La vegetariana

Qué pasa cuando un día, sin previo aviso, decides volverte vegetariana. Y qué pasa cuando volverse vegetariana no es solo dejar de comer carne o usar bolsos de piel, sino que se convierte en algo más. Un acto político en contra de toda clase de violencia, la que otros ejercen sobre ti y la que tú ejerces sobre otros. Una forma de decir que estás cansada de cómo funciona el mundo, que ya no quieres formar parte de ese círculo vicioso e incontrolable de producción y consumo, en el que las personas, los animales y cualquier otro ser vivo no tiene ningún valor.
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Como habréis adivinado, ‘La vegetariana' de Han Kang, editado por @rata_books, no es un libro sobre vegetarianismo, es mucho más. En él seguimos la vida de Yeonghye, una mujer surcoreana, desde el mismo instante en que decide dejar de comer carne y empieza a vivir un tipo de vida en el que las cosas más mundanas no tienen el mínimo significado para ella. Lo más curioso de este libro es que, aunque Yeonghye sea el eje central de la narración, en ningún momento llegamos a conocerla de verdad, ya que la historia se cuenta desde tres puntos de vista externos: el de su marido, el de su cuñado y el de su hermana. Cada uno de ellos ve a Yeonghye de una manera diferente y ejerce sobre ella un tipo de fuerza diferente, desde la más violenta, la de ellos; a la del cuidado, la de la hermana. Aunque las tres partes del libro tienen algo especial, me han sorprendido especialmente las voces masculinas, por la capacidad que tiene la autora para escribir desde la voz del agresor de una forma tan realista.
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Si tuviese que definir con una palabra la experiencia de leer ‘La vegetariana' creo que sería claustrofóbica. No puedes dejar de leer, porque la historia es atrapante, pero al mismo tiempo sientes que recorre por tu cuerpo la necesidad de buscar escapatoria.
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Hablo todo el tiempo de leer el libro como una “experiencia” porque si ahora alguien me preguntase de qué trata, no sabría qué responder exactamente. No es una historia al uso en la que una acción provoca un nudo y un desenlace, sino en la que una acción, dejar de comer carne, se bifurca en un sin fin de sensaciones y emociones que se prolongan y se entrelazan, como las raíces de un árbol.

No miento si digo que es una de las reseñas que más me ha costado escribir. Es posible que ni siquiera haya reflejado bien todo lo que me ha transmitido y que me haya dejado muchas cosas en el tintero. Por eso, solo quiero terminar diciendo que no os perdáis a Han Kang porque os encontraréis una experiencia impactante, sobrecogedora y, sobre todo, muy diferente.

4/5
La vegetariana consta de tres capítulos largos que se publicaron originalmente en Corea como novelas cortas.
Yeong-hye es el punto focal de cada capítulo y se nos muestra su "metamorfosis" que la lleva lejos de su yo antes conocido. Además, Kang narra la historia de Yeong-hye a través de su esposo, su hermana y su cuñado, resaltando el tema subyacente de la novela: el hecho de no comprender a las personas con las que se está más cerca.

Por otro lado, Han Kang explora el conflicto entre las dos partes de uno mismo: el primitivo y el mostrado ante la familia y la sociedad.

La trama parece un poco surrealista a veces y la escritura puede ser un poco abstracta, con imágenes inquietantes y bonitas a la vez.

Me ha encantado. Voy a leer más de la autora seguro. Un aplauso para la traductora también.

Libro difícil de reseñar, y no para todo el público, lo escogí para el #marzoasiatico, y no me arrepiento, me gusta conocer temáticas nuevas y salir de mi zona de confort, aunque su lectura no es fácil, tiene más trasfondo de lo que se pueda pensar en un primer momento, no se trata sólo de la que la protagonista deje de comer carne.

La Vegetariana es una novela escrita por Han Kang, y traducida al castellano en la presente edición por Sunme Yoon, en un cuidado formato editorial de :rata books que ya alcanzó la 5° edición.
En este libro se habla de la historia de Yeonghye , uno joven de Corea del Sur que decide volverse vegetariana de un día para otro por culpa de unos sueños que están haciéndola enloquecer.


