Me ha encantado la apertura de mente con la que se tratan diferentes temas en las relaciones humanas, los debates interiores, las dudas, lo que supone amar (que no desear o poseer), lo difícil de ciertas elecciones y lo que queda atrás tras cada decisión. Me ha gustado cómo se trata de una manera igualitaria a la mujer, como personas que somos, imperfectas, mezquinas, bondadosas, temibles... no por ser mujeres, sino por ser individuos. del mismo modo que se trata a los hombres, no todos cortados por un mismo patrón, pudiendo ser heroicos, graciosos, débiles, cobardes, asustadizos o valientes. Sin roles herméticos. En cuanto al ritmo del libro, el principio me pareció prometedor, pero después hubo un trozo que se me hizo más lento y típico... hasta que todo cambia y de típico nada. A destacar, como buena amante de los dragones que soy, Morkeleb el dragón, porque los dragones siempre son destacables, y este en particular me ha conquistado. |