El descubrimiento de las brujas

Estoy realmente sorprendida con esta lectura. La cogí porque buscaba algo ligero que leer, y que consiguiera, por lo menos, engancharme.Pero no esperaba mucho de ella, para que mentir. Esperaba que fuera una novelita más o menos interesante y ya.Y tengo que decir que por eso me ha sorprendido. No va a ser el libro de mi vida, tiene muchas cosas que me han disgustado. Pero me ha enganchado mucho más de lo que pensé en un principio que iba a conseguir. He disfrutado mucho de su lectura, y me ha dado mucha pena acabarlo. de todas formas, ay, qué malo es crecer. Si me hubiera leído este libro hace varios años, cuando tenía quince o diecisiete, se hubiera convertido en uno de mis preferidos de la vida, lo hubiera adorado totalmente. Pero ahora, con bastantes tacos más , me ha parecido una buena novela con sus luces y sombras. Y ya. de todas formas tengo que decir que la parte de mí que más lo ha disfrutado ha sido la misma que se está viendo por cuarta vez en su vida “Buffy Caza vampiros”, y que sigue siendo una fiel y absoluta devota de la saga de “Cazadores de Sombras”.

En “El Descubrimiento de las Brujas” conocemos a Diana Bishop, doctora en historia de la ciencia y profesora e investigadora en la universidad de Oxford. Bajo su fachada de estudiosa obsesa con su trabajo, Diana esconde un secreto, es una bruja que desciende de una de las mujeres ajusticiadas en los tristemente celebres juicios de Salem. Pero ha pasado toda su vida reprimiendo sus considerables poderes y fingiendo ser una humana normal tras un traumático suceso de su infancia. Una tarde, en plena biblioteca Bodleiana, encontrará por sorpresa un misterioso manuscrito alquímico que contiene varios secretos, plagado de hechizos protectores, y que es el objeto de deseo de brujas, vampiros y Daimones. A partir de ahí, la vida de Diana cambiará cuando muchas de esas criaturas empiecen a pulular por la biblioteca y a observar todos sus movimientos. Entre ellos se encontrará Matthew, un atractivo y misterioso vampiro y científico (obviamente no iba a ser un fontanero cualquiera llamado Bob, claro) con más de mil años de antigüedad, con el que Diana acabará por unir su destino irremediablemente.

El libro es una mezcla de “Crepúsculo” con “La Historiadora” , “Outlander” y “Cazadores de Sombras”, con toques de “Harry Potter” y “El Código Da Vinci”. Se trata de un cóctel explosivo en el cual la autora lleva con pulso firme las riendas. Y eso es algo que se agradece por lo muy necesario que es, porque si algo me ha sorprendido de la novela es que no solo es muy iniciática en cuanto a que nos presenta un mundo de lo sobrenatural poblado de brujas, vampiros y Daimones (criaturas con una inteligencia y una creatividad fuera de lo común, tanto que muchas veces estos dones les llevan a la locura). En ella, también, pasan cosas, muchas cosas. En serio. Tiene casi 800 páginas, pero siento como si hubiera leído 100 o 200 más tan tranquilamente. Esto tiene sus cosas buenas, como que ha habido muchos giros de guion casi todo el rato, por lo cual el interés durante la mayor parte del tiempo estaba garantizado. Pero también tiene sus cosas malas. Hay demasiadas descripciones y demasiadas escenas que me han sobrado muchísimo. Sobre todo al principio, como digo más abajo.

En ese sentido, creo que la narración ha sido muy irregular, pasando de momentos en los cuales me aburrido leyendo a momentos de más acción o donde había descubrimientos que realmente me interesaban. Esto se dio especialmente hacia la mitad de la novela. Luego, durante su etapa final, me he quedado con la impresión de que todos los acontecimientos se precipitaban demasiado, sucedían muchas cosas muy rápido y aparecían nuevos personajes de forma muy abrupta. Esta irregularidad ha sido, para mi, lo peor de toda la narración. de todas formas, si hay algo positivo, es que todo esto lo salvo el excelente pulso narrativo de Harkness, que logra escribir de forma en el ritmo se mantenga bastante constante, cuando suceden cosas importantes, estas pasan ni muy rápido para que el lector se pierda, ni muy lento para que le de tiempo para aburrirse. Algo más que valorable en un libro de estas características.

