Las malditas

Condado de Lancaster, año 1612, época de “caza de brujas”. Una novela juvenil de ficción histórica donde los acontecimientos propios de la época se mezclan con la vida de unos personajes basados en hechos reales.

Fleetwood Shuttleworth, señora de una mansión llamada Gawthorpe Hall, tiene problemas para dar a luz. Con 17 años y tras tres abortos, su cuarto embarazo está bastante avanzado y le preocupa que tanto la criatura como ella puedan morir. Entre tanto, su marido parece estar cada vez más distante y las últimas noticias sobre algunas mujeres acusadas de brujería le producen cierta inquietud, sobretodo cuando se cruza con Alice Gray, una joven a la que contrata como su partera y que tiene un gran conocimiento sobre hierbas y ungüentos que ayudan a Fleetwood con su salud.

Aunque la trama de este libro no haya sido extraordinaria, he disfrutado mucho de la historia. Me apetecía mucho leer un libro que tuviera como tema principal la caza de brujas y este no solo la tiene, sino que ¡algunos de los hechos ocurrieron de verdad! Los juicios de las brujas de Pendle son de los más famosos en Inglaterra y la misma autora ha confirmado que algunos de sus personajes existieron de verdad, aunque no se sepa mucho de sus vidas. En este libro se nos muestra una sociedad opresora propia del siglo XVII; las mujeres se casan a una edad muy temprana y, en su mayoría, son matrimonios concertados con hombres que les sacan mínimo 10 años. Sentirse una mujer realizada era sinónimo de contraer matrimonio, tener hijos y complacer al marido y estas funciones están bien reflejadas en el libro.

Bajo mi punto de vista, la autora ha sabido plasmar la tensión que se respiraba en el ambiente durante aquellos años ya que cualquier mujer podía ser acusada de brujería, ya fuera por ser curandera, romper con las normas establecidas o encontrarse en el lugar equivocado a la hora equivocada. Sin embargo, no le he dado 5 estrellas porque sí que me ha faltado algo más de documentación al respecto, tenía en su mano los famosos juicios de Pendle y creo que el tema no ha sido bien explotado. al estar todo narrado en primera persona, las páginas se centraban en los sentimientos y preocupaciones de Fleetwood, por lo que el tema de brujería se quedaba un poco a la sombra de la narración. Aún así, el ritmo de la narración me pareció el adecuado y genera ese aire de suspense que hace que quieras seguir leyendo, con un ambiente lúgubre, sombrío y estremecedor.