"-Sí, las novecientas libras que todo el mundo dice que él tiene, pero yo digo que son cuatrocientas cincuenta, porque nunca me creo más de la mitad de lo que oigo." Me he acercado a Mellstock a conocer su coro, a la futura organista, a los pretendientes de esta y cotillear la vida que todos ellos llevan, entre sidra e hidromiel, viendo el tiempo pasar por las puertas de sus casas. Todo ello sin grandes dramas; se nota que es un Hardy muy temprano. Es el Hardy adecuado si te acercas a él por primera vez con miedo al drama y pesimismo del que tanto has oído hablar. A mí la sidra me la han dado sin alcohol y se me ha quedado corto... Pero sigue siendo Hardy. |