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Se nos plantea una historia con toques sobrenaturales pero al mismo tiempo con dramas entre nobles y la realeza. Nos encontramos a pocos años de la Guerra civil inglesa de 1640, en Inglaterra, concretamente en Poplar. Mackepeace, de doce años, es la protagonista. Vive en un pueblo puritano junto a su madre acogidas por sus tíos en su casa. Además, seremos testigos de cómo algunas noches la madre hace pasar la noche en el cementerio para que ella aprenda a que los espíritus no entren en ella. Y es que Mackepeace puede albergar fantasmas en su interior. Todo cambiará cuando su madre fallece y ella se ve obligada a vivir con la familia de su padre: los Fellmonte. Pronto descubrirá que en esa familia hay un oscuro secreto respecto a su poder. al mismo tiempo, la niña crecerá un poco a lo largo de la historia, albergará por accidente el alma de un oso, descubrirá intrigas políticas de la familia… Su ritmo también me ha encantado, constantemente suceden cosas y hay un personaje con el que Mackepeace hará una buena amistad. Juntos se apoyarán frente a esos adultos que los quieren utilizar para un extraño ritual antiguo, una tradición familiar muy oscura. Quizá no en cada capítulo, pero con mucha frecuencia encontramos giros en la trama que mantienen nuestra atención. Los personajes adultos, en su mayoría son bastante aterradores y crueles. de vez en cuando encontramos rayos de luz como la amistad antes mencionada. Tanto la protagonista como los personajes que la rodean sufren cambios y muchos de ellos muy significativos, por lo que su actitud va variando y son en su mayoría impredecibles. La pluma de la autora es amena pero no pierde detalle, me ha parecido muy mágica y cruda al mismo tiempo. Además, la originalidad de la obra no se puede pasar por alto. |
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