En esta tercera y última parte de la trilogía seguimos con el día a día de la familia Becker. Sinceramente, después de todo lo que pasa en los dos anteriores, no me podía imaginar por dónde irían los tiros. Pero ha ido muy bien, los personajes son mucho más maduros. Con Jake me he podido reconciliar; y menos mal, porque en el primer libro me gustó muchísimo. A Derek no he conseguido cogerle cariño, lo siento. Arabia y Zane son las mejores. Con Emily he tenido mis más y mis menos. Louis es el que menos sentimientos me ha generado (para bien y para mal). Y a Jack, Danielle y Jazzlyn los he adorado. En el epílogo de esta novela me maté yo. El final que estos personajes merecían. |