Tess de los d'Urberville

Cuanto más pecador, más santo; no había que ahondar mucho en la historia del cristianismo para hallar confirmación a esa sentencia.

Nadie había sido testigo de la gravitación de dos seres hasta fundirse en uno

No era Ángel el único en descubrir que la magnitud de las vidas estriba, más que en sus cambios y movimientos exteriores, en sus experiencias subjetivas. El aldeano impresionable lleva una vida más amplia, henchida y dramática que un rey de sentidos obtusos.

Para ella la belleza, como para todos los que han sufrido, no residía en el objeto, si no en lo que este simboliza.

¿Qué iba a saber yo de estas cosas? Era sólo una niña cuando salí de esta casa hace cuatro meses. ¿Por qué no me dijiste que se corría peligro entre los hombres? ¿Por qué no me previniste? Algunas señoras saben defenderse porque leen novelas que les hablan de estas cosas, pero yo nunca tuve ocasión de aprender de ese modo y tú no me lo enseñaste.

¿Qué era para mi el pasado nada más conocerte? Algo absolutamente muerto

Reconozco que al verte se ha despertado mi amor por ti, algo que creía extinguido junto con todo ese tipo de sentimientos.

Valoro más a las personas cuando estoy lejos de ellas

Era capaz de amar desesperadamente,pero con un amor más inclinado a lo imaginativo y a lo etéreo,un amor dotado de un componente fastidioso que le llevaba a proteger a su amada nada menos que contra sí mismo.

Tess no había conocido nunca una época como aquella,en que el hilo de su vida se hallaba tan nitidamente trenzado en dos hebras: goce nítido y nítido dolor.