La frágil belleza del cristal

Cuanto más tiempo pasaba sobre la tierra, más seguro estaba que la humanidad no tenía ni idea sobre Dios o el cielo.

Todos nosotros somos productos del lugar en el que nos han criado, la gente que nos quiere o influyen en nosotros, y las cosas que escuchamos una y otra vez cuando somos pequeños.

Todo era mentira. Están tirando de nuestros hilos. Nos están viendo bailar.

En la música no hay esclavitud. La música es una puerta y el alma escapa a través de la melodía, aunque sea solo durante un par de minutos, y todo aquel que la escucha es libre, todo aquel que la escucha se eleva.

Cuando tocas, siento esperanza.

He soñado con volar desde que pude caminar, quizá porque no podía correr como los otros niños. No necesitas correr cuando puedes volar.

Esperó que no la quisiera demasiado, porque querer a alguien y luego perderlo sería mucho peor que no haberlo tenido nunca.

Es difícil querer o echar de menos a alguien que ni siquiera has conocido.

A veces sólo vemos nuestro rincón del infierno.

En la música no hay esclavitud, y todo aquel que la escucha es libre.