La vegetariana

La vegetariana no es una lectura fácil de esas que cuentan una bonita historia, de las que te reconfortan y alivian tus días. Esta es una obra que incomoda, desconcierta, a ratos impacta e incluso duele. Un libro complejo, repleto de simbolismo y que emplea, en la línea de los autores asiáticos, un lenguaje muy poético para narrar una realidad extremadamente cruda, la de la protagonista, Yeonghye.

Ella, una joven casada cualquiera, pertenece a la clase media coreana cumpliendo fielmente con todas las normas y convencionalismos q la misma establece y tiene una vida anodina y aparentemente normal; pero un día decide, de forma inesperada, sin dar explicación alguna y pese a la férrea oposición de su familia, dejar de comer carne. Las razones que la llevan a tomar esa decisión poco tienen que ver con la búsqueda de una alimentación más saludable o el respeto a los animales. Y eso es precisamente lo que como lectores tendremos que descubrir, qué o quién empujó a esta joven a adoptar esta drástica determinación.

Y será precisamente desde su entorno, en boca de su marido, su hermana y su cuñado, como se nos irá presentando y desgranando, a tres voces, la historia. Y mientras Yeonghye calla. Decidida e imperturbable, negándose a ser un mero espectador de su propia vida, permanece en silencio mientras los demás hablan creyendo tener el poder de manejar las riendas de su vida. Sabremos casi exclusivamente de su sentir general y sus motivos a través de sus sueños, pero tendremos la sensación de escucharla todo el tiempo.

Una historia de incomprensión y violencia, pero sobre todo de la búsqueda de la propia identidad, que perturbará y te dará mucho que pensar. Este no es un libro más. Es un libro que te provocara sentimientos encontrados y te hará plantearte más allá de la comprensión, la necesidad de la aceptación y el respeto a las decisiones de los demás. No puedo asegurarte que te vaya a gustar, pero te garantizo que esta lectura indiferente no te va a dejar.

"Rechazando la carne, mi protagonista rechaza la violencia del ser humano" con esta frase que la autora contesta en una entrevista que también recoge la novela, se puede resumir bastante bien de lo que trata este libro. Aunque es mucho, muchísimo más. Es una novela enorme en mayúsculas.

Nos vamos a encontrar con Yeonghye un mujer que de pronto decide dejar de comer carne. Curiosamente la autora decide contarnos la historia de Yeonghye a través de tres narradores diferentes, su marido, su cuñado y su hermana. Y, extrañamente, conseguí empatizar con la protagonista a un nivel, que me extraña muchísimo haberlo conseguido sin escuchar sus propios pensamientos.

Como digo este libro es enorme y bajo la trama de una chica que decide dejar de comer carne, se esconde mucho más. Es una crítica a la sociedad y no creo que solo se centre en la surcoreana, se puede extrapolar al resto del mundo, porque en mayor o menor medida, es algo que se repite en todos los países. Como digo, es una crítica a esta sociedad donde no se puede destacar, donde si algo se sale de la norma se señala, se castiga. Una sociedad donde alguien no puede dejar de comer carne sin que el mundo de su alrededor opine. La mayoría de los personajes le repiten constantemente que sin la carne no tendrá vitalidad, y, curiosamente, ningún personaje irradia energía, más bien todo lo contrario. Se mueven casi por inercia. Y además, salvo su hermana al final, a ningún personaje parece que le mueva la preocupación real por la salud de la protagonista, si no el mero hecho de que no destaque, de que algo diferente que no entienden, no les incomode o perturbe su vida. Por ejemplo, su marido, lo único que opina sobre ella es que ha cambiado y ya no le resulta tan cómoda la convivencia con ella.

Y, por supuesto, una vez más, la peor parte se la lleva la mujer. Curiosamente el único personaje que logra entenderla al final, si no bien en su totalidad, si empatizar con ella, es su hermana. Otra mujer que ha pasado por esa misma violencia con la que la sociedad liderada por hombres oprime a las mujeres. Existen muchas citas donde su marido habla de ella como una persona a la que escogió por "simple", por no destacar o por no tener nada especial. Y que eso le gustaba de ella, que estuviera callada y no diera problemas. de hecho, curiosamente, jamás la llama por su nombre, solo la nombra como "mi mujer" o "ella", como si fuera una más de sus posesiones. O su cuñado, que solo la ve como un elemento para conseguir satisfacer sus deseos. Así, es su hermana Inhye el único personaje que realmente trata de entenderla y consigue ponerse en sintonía con ella de alguna manera.

La novela tiene un prólogo y una nota posterior de la traductora super interesantes, donde nos cuenta que la novela en Corea inicialmente fue muy críticada y no gustó a los críticos, y que estos, obviamente, eran predominantemente hombres. de hecho a las mujeres solía gustarles la novela, mientras que los hombres no lograban entenderla. Vaya vaya. La historia de siempre.