La gran pega es que en un segmento de la historia hay demasiadas escenas que sobran y ralentizan todo. de hecho hubo momentos que me hicieron replantearme seriamente, no digo seguir con este libro, que estaba convencidisima de que iba a terminármelo más tarde que temprano, pero si de continuar con las dos continuaciones de esta trilogía (que también las tengo pendientes desde hace siglos en mis estanterías). Porque lo siento en el alma, pero a mi no me interesaba mucho ver a la pareja principal yéndose de cena, bebiendo vinos riquísimos (que luego me enteré que esto se debía a que la autora tiene un blog sobre vino. Que me parece muy bien que la mujer meta lo que le interesa en su obra, pero es que con lo de los vinos se pasó un poco la verdad), practicando yoga o teniendo diálogos trascendentales sobre ciencia y filosofía. Que sí, que no digo que esas escenas no sean importantes para fortalecer y crear su relación y hacerla creíble. Pero en muchas ocasiones, me dió la impresión de que solo eran para ahondar en lo que todo el mundo ya sabía que iba a pasar (que los dos iban acabar profundamente enamorados, obviamente) y que solo servían para el relentizamiento la narración

Por lo menos esto se fue dando hasta la mitad de la novela. A partir de la página cuatrocientas y pico la cosa cambia ligeramente, y la historia deviene en toda una odisea que incluye órdenes sagradas, criaturas sobrenaturales y poderes mágicos desbordados. Fue a partir de ese punto cuando empecé a disfrutar totalmente de la lectura, cuando esta logro engancharme y hacerme disfrutar como hacía mucho tiempo que ningún libro lo lograba. Hacia muchos meses que con ningún libro lograba leerme en un solo día unas doscientos páginas, con eso lo digo todo. Y creo que solo por eso le he puesto tan buena puntuación. Necesitaba desesperadamente una lectura de este tipo, lograr engancharme a un libro y luego sentir añoranza por él al finiquitarlo, y que este me recordará porque leo y que es lo que me hace disfrutar tanto de la literatura.

Porque seamos sinceros, la novela no es precisamente una maravilla de la literatura contemporánea, y lo digo sin animo de ofender a nadie y teniendo presente que a mi me ha gustado. Cae sin ningún pudor en todos los tópicos del genero fantástico-romántico habidos y por haber. Nuestra protagonista, Diana, es una suerte de elegida, un personaje fuerte e inteligente que contiene en su interior más poderes de los que ni ella misma podría haberse imaginado. Y por supuesto, terminará convirtiéndose en la clave de una lucha ancestral entre criaturas, y siendo implacablemente perseguida por las mismas durante la mayor parte de la narración. La acompaña en su aventura un carismático y, como no, un sexy vampiro de pasado oscuro y turbulento y personalidad compleja. Mientras leía solo podía pensar en una cosa: en que Matthew se parecía a Edward Cullen como un huevo a otro en su comportamiento. Y su relación con Diana se parece a la de Edward con Bella Swann en el sentido de que tanta sobreprotección a veces me ha resultado muy tóxica y agobiante. Que si, que Diana no es (gracias al cielo) Bella, Pero me daba rabia que muchas veces terminará cediendo a lo que quería Matthew. A ver, estamos hablando de una bruja de poderes considerables que encima ha logrado ser doctora en historia y que se supone que es muy fuerte e independiente (cosa que demuestra muchas veces, todo hay que decirlo, a lo largo de la historia). Y en cuarenta días conoce a un vampiro, se enamora de él (que para algo es, como no, el amor de su vida), “se casa con el” (si, o por lo menos su equivalente vampirico. Que es lo mismo que una declaración de intenciones romántico-dramáticas que tanto gustan en la literatura amorosa), ve su vida peligrar varias veces y hace varios descubrimientos increíbles sobre su vida.

