Las malditas

No sé si será porque el otoño ya está aquí y en redes sociales no paro de ver cosas de la soopky season y Halloween (¿son cosas mías o cada año empezamos a prepararnos para esto y para la navidad más pronto?) pero el cuerpo me pedia mucho leer este libro. Que, por otra parte, era uno de mis eternos pendientes de la vida. Así que nada mejor que hacer caso a los instintos y seguir pa' adelante todo recto y sin mirar atrás.

Inglaterra, año 1612. Fleetwood Shuttleworth tiene 17 años y está casada con el hacendado más rico de la zona de Lancashire. Está embarazada por cuarta vez, habiendo abortado las tres veces anteriores. Y ahora sabe que es muy posible que este embarazo le cueste la vida. Desesperada por sobrevivir, contratará los servicios de Alice Gray, una joven y misteriosa curandera con la que desarrollará un poderoso e inquebrantable lazo. Sin embargo, Lancashire es ahora el escenario de una implacable caza de brujas que pone en su punto de mira a cualquier mujer que destaque o que tenga algún conocimiento medico. Y cuyo cerco acabara rodeando a Fleetwood y Alice…

Decir que el libro, desde que salió publicado en español, me llamo la atención es quedarse corto. El tema me llamaba mucho la atención porque de pequeña me mandaron leer en inglés (uno de esos libros de nivel básico para iniciarse con el idioma) un libro sobre the witches of Pendle. Y fue así como me conocí un episodio histórico que en España quizás no sea tan conocido como lo son los famosos juicios por brujería en la ciudad de Salem en el año 1692, pero que dentro de la historiografía y literatura inglesa si han llamado mucho la atención y sobre el que se han vertido ríos de tinta. A esto hay que unirle el tomo tan bonito y tan cuidado que nos trae la Editorial B al español. No soy de juzgar un libro por su portada (la mayor parte del tiempo), pero tengo que reconocer que la de este volumen es una de mis favoritas de la vida desde que puse mis ojos en ella por primera vez. Y el detalle de las guardas también me encanta. A nivel estilístico este es uno de mis libros preferidos, para que mentir.

En general, hay muchas cosas en esta novela que me han gustado y me han sorprendido para bien. Y ni que decir tiene que una de ellas ha sido la ambientación y el rigor histórico que Stacey Hall despliega en esta obra. Los hechos históricos se entrelazan con el argumento muy bien, se nota que detrás de la obra hay un gran trabajo de documentación histórica que transporta al lector a la Inglaterra del siglo XVII. Y no solo en lo concerniente a cronología, al contexto histórico y político de ese momento concreto, y los hechos acontecidos en ese entonces en Lancashire. También logra dibujarnos un fresco de cómo era socialmente esa época y de las normas religiosas y sociales que imperaban en ella. También se trazan con gran precisión los férreos preceptos religiosos y morales que dominaban a sus habitantes y como estos acabaron por dominarles de una manera que resulto dramática para un segmento de la población.

La autora logra introducirte en los entramados más hondos de la época, permitiéndote poder ponerte en la piel de una mujer de clase alta de la época, haciéndote partícipe del sentir y de la ideología de las personas que vivieron en ese exacto momento histórico, y haciéndote partícipe de cómo debía ser la vida domestica y las costumbres de ese lugar y tiempo concreto. Uno tiene el sentimiento de estar completamente integrado en esa época, de ser partícipe de la misma con una intensidad casi sensorial y plástica. Especialmente es interesante como la autora pone el foco en el papel de la mujer en la Inglaterra puritana y cuál era su situación social y legislativa. Por medio de
Fleetwood, narradora y protagonista del libro, Hall nos traslada a una época en la que la mujer veía su papel reducido a ocuparse de su hogar y ser meramente esposa y madre, en el cual no tenía ninguna posibilidad de ser económicamente independiente si no contaba, al menos, con el respaldo de algún familiar varón. Su situación quedaba supeditada, en todos los sentidos, a esos roles y a las figuras masculinas que las rodeaban, tanto si eran familiares suyos como si simplemente tenían algún tipo de influencia social o económica. Cualquier fémina que no encajara en estos roles o se escapase al control patriarcal era vista con suspicacia y recelo, acusada de hacer todo tipo de fechorías, incluso de las más inverosímiles. Cualquier mujer, de hecho, era una potencial víctima de sus circunstancias, ya fuera por ser acusadas de brujería, como de terminar pudriéndose en la miseria o, incluso, por morir dando a luz a los hijos que se esperaban que proporcionaran a sus esposos. Hall logra captar lo que suponía ser mujer en esa época, el ambiente represivo y asfixiante en el que se veían constreñidas e infravaloradas, el miedo a la incomprensión, y como la propia sociedad, muchas veces, influía para hacerlas adoptar la idea de que su deber era el obedecer y servir a sus maridos y ser la clase de esposa que se esperaba de ellas.