Su vida cambia completamente y empieza a vivir una continua pesadilla.

La historía está contada por varias voces , la de su marido en primera persona al inicio del libro, la de la propia protagonista en primera persona cuando habla de las pesadillas que está a vivor; y la visión de su hermana y la de su cuñado en el resto del libro pero a través de un narrador omnisciente que conoce todos los sentimientos y pensamientos de estos personajes.
En este libro vemos como el autor no quiso desde un inicio que Yenoghye tuviera voz, y decidió que fueran las personas que estan a du alrededoe las que hablaran en su lugar, y que esta fuera objeto de observación, incompresión y odio.

Es una lectura amena , que consigue atraparte desde el inicio. Una historia muy dura que habla de odio, de deseo, de macchismo, de enfermedades mentales, y sobre todo de sufrimiento.
Contando con un final abierto que da lugar e invita a la reflexión.

Un libro corto, pero con unas imágenes muy fuertes. En la novela vemos la vida de Yeonghye, una mujer claramente infeliz, desde el punto de vista de tres personas cercanas a ella: su marido, su cuñado y su hermana. Cada uno de estos personajes cuenta una parte distinta de la historia, todo va en orden cronológico. Lo curioso es, que aunque el libro está presentado con muchos detalles íntimos, en ningún momento nos acercamos a entender lo que pasa por la cabeza de la protagonista. Solo la vemos a través de los ojos de los demás. Es una historia impactante y no muy fácil de digerir. Seguramente no va a gustar a todos. A mi me encanto. le doy 5 de 5 *.
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"La única parte de la novela en que Yeonghye habla en primera persona es cuando relata sus pesadillas", declara la autora en la entrevista que se incluye al final del libro.
¿Será porque las pesadillas son la única verdad que conoce? ¿Es una forma de introducir al lector en el posterior declive mental de la protagonista?
El tema, cuando se publicó la obra (2007), estaba de actualidad, eran comienzos de los dos mil y el vegetarianismo comenzaba a convertirse en una moda que cada vez adoptarían más personas en el mundo. Ahora no es raro encontrar menús donde no se incluye ningún alimento de origen animal, pero en aquella época era más extraño.
Como extraño es el comportamiento de la joven Yeonghye que primero decide no comer carne, y con el tiempo acaba por adoptar un comportamiento extremo, hasta el punto de querer mimetizarse con la naturaleza y no probar bocado alguno. al fin y al cabo los árboles, a los que cree entender perfectamente, tan solo beben agua.
La autora no quiso, a propósito, darle voz a la protagonista y que fueran los demás quienes contaran su historia. Su marido, su cuñado y su hermana, son los encargados de narrar los pormenores de la trágica historia de una joven que un buen día decidió no comer nunca más a otro ser vivo. Pero La vegetariana no sólo cuenta la historia de una mujer que decide dejar de comer carne, en realidad es un alegato en contra de la violencia (hay mucha en estas páginas), cualquier tipo de violencia y en cualquier entorno. ¿O acaso no es un acto de extrema violencia matar a otro ser para alimentarse?

Yeonghye, una mujer que súbitamente decide hacerse vegetariana, da nombre a este novela dividida en tres partes. Sin embargo, tan solo en la primera de ellas se puede conocer su testimonio a través de sus pesadillas. Son su marido, su cuñado y su hermana quienes se encargarán de dar forma a la historia, quienes colocarán a Yeonghye en el punto de mira de su incomprensión y sus miedos.
Una decisión vital llevada al extremo que nos planteará cuestiones como la salud mental, las relaciones familiares y de pareja, los valores y costumbres de la sociedad actual, los juicios ajenos, la maternidad, etcétera.
Una narración que pasa de lo grotesco e incómodo a lo poético, que te invita a descifrar preguntas de difícil respuesta y que deja un amargo sabor de boca.

