El libro nos da un recorrido de 250 años en la historia de la esclavitud, específicamente en tierras de las etnias Asante y Fante, lo que hoy conocemos como Ghana (país donde nació la autora). Lo hace a través de dos líneas de descendencia, una especie de árbol genealógico donde por generación tendremos un relato avanzando y conociendo así desde el comercio de esclavos por parte de países europeos, cuando hacían "alianzas" con ciertas etnias, hasta los años 80. Un viaje entre África y Estados Unidos, pequeñas viñetas que nos dejan ver los cambios políticos y sociales en un tema que hasta el día de hoy sigue con el racismo, la brutalidad policial, las políticas de desigualdad social, laboral y educativa; y aún más preocupante con los 40 millones de esclavos que al día de hoy existen en el mundo de acuerdo a los datos de globalslaveryindex.org Este libro se lee fácilmente, aun cuando son historias emocionalmente fuertes. En cuanto a los personajes, uno entiende que son la representación de miles de personas y aunque apenas vemos un vistazo de su vida, llegamos a empatizar con cada uno y de esa manera con millones de personas en la historia. |