Tengo que decir que al principio la prosa de Hall me pareció demasiado simple y no me convencía especialmente sin llegar a ser, en ningún momento, realmente mala. No sé si fue porque quizás me costó un poco introducirme en la novela, pero a medida que esta fue avanzando empecé a conectar más con la forma de escribir en la autora. Tanto que me da la impresión de que esa mejora al compás que va madurando y evolucionando el personaje principal y única narradora del libro, Fleetwood. La forma de escribir de Hall termino por envolverme totalmente al final, me pareció que, si bien es muy directa e incide mucho en las descripciones de los lugares, muy fluida y profundamente intimista. al final, pese a sus problemas iniciales, termino por convencerme y ser una de las cosas que más me convenció del libro porque sentí que casaba muy bien con todo lo que se narraba en él .

Me ha parecido muy interesante la forma en que se han conectado los hechos históricos relacionados con los juicios de Pendle por medio de su protagonista. Es cierto que en esa época existió una tal Fleetwood Shuttleworth ,señora de Gawthorpe Hall, pero nada da la relaciona con los brujos juicios por hechicería que asolaron la región en la misma época en la cual ella dió a luz a su primer hijo. Y, por supuesto, nada la relaciona con Alice Gray, una de las nueve mujeres y dos hombres que fueron acusados de brujería, siendo la única que al final del juicio fue declarada inocente y logrando salvarse de la horca. Por medio de estas dos mujeres, reales pero ficcionalizadas, Hall nos habla de una época de prejuicios e incomprensión, en la que lo que subyace es la necesidad del rey Jacobo I de Inglaterra de controlar y subyugar a una zona de sus dominios rebelde y difícil de controlar, que no contaba con su aprobación por ello. A esto se reduce todo para los hombres y los poderosos, a controlar y conseguir sus objetivos. Para ello no dudan en subyugar a una parte de la población.

Fleetwood me ha parecido un gran personaje de principio a fin. Si hay algo que valorado mucho en este personaje es que la autora no ha caído con ella en algunos tópicos fáciles o simples. Nuestra protagonista tiene desde el principio una personalidad que, si bien es muy tímida, insegura y apocado, es muy nítidamente trazada y bien construida. Fleetwood es una chica que pese a su juventud, tiene su propio pasado, y el lector sabe como la ha afectado y comprende siempre porque actúa como lo acaba haciendo. Hubiera sido muy fácil si Hall la hubiera metido en un matrimonio meramente de conveniencia, con un marido frío o abusador, enfatizando aún más lo pésimo de la situación de la mujer al darle a ella una vida doméstica miserable. Pero aquí nos encontramos con una joven casada con un marido cariñoso y comprensivo que la ama, en una excelente situación económica y que, dentro de lo que cabe, cuenta con ciertas pequeñas libertades. Sin embargo, no todo es perfecto. A sus dificultades durante el embarazo y a la hora de dar a luz, se le suma la complicada relación de Fleetwood con su madre y que no todo es tan placido como aparenta dentro de su matrimonio. Y además, aunque está en mejor situación que la inmensa mayoría de las mujeres, aún sigue expuesta a las mismas trabas que ellas y al mismo control patriarcal.

No obstante, debo señalar que lo que menos me gustado del libro (y lo que, para que mentir, le ha quitado algunas décimas, es que hay ciertas cosas que no he terminado de creerme al final del mismo. La forma en que Fleetwood acaba reconciliándose con su pasado y con lo que descubre sobre Richard a lo largo de la novela me ha parecido muy precipitada, en el sentido de que apenas se explica muy bien cómo se da, falta que sea donde o profundice más en eso. La forma en que acaba reconciliándose con su madre me parece más creíble, ya que al final termina entendiéndola. Es en su relación con Richard donde no acabo de verlo, ya os digo que me pareció todo muy precipitado. Me queda la sensación de que eso no está ni bien atado y queda cerrado demasiado convenientemente.

