Kitty salva la noche

Hoy os traigo la reseña del segundo libro de esta serie infantil, "Kitty salva la noche". Por cierto, su título original, "Kitty and the tiger treasure" nos resume perfectamente su contenido, mejor que el que le han puesto en español.

En el libro anterior Kitty, además de conocer sus poderes, conoció a un lindo gatito huérfano al que ha acogido en su casa. Se llama Mandarino y será, junto a Kitty, uno de los protagonistas de la serie.

En esta ocasión Kitty está muy nerviosa porque al día siguiente van a ir al museo a ver una exposición en la que se muestra una preciosa y valiosa escultura. Representa un tigre que por ojos tiene esmeraldas de incalculable valor. Está tan nerviosa y tan impaciente que decide ir al museo esa misma noche junto a Mandarino, aunque sólo sea para echar un vistazo al edificio por fuera.

Una vez allí, conocen a una gata gris que es la guardiana del museo. Mientras están hablando con ella ven una sombra. La sombra corresponde a un perro que se está llevando algo. ¡Se ha llevado el tigre!

Kitty, Mandarino y la gata guardiana le seguirán con la intención de detener al ladrón y devolver al tigre al museo.

En esta segunda entrega Kitty se muestra más confiada que al principio de la anterior. Ya es consciente de sus poderes, sabe que tiene la facultad de ayudar a la gente y eso le da mucha seguridad en sí misma y hace que sea mucho más valiente. Por eso, ya no espera que vengan a buscarla pidiendo ayuda; es ella misma la que sale en busca de aventuras.

Y lo que encontrará será una aventura la mar de entretenida.

Por si no habéis leído mi reseña del anterior libro, os diré un poco lo que allí dije. Que estos libros siguen la estética de los famosos libros de "Isadora Moon". Si en aquellos los colores eran el blanco, negro y rosa en estos son el blanco, negro y naranja. Y los detalles brillantes, en vez de ser en color plata, son dorados. Por lo demás, tanto la estructura como la maquetación como las ilustraciones en sí, siguen un estilo muy similar. E igual de bonito, por supuesto.

Si en aquellos teníamos a una niña hada-vampiro, en estos tenemos a una niña-gata. Por contra, mientras que Isadora vivía las aventuras más o menos típicas de una niña "normal", Kitty en cambio no es nada normal porque es una superheroína.

El libro es fácil de leer, con un lenguaje y unas estructuras gramaticales y sintácticas adaptadas a su público objetivo, niños en torno a los siete, ocho o nueve años.

El resultado son unos cuantos precioso, divertidos y entretenidos que pueden gustar a cualquier niño. Echadles un vistazo si tenéis ocasión.
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