Por otra parte, mientras leí la novela tenía un sentimiento rarísimo que pocas veces he experimentado leyendo un libro. Muy pocas. Y no lograba identificarlo hasta que lo acabé. Era incomodidad, el libro te hace sentir oprimido. Es tan perturbador, tan crudo y realista, que te pone los pelos de punta cada página.

Aconsejaría a todo el mundo que leyera este libro con ganas y analizando cada frase sin quedarse en la superficialidad del tema inicial, para lograr sacarle todo el jugo que merece este libro. Aún así, mi consejo es que si no estás acostumbrado a leer literatura asiática, vayas primero a otro tipo de libro. En fin, ya tenemos un firme candidato a mejor lectura de 2019. MARAVILLA ABSOLUTA.

El libro en sí da una sensación distinta cuando llevas unas pocas páginas y cuando lo acabas. Parece que va a ir de un tema, y luego resulta que es completamente distinto a lo que sospechaba. Se trata de un relato contado por un narrador, que cambia de perspectiva en cada capítulo: hay tres capítulos, en el primero habla teniendo en cuenta al marido de Yeong-hye, en el segundo según su cuñado, y en el tercero y último la hermana de la protagonista.

A veces tiene puntos escalofriantes, otros más tiernos, pero en definitiva, es un libro muy humano, teniendo en cuenta que la protagonista se comporta más como un vegetal que como una persona.

Merece la pena leerlo, por la crítica escrita en ella de forma muy sutil hacia la sociedad actual, ya no por el consumo de carne y derivados de los animales, sino más bien por lo que es correcto hacer o no hacer según esta sociedad. El cambio de actitud de la hermana de Yeon-hye nos ofrece un rayo de esperanza, y es ella la que a veces nos parece la auténtica protagonista de la novela.

Una novela que se hace más bien corta, pero a la que quizá sobrarían detalles si se le hubieran añadido más páginas.

El extenso prólogo puso el listón bien alto... Así como haber ganado el premio Booker internacional.
La historia de Yeonghye, una chica que se intuye joven y que un día decide convertirse en vegetariana... La primera parte está contada por el esposo y unos pocos pensamiento sobre si misma... Es increíble como la autora desarrolla ese estilo de hablar de ella desde la voz del desinteresado esposo.
La verdad, no me gusta tanto como evoluciona la historia en la primera parte porque de cierta manera deslegitima la voluntad de Yeonghye de ser vegetariana, adjudicando s sus actos trasfondo ocultos. La vemos asistir a su propia vida como una extraña, presenciando su vida como desde las butacas del público y no desde el propio escenario, en algún momento se dice de ella que quizás en su interior ocurrían cosas tan terribles, cosas tan inimaginables que ya tenía más que suficiente con tener que convivir con ellas en la vida diaria y por eso no le quedaban energías para mostrar curiosidad, explorar o reaccionar a lo que ocurría a su alrededor.
La segunda parte es la más bonita, las metáforas de la vida de estos personajes... Y la verdad no me pareció nada extraño o condenable en como actúan aunque el desenlace de esa segunda parte sea por lo menos trágico.
La tercera parte no me gustó, me entristeció mucho, el final de Yeonghye y de la hermana.
El libro está contado como tres libros separados con un hilo conductor contado por los demás.
En general hace reflexionar sobre cómo todos creen tener derecho a cuestionar las decisiones personales... Y las diferencias culturales siempre pesan, el contexto y demás...para eso fue bueno el prólogo, para poner el contexto... En fin como latina lo que parece horror a mi no me lo parece y viceversa. Pero claro para solucionar eso están los clásicos universales.

Es una novela de una escritora surcoreana que, al igual que el cine de ese país, sorprende, incomoda...

Es la historia de una mujer que decide dejar de comer carne y eso cambia por completo su vida y genera reacciones extravagantes y violentas en su entorno. 

Lo que le sucede a la protagonista se cuenta desde tres puntos de vista y eso es lo más interesante de la novela. Primero está el relato del marido de la vegetariana (los nombres coreanos son muy difíciles de recordar y de escribir), después está la versión del cuñado de esta mujer y, por último, la mirada de la hermana de esta joven. 

No quiero revelar lo que pasa, ya que es como un embudo de sensaciones que te va llevando poco a poco hasta el final. Hay una parte onírica que me recuerda a "Crónica del pájaro que da cuerda al mundo" de Haruki Murakami. Por momentos quisiera saber más sobre esos universos, pero los sueños son así, extraños, sin explicaciones. 

Lo más fuerte para mí fue la revelación de la situación de la mujer coreana, muy sometida al patriarcado. 

Después de leer esto, quiero encontrar un libro que me levante un poco el ánimo.