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Siendo yo una fanática del fenómeno Netflix, no pude aguantar las ansias de ver la película antes que devorar el libro. Y ese fue, sin lugar a dudas, un grande error. La frase "El libro le da mil vueltas a la película" no se debería aplicar a este ejemplar. Las dos producciones -literaria y cinematográfica- son muy diferentes entre sí y, el hecho de haber desarrollado el procedimiento de consumo a la inversa, ha debilitado el libro en si. La historia que nos presenta Jenny Han en este primer tomo es mucho más amarga que la que se muestra en la gran pantalla. Se trata de un relato mucho más familiar, frío y complejo. A diferencia del crecimiento personal que la protagonista experimenta en la pantalla, entre páginas se muestra una Lara Jean mucho más cohibida que solo sigue el ejemplo su hermana mayor una vez esta se va a la universidad. Sin embargo, la intrusión de Peter en su vida no genera un cambio tan notorio como el que se muestra en el audiovisual, ya que este personaje sigue teniendo mucha debilidad por su exnovia hasta el final del relato, al contrario que en el filme donde ya demuestra interés por la protagonista desde buen inicio. Así pues, nos encontramos delante de una obra menos romántica de lo que se esperaba, también debido a la estructura narrativa empleada la cual evoca a la simplicidad, rasgo que por otra parte genera una lectura rápida y adictiva con la cual desearas continuar leyendo aun cuando den pie los agradecimientos finales. |
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