Helena llega a Serralles, el pueblo donde pasaba sus vacaciones de niña para casarse y reencontrarse con su familia. Allí se encontrará con Marc, su amigo de la infancia y encontrará refugio en una librería entre libros, tés y bollos. Me habían recomendado a esta autora por varios lados y ha sido todo un descubrimiento, escribe muy bonito y esta novela me ha hecho tener una sonrisa todo el rato, la he devorado literalmente. Necesitaba leer una novela feelgood, género que me encanta si está bien escrito y esta lo está. No será la última novela que lea de la autora. ¡Muy recomendable! |