Serán los propios deseos de Fleetwood por vivir y su relación con Alice lo que hará que el personaje vaya evolucionando página a página, de una forma que la autora lleva magistralmente y que resulta muy convincente y creible. Alice es un personaje no menos complejo e interesante que la propia Fleetwood. No puedo evitar quedarme con la duda de cómo hubiera sido hubiéramos percibido la historia si lo hubiéramos conocido desde el punto de vista de Alice, me queda la sensación de que de esta forma hubiera sido totalmente distinta. Y a la vez como está mi considero que esta es una de las gracias del libro, porque así este personaje queda envuelto, desde su principio hasta su final, en un aura de misterio que la muy atrayente. Lejos de hacer más lejana para el lector, logra, de alguna forma, que este conecte mejor con ella y con su amistad con Fleetwood.

En definitiva, “Las Malditas” es una novela muy bien construida, con un gran rigor histórico y una prosa fluida que hace que el libro se devore en poco tiempo. Quizás me quede, a veces, la impresión (sobre todo al principio) de que hay algunas partes en las cuales no pasa realmente nada interesante y que me han sobrado un poco. Pero es una ficción histórica que se lee muy bien y que te envuelve totalmente. Es una historia sobre amistad y auto descubrimiento, de sororidad femenina en unos tiempos en los que la incomprensión, la ambición y el miedo no invitaban a luchar por lo que era justo, tan solo a aceptar lo que hacía que uno estuviera protegido.

❗LA CAZA DE BRUJAS A EMPEZADO, ¿QUÉ MUJER SE SALVARÁ DE LA HORCA?

❤️Como bien sabes, suelo escoger mis lecturas por la portada, pues prefiero adentrarme en terreno desconocido, sabiendo lo menos posible de la historia que tengo entre las manos. Y, en este caso, me alegro de que haya sido así. Más que nada porque fue empezar a leer y sumergirme de lleno en las costumbres de esa época, en qué se esperaba de las mujeres, en cómo vivían, cuál era su papel en el mundo...  Y no nos olvidemos de los hombres, porque si la mujer tenía un papel claramente marcado en la sociedad, ellos también, y lo ejercitaban con todo su poder.

❤️Además, la autora ha sabido plasmar a la perfección la persecución real que hubo en aquella época contra las brujas, cómo empezó esa locura y todo lo que sucedió durante esos días, así como el miedo que había en la sociedad.

❤️Por esto te aconsejo que si tienes la oportunidad de leer esta maravillosa historia en una Lc lo hagas, pues hay partes del libro que tendrás la necesidad de comentar con alguien y, bueno, todas sabemos que lo que pasa cuando surge esta necesidad.

🔴Dime: ¿quién crees que tenía más libertad en 1960: las mujeres pertenecientes a familias importantes o las que apenas tenían donde guarecerse?

Fleetwood Shuttleworth es una joven de diecisiete años felizmente casada con Richard. Son ricos y viven tranquilos. Lo único que empaña la felicidad de Fleetwood es que no consigue dar a luz a un bebé vivo. Ahora mismo está embarazada de nuevo -por cuarta vez- y no se siente nada bien. al malestar físico se une el miedo de que, de nuevo, el embarazo se vea malogrado. Su malestar aumenta cuando, entre las cosas de Richard, descubre una carta que le ha enviado un médico en la que le dice que su vida corre peligro.

Afortunadamente, conoce a Alice Gray, una curandera y partera que, pese a su juventud, ya ha ayudado a nacer a bastantes bebés. Fleetwood la contrata como partera y confía ciegamente en ella. Está convencida de que gracias a ella su hijo nacerá sano y salvo. Pero las cosas se van a complicar cuando varias mujeres de la zona sean acusadas de brujería, entre ellas Alice.

La novela transcurre a principios del siglo XVII y es una obra de ficción histórica que tiene como punto de apoyo los juicios de brujas de Pendle. Éstos fueron uno de los procesos por brujería más famosos del Reino Unido y tuvieron lugar en agosto del año 1612. Nueve mujeres y dos hombres, más otra mujer que murió antes del juicio, fueron acusados y condenados por brujería. Varias de las mujeres pertenecían a la familia Device y estos son los personajes que aparecen de forma secundaria en la novela. Una de las acusadas, sólo una, fue hallada inocente. Esta es Alice Gray, la protagonista de la novela junto a Fleetwood.

La autora se basa en unos hechos y unos personajes reales pero, como se ocupa de resaltar al final del libro, “Las malditas” no es una novela histórica sino una obra de ficción histórica. Quiere esto decir que, aunque muchas de las cosas que narra ocurrieron de verdad y están documentadas, hay otras que no. Por ejemplo, Fleetwood también es un personaje real, era señora de Gawthorpe Hall, en el condado de Lancaster cuando sucedieron los hechos y tuvo su primer hijo por aquellas fechas. Pero no hay nada que indique que conociera a Alice Gray ni que, por supuesto, ésta le ayudara en su embarazo. La forma en la que la autora conecta el hecho real con el hecho ficticio, me ha parecido magistral. No sabes bien qué es lo histórico y qué no lo es; de hecho, hasta que no he buscado información, pensé que lo único real eran los hechos de base, el juicio a las brujas. Pero no me imaginaba que Alice y Fleetwood fueran también reales.

