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Leer a Ariana Harwicz no es fácil y no es para cualquiera. Esta advertencia es la que se repite cuando de ella se habla pero más que tratarse de una pretensión por parte del lector, se trata de una realidad con la que muchos se enfrentarán y más de alguno saldrá despavorido. Un matrimonio prosaico y una maternidad asfixiante son lo que nos encontraremos en Matate, amor. Narrado a manera de soliloquio a través de la mente de una mujer mentalmente perturbada iremos conociendo su ir y venir. Nos sofocaremos junto con ella al tratar de alcanzar una estabilidad emocional que no llega y que por el contrario, cada vez se vuelve más lejana. La protagonista ‘sin nombre' nos llevará por un camino turbulento en el que no pasará desapercibido su desprovisto instinto materno y en el que veremos con claridad los estragos de las exigencias sociales ante una mente lacerada. Y es en esa ausencia de nombre en donde nosotras las madres nos veremos reflejadas en algún punto de la historia, porque no importa si posees o no estabilidad mental, la maternidad es algo que en ocasiones te sobrepasa y te arrastra a un bordo en el que solo podrás contemplar el abismo porque claro, está prohibido saltar o ¿Quién cuidará del nene? Una lectura concisa y burda en donde conoceremos el día a día de un matrimonio disfuncional y una maternidad renegada. Una historia sin contemplaciones... Enlace: https://mitijuanalectora.blo.. |
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