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Crítica de Inquilinas_Netherfield


Inquilinas_Netherfield
07 October 2019
Ahora parece poco original porque desde el Loki cinematográfico de Tom Hiddleston han surgido adoradores del dios del caos por todas partes, pero ya sabéis que yo no soy de modas. Antes, mucho antes de la sensación Marvel en el cine y demás, mis preferencias en cuanto a los dioses nórdicos estaban clarísimas: adoraba, y adoro, a Loki. Me parece con diferencia el dios nórdico más ambiguo y más imperfecto y, por tanto, el más interesante se mire como se mire. Así que desde que supe de este libro y que encima estaba escrito por Joanne Harris (la autora de Chocolat, libro que algún día me gustaría releer y traeros por aquí), lo tenía en el punto de mira. Y no me ha defraudado en absoluto, me lo he pasado pipa leyéndolo.

De este punto de partida de arriba parte la historia. Loki nos dice que la mayoría de lo que conocemos como historia parte de un único texto, La profecía del Oráculo (profecía que además se incluye completa al final del libro), y que ese texto es una sarta de mentiras o, como poco, una versión parcial y conveniente de lo que ocurrió en realidad y de boca de quien tuvo el poder de contarla a su manera. Y a eso viene Loki en este libro, a contar su propia versión, que puede ser cierta o no, pero es la suya. Y sí, como él dice, es mucho más entretenida :)

La historia está dividida en cuatro partes: Luz, Sombra, Muerte y Crepúsculo, y cada una de esas partes está a su vez subdividida en diferentes lecciones que siempre comienzan con un pequeño adelanto de lo que está por venir en cada lección y la moraleja extraída de ella (Nunca confíes en un pariente / Con una mujer de por medio, todos los hombres son tuertos / Pegadme un tiro. Soy así / Los muertos lo saben todo, pero no les importa / ...). Así, como buen Evangelio, la historia comienza desde el principio de los tiempos, cuando no había tierra ni mar, solo vacío entre oscuridades, etc... Se nos dice que todos provenimos del fuego y el hielo, el Caos y el Orden, y por ahí sigue hasta la formación de los Mundos tal y como los conocemos (Mundo Superior, Inferior e Intermedio), la repartición de esos mundos entre las distintas razas que lo pueblan, etc... y llegamos al momento en que Odín, Padre de los Aesir, cruza su camino con Loki (demonio que adopta forma humana para ese encuentro) y se lo lleva a Asgard a convivir con el resto de los dioses a pesar de ser un demonio.

De esto no puede salir nada bueno, porque los demás dioses lo odian a muerte y jamás confían en él, y Loki es lo que es, hijo del Caos primigenio, así que juega a dos bandas, tres o las que sean necesarias, y mientras les ayuda en muchas cosas, les hace la puñeta en muchas otras... Es un ser indomable que, al haber abandonado Caos de manera voluntaria, ya no puede volver a él por ser considerador un traidor, y que donde está, en Asgard, no llega nunca a ser aceptado (muchas veces porque él se lo busca), lo que hace que más pronto que tarde comience a vengarse de sus habitantes. Y así, mientras que en muchas ocasiones ayuda a los aesires de mil maneras diferentes, otras muchas actúa en su contra, y eso tiene consecuencias. ¿A dónde nos lleva todo esto? al Ragnarök, la batalla del fin del mundo.

Sobre Loki, ¿qué os puedo decir? Loki es cínico, perverso, juguetón, curioso, seductor, poderoso, tramposo, retorcido, guasón, mentiroso, imprevisible... leerlo es una gozada de principio a fin, porque todas esas cualidades son las que le dan personalidad como narrador y las que tatúan la historia. Te lo cuenta todo con una mordacidad y una sorna que te tienes que reír. Es que es muy, muy divertido contando las cosas, no deja títere con cabeza, se ríe de todo y de todos e intenta quedar siempre como el bueno, pero con ese punto en el que sabes que lo que realmente te está diciendo es "venga, va, soy un canalla embaucador e inestable, pero ese es mi encanto y los dos sabemos que has sucumbido a él". Loki es el narrador ideal, porque te cuenta su versión de la historia y realmente no importa nada en absoluto que esa versión sea verdadera o no (Loki es el Dios de las mentiras, no hay más que decir... pero es que al lector le da igual porque no es lo que te cuenta, es cómo te lo cuenta); además la voz narradora que se saca de la manga la autora es fantástica, y el trabajo que hace con la traslación de la intrincada Profecía del Oráculo a una novela apta para todo el mundo (y encima muy entretenida) es, simplemente, de quitarse el sombrero.

Y es que mitología nórdica (la auténtica) es muy, muy complicada y muy enrevesada. La tarea que tenía Harris por delante para sacar adelante una historia entretenida, divertida, totalmente ligada a la mitología original y accesible al lector medio que no sabe o no conoce los mitos de Asgard, era complicada y ardua. Y aprueba con sobresaliente. No solo aparecen casi todos esos mitos (el martillo de Thor, la promesa al constructor de Asgard y cómo se engendró el caballo de Odín, el país de los gigantes, los tesoros de Asgard...), sino que el lector se va empapando de ellos y los va asimilando casi sin enterarse. Harris encuentra un punto intermedio en el que la mitología, la aventura y el divertimento se dan la mano de tal manera que aunque los va explicando, no lo hace de manera erudita ni pesada: la implementación en el transcurrir de la narración es perfecta y todo está ligado de manera coherente, fluida y dinámica. Da igual si conoces o no los mitos de Asgard, porque si los conoces te va a hacer ilusión ir encontrándotelos por el camino, y si no los conoces te va a hacer ilusión saber que los estás descubriendo y que te lo estás pasando genial mientras tanto.

Joanne Harris escribe muy bien te cuente la historia que te cuente y se ponga con el género que se ponga. Todos los personajes, por muy secundarios que sean, están perfectamente caracterizados y creados, y sabes de qué pie cojea cada uno casi desde su primera aparición. Los mitos van cayendo en la narración uno a uno, y el ritmo y la forma en que están narrados a veces hace que parezca más un libro de aventuras que uno sobre mitología nórdica. de hecho, El Evangelio según Loki empieza tan, tan cañero que el único pero que puedo ponerle al libro es que a la autora en cierto modo le cuesta mantener el compás de su propia criatura y hay un bache ligerísimo en la segunda mitad del libro en el que se desinfla un poco... pero solo un poco, porque luego vuelve a tomar fuerza para terminar en alto, que el Ragnarök no es moco de pavo. de todos modos, yo creo que esa cuestecilla coincide con la propia evolución del personaje de Loki, quien con el transcurrir de las páginas y el peso de los deseos de venganza, se va oscureciendo y sumergiéndose en el odio. Jamás pierde esa personalidad desbordante y explosiva que describo arriba, pero sí que se va matizando en tonos más sombríos y hace que la cadencia de la narración también se tranquilice y se mesure.

En definitiva, muy recomendable, divertido y entretenido. Si os gusta la mitología nórdica, disfrutaréis muchísimo con este libro. Si no os gusta, igualmente creo que podréis disfrutar mucho de la lectura porque Loki, como personaje, es un bombón. Después de leerlo me he enterado que hay una segunda parte, El testamento de Loki, que no ha llegado a España, pero no hagáis caso de eso porque esta novela termina donde tiene que terminar y cuenta la historia que quería contar. Tiene un principio y un final cerrados, y da igual si se lee el segundo o no... pero una cosa no quita la otra, yo voy a rezarle a Loki a ver si consigue que nos traigan la continuación en castellano.
Enlace: http://inquilinasnetherfield..
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