A medida que iba pasando las páginas se acrecentaba en mí la sensación (buena) de que el caso del asesino popularmente llamado Guardián de las Flores no acabaría nunca: presenta tantos giros impredecibles y tantas migajas que parece que nunca llegaremos a conocer el desenlace, hasta que de repente nos deslumbra con un final tan emotivo como impredecible. Nos encontramos en Galicia aturdidos sin saber qué hacer al igual que el equipo de investigadores liderado por nuestra protagonista Paola, del que somos uno más, intentando resolver un misterioso y enmarañado caso entre iglesias, leyendas y un profundo aroma a flores. Todavía creo percibir un ligero olor a camelias, muerte e intriga. Debe ser que me quedé anclada en San Miguel de Breamo contando las puntas de su rosetón y nunca más salí de allí. Escrita con un estilo limpio y muy sencillo, lo que más me ha llamado la atención es su escasa narración: todo (o la gran mayoría) sucede y se desenvuelve mediante diálogos, lo que hace de este caso algo más cercano y personal. ‘El Guardián de las Flores' brilla por su originalidad y por estar ligada a la parte más legendaria de las Fragas de Eume: varias leyendas sirven para contextualizar y prevenir los siguientes pasos del asesino en un caso en el que nada es al azar. Todo ello hilado de una manera pulcra mediante unos capítulos muy cortos; se termina esfumando en un abrir y cerrar de ojos, y solo queda un aroma a justicia, flores y nostalgia. Muy recomendable y adictiva. Enlace: https://leteonoticias.com/20.. |