Repito, en cuarenta días es cuando pasa todo esto. Todo muy extremo, todo muy dramático. Con ese margen de tiempo tan estrecho, me ha costado mucho creerme su relación, tragarme que los dos puedan acabar por tener esos sentimientos tan profundos y entregarse mutuamente al otro con tanta fuerza. Y eso, tengo que reconocer, me agobiado bastante, me ha parecido un romance demasiado intenso. Es cierto que en la relación entre Mathew y Diana hay bastante margen para la individualidad entre las dos partes y bastante respeto entre ellos, no como el de los amantes de “Crepúsculo”. Pero aún así, entre ellos se respiraba, también, una atmósfera de toxicidad que no han terminado de convencerme y que espero que vaya desapareciendo poco a poco en el siguiente libro. Espero. Porque si es así, esta saga va a perder muchos puntos para mí. Sinceramente. Si no fuera por eso, la relación entre estos dos no me desagradaría. Hay mucha atracción entre ellos, lo que junto a lo prohibido de la misma le da mucha gracia al asunto. Sin quitarle importancia al componente amoroso para lo que es la historia, me hubiera gustado más si se hubiera centrado más la atención en lo que es la parte histórica de la trama.

A nuestra parejita, la acompañan una serie de secundarios, que sin ser muy destacables tienen personalidades bastante bien construidas y fluidas.En general, son personajes que te los crees mientras lees. No obstante tengo dos pegas: por un lado me ha costado muchísimo empatizar con el personaje de Diana, aunque leamos las cosas desde su punto de vista (por lo menos la mayor parte de los capítulos), me ha resultado bastante indiferente. Espero que esto mejore en las siguientes entregas.Y por otro lado, justo al final del libro aparecen nuevos personajes cuya aparición me ha parecido muy abrupta, y me ha descolocado por ello un poco.

Y pese a todo ¿me ha gustado mucho este libro? Pues sí. Me lo he pasado muy bien leyendo. Harkness crea una historia adictiva y llena de secretos y misterios que ha logrado atraparme totalmente. Con una atmósfera absorbente, logra crear una historia en la que la magia, los misterios, las sociedades secretas, las criaturas sobrenaturales, los viajes en el tiempo, personajes históricos y el amor se dan de la mano de una forma muy convincente, creando una aventura orgánica y llena de todo tipo de momentos. Si hay algo que me ha sorprendido mucho es como la historia parece que va a ser una cosa y paulativamente, a medida que va avanzando, se va convirtiendo en otra muy distinta. Y hacia su final deja muchísimas puertas abiertas, por lo que en los siguientes volúmenes todo promete tener muchas curvas.

En resumidas cuentas, he terminado “El Descubrimiento de las Brujas” con muy buen sabor de boca y con ganas de leer sus continuaciones. Si cogí este libro entre todos los que tengo pendientes fue porque buscaba una historia ligera y que no me supusiera mucho esfuerzo de leer, que me tuviera entretenida y que logrará engancharme. Y después de un principio un tanto decepcionante, hacia la mitad la novela logró todo eso plenamente. Hasta me ha dado pena terminarlo, y con eso lo digo todo. ¿Que quizás no vaya ser el libro de mi vida ? pues ya te digo desde aquí que es así. ¿Qué tiene sus cosillas negativas? Pues también. Pero oye, yo no pedía una puñetera obra de arte, tan solo entretenimiento fácil. Y creo que he conseguido incluso más de lo que me esperaba, porque he cerrado este libro con un Hype increíble y con unas ganas tremendas de seguir con sus dos continuaciones. Y eso era algo que no me esperaba para nada. Si tengo que ser sincera, mi principal interés para terminarme esta trilogía era empezar con la serie (porque normalmente prefiero leerme el libro antes de verme su adaptación en formato serie o en películas), porque esta me inspiraba cierta curiosidad. Ahora no veo el momento de empezar con ella también.