuelves. Es imposible no dejarse tocar la fibra por Tamon, sobre todo para los que compartimos nuestras vida con otros animales y no concebimos vivir de otra manera.

Sin embargo, ha habido cositas que me han restado y han perjudicado mi impresión final de la obra. Para empezar, está bien considerar a los perros como un ser que protege, es algo bonito relacionarnos con ellos expresando esa gran estima, pero cuando da la sensación de que el objetivo de su existencia es solo proteger al ser humano, ya el discurso es menos bonito. Deja de serlo de hecho. Tampoco entiendo mucho que un libro con claras intenciones de alabar la relación de amor entre personas y perros, añada personajes "agradables" que se dedican a cazar a otros animales como afición. Nuevamente el discurso se diluye. Especismo sin más.

El final tampoco me ha ayudado a ver lo negativo de otra manera, si no más bien a profundizarlo.
Aún así, no creo que sea un mal libro, es tierno y bonito, y hay una intención positiva de fondo, pero quizás me ha faltado ese poquito de algo más para que me terminara de enamorar. Eso, sumado a las cositas negativas, que no son muchas ni constantes, aunque estén ahí, ha dejado la historia en un "está bien, pero no mata". Me sorprende mucho que el autor escribiera hasta este momento sobre la yakuza y de pronto hiciera este libro. A ver si publican más cositas de él.

He de decir que he sido generosa con la puntuación que le he dado porque creo que los fallos que me he encontrado o lo que no me ha gustado no es en sí problema de la historia sino un fallo de traducción o algo por el estilo.
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Nos encontramos ante una historia con un punto en común, el perro.
Podría ser un libro de relatos completamente independientes si no fuera por esa conexión que hay entre todas las historias.
En cada una de las historias, el perro encuentra a una persona o una familia a la que ayuda a su manera.
Cada historia tiene un trasfondo bastante trágico, cada uno a su manera, y en el que el perro tiene un papel importante.
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Realmente todo gira en torno al vínculo que se crea entre personas y animales, en este caso el perro.
Un vínculo que va más allá de las circunstancias, el tiempo, o las dificultades de la vida.
Un vínculo en el que dar sin esperar nada a cambio, en el que la sola presencia es un apoyo y en el que la compañía alivia la soledad.
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Personalmente me ha gustado bastante pero hay unas cuantas cosas que, a mi modo de ver, podría estar mejor.
Por ejemplo, la narración es muy lineal e, incluso, repetitiva. No llega a profundizar en ningún aspecto y se queda corta a la hora de conectar con la historia.
En cuanto a cómo empieza cada capítulo, estoy de acuerdo en lo que cuenta @lu_y_sus_libros en su reseña, prácticamente empiezan todos igual, volvemos a ver cómo se repite.
Y en plena historia, en cada una de ellas, hay un momento, cuando le dan de comer al perro, que vuelve a ser muy repetitivo con el tema de cómo lo hacen para evitar que le de una torsión gástrica.
No sé si sea cosa del autor o de la traducción.
Por lo que he podido leer acerca del autor (he investigado porque me ha dado rabia) no es su género acostumbrado pero es un autor que no es novato, con lo que quiero pensar que sea cosa de la traducción.
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Aquí lo dejo. Si le dais la oportunidad, espero me contéis qué os ha parecido.
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Yo que convivo con dos perros he disfrutado de su lectura pero se me ha quedado corta. Esperaba más.

Los tres primeros relatos me parecen buenos y equilibran momentos duros con tiernos, además de tratar temas de yakuza combinados con episodios de vida cotidiana ajena a ese mundo. En todas partes hay gente buena y mala y sus caminos pueden cruzarse en cualquier momento. La vida es un camino espinoso en el que no siempre ocurre lo que se desea y las expectativas no suelen cumplirse.

Sin embargo, a partir del cuarto relato la obra se vuelve repetitiva, y es que hay tantas vivencias por representar como humanos en el planeta tierra, pero sería terrible querer narrarlas todas unidas por un mismo hilo conductor (en este caso, Tamon, el perro).

Hubo muchos momentos en que la narración se me hizo repetitiva y todos los relatos a partir del cuarto (incluido) empiezan de la misma manera: un perro sucio y desnutrido en la carretera, herido por un jabalí, al que recogen y llevan al veterinario para luego adoptarlo y cuidarlo durante un tiempo antes de que al nuevo dueño le sobrevenga una desgracia.

En alguna ocasión las repeticiones se daban en la misma página o párrafo. Incluso alguna que otra incoherencia (bañar a Tamon antes de meterlo en casa cuando tres páginas antes el veterinario lo había dejado lustroso).

Aún así, y pese al desenlace, creo que el último relato cierra la obra de manera digna: conectando presente y pasado a través de un post en internet al que responde un personaje del primer relato, aunque llega un poco tarde después de haber abusado el mismo recurso tantas veces.

En el fondo creo que Tamon solo pudo actuar como ángel de la guardia cuando dio su vida a cambio, y sólo eligió darla por Haruki, una persona inocente con toda la vida por delante.

Podría haberle puesto tres estrellas, pero después de pensar que el número de relatos que disfruté fue inferior al de los que me aburrieron por repetitivos, lo he dejado en dos.

2,5

Voy a tener una opinion un poco diferente sobre este libro. Es una novela que ha casi todo el mundo gusta, y lo ve como un libro super bonito.

La premisa de la novela no esta mal, es una historia de un perro que tras sufrir un terremoto en el lugar donde vivía con su dueño, se queda solo y a partir de ahí va a ir conociendo a diferentes personas, las cuales lo van a cuidar y va existir una conexión con ellos.

¿Que me ha pasado? me ha parecido un libro muy plano, muy repetitivo y para nada me ha parecido un libro muy bonito, el perro va pasando de persona en persona como si fuera una pelota, los capítulos terminan todos de la misma manera, ( una desgracia al dueño, y el perro se vuelve a quedar solo), y empiezan igual ( el pobre perro después de estar no se cuanto tiempo solo, aparece medio muerto y en el veterinario)...

La forma de escribir, me ha parecido muy sencilla y muy repetitiva, no me ha parecido un libro que no engancha que no se lee bien ni rápido incluso aunque sea corto... creo que para los amantes de los animales hasta se les puede hacer difícil.