Siempre nos quedará el verano

¡Qué ganas tenia de leer este libro!
Después de haber terminado “No hay verano sin ti” moría por tener el tercer y último libro en mis manos para saber la conclusión de esta trilogía de la cual no esperaba nada y termino entreteniéndome muchísimo.

Belly ha madurado mucho, ya no es la niña que leímos en la primer novela, sin embargo no ha dejado ese lado impulsivo que suele meterla mucho en problemas.

En “Siempre nos quedará el verano” aparte de Belly tenemos un narrador nuevo, estoy hablando de Conrad. Fue una muy grata sorpresa los capítulos en los que él nos contaba lo que sentía pues al ser un personaje tan misterioso y cerrado en los libros anteriores me llenaba de curiosidad saber qué es lo que pasaba por su cabeza.

Sufrí un poco ya que estaba por terminar la historia y las cosas no se estaban dando como yo esperaba y de pronto todo ocurrió de una manera muy precipitada, sentí como que me faltaban páginas por leer.
Admito que me parecía súper predecible como terminaría la historia y con quien se quedaría al final de cuentas Belly ya que era lo más lógico. Pero el final fue diferente a lo que me esperaba y eso me dejo con un buen sabor de boca.
Los tres libros son muy buenos. Pero creo que este fue el que menos me ha gustado por la tensión entre Conrad y Jeremy o quizá porque creo que hubo un cambio significativo en uno de los personajes, supongo que fue con el fin de que estuviéramos más conformes con el desenlace.

La prosa de Jenny Han es como en los libros anteriores, ligera y sencilla lo que ayuda bastante para sumergirte en la novela, la autora ha sabido perfectamente cómo llevar la evolución de los personajes y en la trama de cada libro se nos planteaba un problema diferente al cual se enfrentaban estos chicos.

Sin duda te recomiendo mucho esta trilogía fresca y juvenil como para leer en cualquier estación del año, especialmente en verano.
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