Louis Waters y Addie Moore son viudos, vecinos y residentes en Holt, Colorado (parece una presentación del Un, dos, tres). Ambos viven solos, desde que enviudaron y es precisamente esa situación, lo que anima a Addie a hacer una propuesta, un tanto extravagante, a Louis. No somos conscientes de lo solos que están nuestros mayores y de lo que esto implica. El hecho de tener setenta u ochenta años no significa estar muerto y ser un mueble; al contrario, pueden llegar a tener más vitalidad que uno de treinta, quizás porque son conscientes de que tienen que apurar cada minuto como si fuese el último. El cariño, el respeto y la generosidad con los que Louis y Addie se tratan son conmovedores y nos dan una lección de vida. Conversar, pasear, cogerse de la mano...en definitiva, sentirse acompañado. Lo que ya no es tan estupendo es lo egoístas que podemos llegar a ser los hijos y el chantaje emocional al que somos capaces de someter a nuestros mayores. Cada uno tiene que vivir su vida y nosotros no debemos entrometernos. ¿Cuál es la edad adecuada para enamorarse? Cualquier edad es buena. Y la decisión es sólo nuestra, no compete a nadie más. "He decidido no hacer caso de lo que piense la gente. le he prestado atención durante demasiado tiempo...toda la vida. No pienso seguir viviendo así". |