Un libro duro y difícil de digerir. Eso sí, bajo mi punto de vista, no es tan duro ni tan cruento como mucho gente dice. O seré yo, que soy poco aprensiva. También puede ser.
El libro se encuentra dividido en trer partes, tres pares de ojos desde los que vemos la vida de la protagonista. Pues nunca es ella quien nos cuenta la historia, quizás pues también es una observadora de su propia vida dominada por el machismo, la opresión y el ser señalada constantemente por salirse de lo socialmente establecido o aceptable.

Yeonghye es una mujer que fue maltratada por su padre y ahora es despreciada por su marido, el cuál se casó con ella para tener a su lado alguien insignificante, que no molestara. Su rol sumiso, sin voz, en una sociedad patriarcal, llegará a su fin en el momento en que decide dejar de comer carne. Su familia no lo acepta, no la comprende y no tolera que quiera ir en contra de las normas establecidas.
Esta historia contada a tres voces, nos será relatada por el marido, por el cuñado y por la hermana de la protagonista y Yeonghye sólo se expresará a través de sus sueños. Porque es a raíz de sus perturbadoras pesadillas que ella tomará esta decisión como una forma de alejarse de la violencia, que ella asocia con la parte animal del ser humano.
Sus actos provocarán el desmoronamiento de su entorno y la llevarán al límite en esa resistencia pacífica para decidir qué hacer con su cuerpo, hasta un punto de no retorno que mostrará la vulnerabilidad del ser humano.
Una novela que no se puede leer de forma literal sino que hay que ahondar en el mensaje que nos quiere transmitir y que puede dar lugar a distintas interpretaciones, porque está llena de simbolismo. Una historia incómoda, perturbadora, inquietante, que nos habla del derecho a decidir, de salud mental, de la violencia en el ser humano, de su fragilidad, del deseo y del mundo interior.
Mi primer acercamiento a la prosa poética, hipnótica y a la vez dura de Han Kang, me ha dejado exhausta, perpleja y con la cabeza a punto de estallar, pero con la sensación de haber leído una muy buena novela y con ganas de seguir conociendo a la autora.

La verdad es que no sé bien cómo hablar de este libro porque abarca muchísimos temas y además de una forma bastante atípica. Es una historia muy extraña, cruda y hasta diría que aterradora, por eso no creo que sea para todo el mundo, pero a mí (sorprendentemente) me ha gustado. He tenido momentos de desconcierto total, de no saber si lo estaba entendiendo bien, de incomodidad, de rechazo... Y es que hay algunas escenas bastante perturbadoras pero a la vez la narración te hipnotiza, es chocante y fascinante a la vez.

Ya sabéis que no me gusta explicar mucho acerca de la trama pero para que os pongáis un poco en situación os cuento que todo comienza cuando una mujer coreana decide de un día para otro dejar de comer carne, sin dar ninguna razón ni explicación más que ha tenido unos sueños. Aunque el cambio es muy radical esto no sería un gran problema si no fuera porque, asociadas a esa decisión, comienza a tener una serie de conductas cada vez más extrañas hasta llegar a un comportamiento obsesivo y enfermizo.

La historia está claramente dividida en 3 partes muy diferenciadas entre sí y cada una de ellas está relatada por un narrador distinto, personas muy cercanas a la protagonista que viven la situación de manera muy desigual. Desde la visión y percepción totalmente subjetiva de ellos podemos ir deduciendo qué le está pasando a la mujer y cómo su pensamiento, y en consecuencia su conducta, va evolucionando hasta llegar a un punto de no retorno.

Creo que con esto podéis haceros una pequeña idea, pero en realidad no he contado más que una pequeña parte de lo que hay en la superficie. Porque es una historia muy singular con múltiples lecturas y conclusiones, porque deja espacio a la interpretación de cada lector y porque engloba muchas ideas. Está lleno de crítica social, habla de violencia (en varias de sus formas), de obsesión, de enfermedad mental, de diferentes relaciones, de cultura y comportamiento, de la posición de la mujer en Corea del Sur... Y todo esto en un clima totalmente envolvente que te atrapa y transmite todo tipo de sensaciones.