¡¡¡AVISO A NAVEGANTES!!! Esta reseña no contiene spoilers como tal pero sí que hago mención a algunas reflexiones planteadas por el autor que han sido de mi interés. El mundo está en constante cambio y el rumbo al que nos dirigimos parece difuso. No es algo propio del ser contemporáneo, sino innato a nuestra especie, con la diferencia de que ahora disponemos de medios, "tiempo" y sobre-información para poder reflexionar al respecto. La propuesta de Byung-Chul Han es sencilla pero te hace mella. Estructurada en breves capítulos de temáticas relacionadas como la inteligencia artificial, las redes sociales o el smartphone, va trasladando al lector por los principales hitos del siglo XXI, haciéndolo pensar sobre cómo ha cambiado la forma de relacionarnos, trabajar o incluso sentir de nuestra especie al valernos de este tipo de instrumentos. La crítica es dura y no te deja indiferente, aunque el tono del mensaje hace que se pueda leer con ligereza (pese a la abundancia de citas que encontramos en el discurso). Según el filósofo, la sociedad está en un momento de deriva social, en una evolución imparable hacia una sociedad lúdica en la que el hombre ya no vive para pensar o actuar sino para disfrutar, dejando a la máquina el poder de objeto pensante que nos permite reinvertir el tiempo, dejar descansar nuestro cerebro y a la vez, altera de forma definitiva nuestra existencia. Son múltiples los paralelismos con otros períodos de la historia de la humanidad, estableciéndose algunos que nunca me había planteado como el papel mitificante del teléfono inteligente que se desarrolla en el capítulo homónimo. ¿El ser humano actual está olvidando la religión o sus deidades son otras? ¿Es una filosofía al uso, práctica, instrumental, o realmente estamos errando al comparar ideas tan opuestas? ¿Cómo puede afectar a nuestras relaciones el ser percibidos como seres online, al acostumbrarnos a delegar en objetos, al sobreexponernos a un mundo virtual que no podemos controlar? Estas son algunas de las cuestiones sobre las que he podido reflexionar gracias a este ensayo, sin duda, una lectura interesante que me ha dejado con ganas de leer más sobre el tema, aunque sí que es cierto que puede pecar de sencilla en algunos momentos y no ser la más idónea para el lector versado. + Leer más |
Como imposible y como quimera, como fin y también como imperativo, la idea de la felicidad nos interpela más que nunca en los tiempos que corren. “¿Cómo ser felices?”, esa sentencia que nos sobrevuela como mandato del mundo moderno se impuso para encandilarnos y hacernos perder de vista aquella que debería ser la pregunta nodal: “¿Qué es la felicidad?”.
En su nuevo libro, Gabriel Rolón nos propone desandar el camino.
Desarticular lugares comunes y preconceptos para poner en evidencia qué se esconde más allá de esa ilusión que se vende como panacea y no es más que una trampa. Entre el Psicoanálisis y el arte, entre la filosofía y la literatura, despliega entonces su hoja de ruta, un mapa de lecturas que van de la mitología clásica a Byung-Chul Han, pasando por Freud, Lacan, Borges, Nietzsche, Schopenhauer, Einstein, Alejandro Dolina, Ana Frank, Bertrand Russell y Comte-Sponville, entre muchas otras.
Una vez más, como en sus trabajos anteriores y fiel a ese estilo que lo llevó a ser uno de los autores más leídos de las últimas décadas, Rolón nos invita a pensar a contrapelo de las modas ligeras. Y es ahí, en esa zona incómoda y a la vez anhelante de vida, donde La felicidad se vuelve un ensayo indispensable, lúcido, humano.