No importa cuánta confusión y dolor se retorcieran en mis entrañas, nunca sería una tuza. Era el depredador en mi vida, no la presa. No iba a vivir mi vida encogiendome lejos del peligro, siempre preguntándome cuando el golpe de la muerte podría venir cayendo desde arriba como la lluvia. Iba a dar el paso con valentía en la vida y bailar con peligro. |