A todos los chicos de los que me enamoré

Cuando salió a la venta, A todos los chicos de los que me enamoré gustó mucho. No paraba de ver reseñas positivas por todos lados, aumentando así mis ganas de leerlo. Ahora que lo he leído, puedo decir que el libro es bonito y muy ligero, pero no he visto esa gran historia que todo el mundo prometía.
l motivo por el que la novela no me ha encandilado ha sido que la trama está muy trillada. Es un libro muy típico, siento decirlo de esta forma, pero es la verdad. Tenemos a una protagonista que no ha tenido novio nunca, le gusta quedarse en casita, no tiene demasiados y amigos y nadie le presta demasiada atención; al chico guapísimo y popular del instituto, a la chica popular que es una víbora con patas y al adorable novio de la hermana que es todo un amor. Desde el principio sabemos más o menos cómo se va a desarrollar la historia, y esto le ha quitado muchos puntos, debido a que todos los personajes son bastante tópicos. Aun así, esto no nos impide disfrutar de los acontecimientos, porque hay momentos muy cuquis, sobre todo entre Peter y Lara Jean, que logran sacarte más de una sonrisa. La forma en la que está narrada la historia es muy liviana, apenas notas que lees porque la trama fluye por sí misma. Además, me he reído mucho cuando las cartas de Lara Jean se envían y eso desencadena una serie de sucesos la mar de divertidos, parecía que todo lo que hacía la protagonista complicaba más la situación y era muy gracioso.
También me ha gustado mucho la relación entre las hermanas, en especial la que tienen Lara Jean y Kitty. Sus peleas, conversaciones, cuidados de la una a la otra... Todo es muy natural y realista, viven momentos que os aseguro que la mayoría habremos vivido con nuestros respectivos hermanos, y eso me encantó. Margot, en cambio, ha sido el personaje que menos me ha gustado. Demasiado controladora, distante y da la sensación de que se cree por encima de los demás, aunque he llegado a comprenderla. Lara Jean ha sido una buena protagonista, tan soñadora y hogareña, pero a veces peca de inmadura y pienso que realmente no sabe lo que quiere, al menos hasta que nos vamos acercando al final del libro. Y Kitty es simplemente adorable, tiene un carácter indómito, para tener nueve años es de armas tomar, pero es muy cariñosa y divertida, da mucha vida a la historia.
Creo que el libro podría haber sido autoconclusivo, si no fuera por esos últimos capítulos, que en mi opinión sobraban. La autora podría haber dejado todo cerrado, pero se ve que tenía en mente hacer una continuación, la cual os aseguro que leeré (ya la tengo preparada para el mes que viene), porque me he quedado con ganas de saber qué ocurrirá con Lara Jean y el resto de personajes. Como veis, A todos los chicos de los que me enamoré me ha gustado, porque cuenta una historia muy dulce que te hace sonreír y plasma de una manera muy entrañable la relación entre hermanas, a pesar de que la trama ya esté muy vista y carezca de originalidad.


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