Decía al principio de la reseña que me gustaban mucho estas historias de brujas reales. Porque, al contrario de lo que pensamos, estas brujas fueron muy reales, sí. Pero no fueron brujas. Hace pocos meses os hablé de “Hierba de brujas” de Toti Martínez de Lezea; allí ya había una caza de brujas por motivos políticos y de control de territorio. Exactamente lo mismo que ocurre en el caso de los juicios de Pendle, una forma que utilizó el rey Jacobo para sojuzgar a la zona de Lancaster, la cual no gozaba de sus simpatías. Qué mejor forma que sembrar el terror acusando a las mujeres de brujería. Total, eran juicios muy sencillos porque todas acababan confesando. Y cómo no hacerlo con las torturas a las que las sometían; hubiesen confesado cualquier cosa.

El personaje de Fleetwood me ha gustado. al principio es una joven muy insegura. Es señora de una casa importante y viene de una familia también importante, pero está llena de inseguridades. La mala relación con su madre, el hecho de que se casase con Richard a los trece años y que ahora, a los diecisiete, haya perdido ya a tres bebés y, sobre todo, ciertas cosas que va a descubrir de su marido, hacen que no esté muy de acuerdo con su vida. Como se suele decir, los ricos también lloran. Aunque la vida de Fleetwood es mucho mejor que la de la mayoría de las mujeres de su alrededor, no por ello deja de ser un instrumento en manos de quienes deciden por ella: sus padres casándola con quien les interesa, su marido administrando su fortuna y haciendo lo que le da la gana, etc…

Pero, por supuesto, la situación de las demás mujeres es peor. Como por ejemplo la de Alice Gray. Una joven con conocimientos de hierbas y pócimas que tiene la desgracia de estar en el sitio inadecuado en el momento incorrecto y por ello es acusada de brujería.

Es la propia Fleetwood quien nos va a contar la historia. Evidentemente, desde su punto de vista. Nos contará lo que ella sabe, lo que va descubriendo, lo que piensa y lo que siente. Por eso, somos testigos únicos de su evolución. de cómo va despertando, enterándose de las cosas y cogiendo –aunque sólo sea en parte- las riendas de su vida. Esa mujer tímida y apocada sujeta a su marido, crece cuando tiene que convertirse en adalid de la defensa de su amiga Alice.

La ambientación es magnífica, tanto la espacial como la temporal. Los escenarios están muy bien descritos y, con las licencias necesarias para el desarrollo de la historia que quiere contar, el rigor histórico también. Ya os digo que es difícil saber qué es real y qué no lo es, qué personajes existieron realmente y cuáles no. Aunque, en realidad, casi todos existieron; otra cosa es que interactuaran entre ellos como cuenta Stacey Halls…

La prosa de Stacey Halls es sencilla pero cuidada. Los personajes están bien caracterizados, al igual que los escenarios en los que éstos se mueven con soltura. El ritmo es medio y sostenido y la novela se lee a gusto.

Conclusión final

“Las malditas” es una novela de ficción histórica que nos aporta una visión muy certera de cómo fueron los juicios de brujas de Pendle de principios del siglo XVII. Una novela con la que aprenderemos mucho pero que, además, nos hará pasar un buen rato.
Enlace: https://librosquehayqueleer-..

Stacey Halls hace su debut en el mundo literario para traernos una novela de ficción histórica basada en los ampliamente documentados Juicios de las Brujas de Pendle.

A través de un estilo exquisito, una narrativa deliciosa y una pluma elegante y fluida, Halls hace una gran labor narrativa al transportarnos a una época por demás oscura, en un contexto histórico difícil, desolado y lúgubre para recrear su versión de Alice Gray, una de las acusadas de brujería y homicidio en estos juicios tristemente célebres.

Con sus descripciones, la autora consigue transmitir al lector esos ambientes en extremo desesperanzadores y bucólicos, al mismo tiempo que desarrolla personajes bien estructurados que mantienen una tensa e intrigante trama a pesar de lo poco espectacular que resultan las acciones. de este modo, me hizo recordar a la novela de Hannah Kent, "Los Buenos", al mantener al lector expectante sin que al parecer sucedan cosas demasiado relevantes en la historia.

