El curioso incidente del perro a medianoche

Tengo el mismo conocimiento sobre el espectro autista que cualquier persona de a pie. Así que no puedo comentar hasta qué punto lo que he leido cumple, deja en buen o mal lugar a la gente autista. Como la narración esta en primera persona de la mano de un protagonista así, la lectura carece de sentimentalismos, hay que encontrarla entre líneas.

Y vaya que si los encuentras. Es como un truco de magia. La atención se fija en un punto mientras la "magia" ocurre en otra parte. Mientras vemos como Christopher se desenvuelve en su día a día, tratando de averiguar quién ha matado al perro de su vecina, detrás se mueve la historia de sus padres. No es tanto el drama del niño y la muerte de ese perro, como la que montan estos dos. Son ellos los que me han tenido con el sabor agridulce en la boca hasta el final, viendo como sus actitudes repercutían sobre Christopher.

Y eso me cabrea, de ahí la parte agria de todo. Me ha parecido por un momento que el libro era una crítica, que defendía a pies juntillas los modelos tradicionales de familia. No puedo añadir mucho más, ya sabéis, porque entramos en el pantanoso terreno del spoiler.

Por último, añadir que el libro está salpicado de dibujos para entender mejor la mentalidad de nuestro protagonista, junto a problemas matemáticos que, para mi, que soy de letras, me hacían sentir bastante tonta pensando en cómo resolverlos. Pero son un detalle y un aliciente interesante y que ameniza mucho la lectura.