¿Quién no ha tenido un amigo imaginario cuando era pequeño… o no tan pequeño? Amanda tiene a Rudger, compañero de juegos y secretos hasta que la aparición en su casa del Señor Bunting, un extraño hombre acompañado de una inquietante niña, amenaza su vida y su amistad. La presencia de estos siniestros personajes nos adentra en una trama de aventuras que Rudger vivirá tanto para salvarse a sí mismo, como su amistad con Amanda y la existencia de otros amigos imaginarios que aparecerán a lo largo del libro. Una historia sorprendente, fresca, misteriosa y entrañable que nos transporta a la infancia de una manera inesperada. La edición que presenta Blackie Books es una apuesta preciosa, tanto por las cubiertas como por las ilustraciones del interior, que se reparten en grises y negros salpicadas de color. No perder detalle de los pequeños dibujos que acompañan cada página así como del poema de Christina Rossetti que, bajo el título “Recuerda” precede a la historia: "Recuérdame después de haberme ido; Cuando, bajo la tierra silenciosa, No me alcance tu mano temblorosa Ni pueda desandar lo recorrido. Recuérdame sin más cuando, perdido Nuestro sueño común, como la rosa Marchita, esté; pues ya ninguna cosa, Promesa o ruego, llegará a mi oído. Mas si me olvidas por un tiempo, amado, No sufras si el recuerdo luego insiste. Si tinieblas y vermes han dejado Algún vestigio de mi pensamiento, Prefiero que me olvides si contento Estás a que me evoques y estés triste." Una historia de amistad y lealtades que, pese a ser una novela dirigida a un público joven, sorprende con un toque de misterio y oscuridad que no deja indiferente y provoca algún escalofrío que otro. Una oportunidad para viajar a la infancia y retomar amistades olvidadas. |