De todos los personajes destacaría a Fleetwood, quien realiza la narración desde su propia perspectiva, y cuyo personaje encierra una personalidad compleja. En un primer momento denota ser una mujer sencilla, sincera, de pensamientos simples basados en la condición femenina a la que está sujeta y que se muestra como una ferviente admiradora de su esposo. En ella se encuentra el prototipo de mujer sumisa, que debe obedecer a su marido y estar supeditada a él, cumpliendo con su obligación de esposa aportando un vástago al matrimonio. Este mensaje se transmite continuamente no solo a través de los pensamientos de Fletwood, sino también de las diferentes ordenes que recibe de su madre y su esposo. Sin embargo, este comportamiento se verá claramente alterado cuando un impactante suceso aborde la vida de esta mujer y la haga despertar de su letargo. Es en ese preciso momento en el que vemos a una Fletwood decidida, rebelde e independiente que lucha por lo que ella considera correcto.

Por otro lado, nos encontramos con Alice cuyo personaje es interesante por la poca información que nos regala, la envuelve un aura de misterio y parece esconder secretos turbios que poco a poco se van revelando a lo largo de la novela.

El resto de personajes son desconcertantes e inesperados, aportan un toque sorpresivo al desarrollo de la trama.

Cabe destacar que "Las malditas" no es la única novela escrita a partir de los juicios de Pendle, en el 2012 Jeannette Winterson nos compartió "La mujer de púrpura" en donde narra desde su imaginario la historia de Alice Nutter, otra de las acusadas durante esos juicios. Esto es digno de mención dado que, como punto de negativo, en mi opinión, la obra se queda escasa de información sobre los juicios, quizás debido a su narración en primera persona. Considerando que esta novela puede complementar a la reseñada.

Personalmente me ha gustado bastante y creo que la autora puede superarse si sus siguientes novelas toman el mismo calibre que esta primera.

En conclusión, “Las malditas”, es una historia femenina de amistad, lucha, justicia, secretos y perseverancia envuelta en unos parajes evocadores y mágicos de tintes turbios y bucólicos.

Sin duda, una historia muy recomendable, en especial para todos aquellos amantes de la novela histórica y en especial para quienes gustan de libros sobre brujas e inquisiciones.

Condado de Lancaster, año 1612, época de “caza de brujas”. Una novela juvenil de ficción histórica donde los acontecimientos propios de la época se mezclan con la vida de unos personajes basados en hechos reales.

Fleetwood Shuttleworth, señora de una mansión llamada Gawthorpe Hall, tiene problemas para dar a luz. Con 17 años y tras tres abortos, su cuarto embarazo está bastante avanzado y le preocupa que tanto la criatura como ella puedan morir. Entre tanto, su marido parece estar cada vez más distante y las últimas noticias sobre algunas mujeres acusadas de brujería le producen cierta inquietud, sobretodo cuando se cruza con Alice Gray, una joven a la que contrata como su partera y que tiene un gran conocimiento sobre hierbas y ungüentos que ayudan a Fleetwood con su salud.

Aunque la trama de este libro no haya sido extraordinaria, he disfrutado mucho de la historia. Me apetecía mucho leer un libro que tuviera como tema principal la caza de brujas y este no solo la tiene, sino que ¡algunos de los hechos ocurrieron de verdad! Los juicios de las brujas de Pendle son de los más famosos en Inglaterra y la misma autora ha confirmado que algunos de sus personajes existieron de verdad, aunque no se sepa mucho de sus vidas. En este libro se nos muestra una sociedad opresora propia del siglo XVII; las mujeres se casan a una edad muy temprana y, en su mayoría, son matrimonios concertados con hombres que les sacan mínimo 10 años. Sentirse una mujer realizada era sinónimo de contraer matrimonio, tener hijos y complacer al marido y estas funciones están bien reflejadas en el libro.

Bajo mi punto de vista, la autora ha sabido plasmar la tensión que se respiraba en el ambiente durante aquellos años ya que cualquier mujer podía ser acusada de brujería, ya fuera por ser curandera, romper con las normas establecidas o encontrarse en el lugar equivocado a la hora equivocada. Sin embargo, no le he dado 5 estrellas porque sí que me ha faltado algo más de documentación al respecto, tenía en su mano los famosos juicios de Pendle y creo que el tema no ha sido bien explotado. al estar todo narrado en primera persona, las páginas se centraban en los sentimientos y preocupaciones de Fleetwood, por lo que el tema de brujería se quedaba un poco a la sombra de la narración. Aún así, el ritmo de la narración me pareció el adecuado y genera ese aire de suspense que hace que quieras seguir leyendo, con un ambiente lúgubre, sombrío y estremecedor.