Eslabón

Uno de mis objetivos al dedicar mi tiempo libre a leer y reseñar en este rincón literario es traer libros diferentes que no se suelen ver en los grandes catálogos editoriales o en las estanterías de enormes cadenas comerciales. Simplemente, para mí ya es un placer descubrir un libro del que nadie o muy poca gente ha oído hablar. Y además tengo otro “problema” a la hora de elegir lecturas y es que me dejo llevar por mi vena superficial y con una portada llamativa, el libro en cuestión me tiene bastante ganada. Sin embargo, desde que la vi por primera vez tuve claro que mi objetivo con esta novela era conocer por fin a Lucía G. Sobrado como autora y que descubrir una historia inolvidable podía ser solo un efecto colateral. En general, es un buen libro y una buena historia, con buenos personajes, buenos giros y una narrativa resuelta, así que los matices que determinen el nivel de disfrute ya dependerán de lo que estéis buscando o del momento en que decidáis leer este libro.

La premisa de la que parte la historia apunta muy alto: Katerina, una chica esclava en un mundo dividido por sectores y comienza de una manera tan potente como es posible spoiler→un intento de violación←fin del posible spoiler. A partir de ahí, yo me esperaba algo más dramático o al menos un libro sobre una persecución angustiosa huyendo por todos los sectores cuando el antiguo amo de Katerina se obsesiona con ella. Pero no, lo que me he encontrado es un libro lleno de acción, con el esperado romance, juegos de alianzas, relaciones que se van formando entre amigos y aliados y la evolución de la protagonista desde su rol de esclava sumisa a guerrera entrenada en una academia paramilitar clandestina a la que no le importa que sus alumnos vayan muriendo durante el curso. Dicho todo esto, la trama es tan entretenida como aparenta aunque en mi caso me ha faltado algún tipo de ingrediente (no sé si de trama o de técnica narrativa) que me hiciera no querer soltar el libro, algo que lo volviera adictivo de alguna manera pero creo que en el fondo le ha restado que se pareciera a otras muchas, muchísimas, distopías con esta misma trama: que no es algo tan original como aparenta.

Por otra parte, Katerina es quien va narrando todo lo que le va ocurriendo y sintiendo, así que es a la única a la que llegamos a conocer a fondo. Como protagonista tiene algo diferente que no sabría definir, pero en realidad no ha llegado a destacarme del todo. Aunque con esto no quiero malinterpretaciones: es un personaje muy trabajado, con una evolución evidente por todo el arco argumental que le toca padecer y está claro que Katerina no es la misma chica que dormía junto a su mejor amigo Jon y dependía de su madre en la mansión de sus amos a la chica fuerte y decidida que sale de la última página. El resto de personajes también están muy bien retratados y tienen una construcción muy detallada que se va entreviendo durante toda la novela, aunque hay algunos tan ambiguos que no sé ni qué pensar de ellos, como es el caso de Alec o de May. Su personalidad no está pensada para caer bien, aunque sus acciones y decisiones están bien justificadas en todo momento dando coherencia a sus tramas sin que apenas sepamos nada de sus historias personales, aunque a la vez es que tampoco sabía cómo podía actuar cada uno en el siguiente capítulo. Supongo que el desarrollo de estos personajes es algo que se verá en la continuación y final de la bilogía.

Sin embargo, como he adelantado en líneas anteriores, creo que lo que más me ha ralentizado en mi lectura ha sido que se parecía demasiado a otras distopías de acción sin intentar ser algo con esencia propia. He tenido la sensación constante de que es una novela creada como con retales de otras como Divergente, Arena roja, La maldición del ganador, Amanecer Rojo o Una llama entre cenizas, que mezclan todas ellas el tema de la esclavitud, las castas o clases sociales, una pareja central para incluir el inevitable romance y el entrenamiento en una academia paramilitar con la que convertir al protagonista de turno sin dotes para el combate en un guerrero profesional si logra sobrevivir a sus despiadados superiores. Es un esquema tan repetido que cada vez que inicio una historia de este estilo, soy consciente de que de que va ser difícil sorprenderme con algo innovador. Pese a esto, sí que noto retazos innovadores y muy inclusivos, como personajes principales bisexuales y solo hay que ver la portada para ver el tono de piel de la protagonista.

Por último, tengo que mencionar la solvencia con la que se mueve la autora en la narración y cómo juega bien con los tiempos y los ritmos de tensión en cada capítulo, además de dejar un as en la manga para el último párrafo de la novela con el fin de enlazar de alguna manera la segunda parte y prepararnos para el final de la bilogía. Ha sido un cliffhanger que no he visto venir pero que a la vez ha servido para explicar la sensación de vacío que me dejó en su momento el hecho que lo motiva. Tengo la esperanza de que la continuación se aparte un poco del prototipo de distopía juvenil (como por ejemplo sería la inclusión de un buen villano y no solo “el sistema” en general para derrocarlo) y sobre todo, que desarrolle algo más el worldbuilding porque la sensación final es un poco de laguna en ese sentido. Aunque como digo, el libro se deja leer sin ningún problema porque es entretenido, tiene personajes enigmáticos y una trama fluida, escrito de manera muy efectiva y con una edición sin erratas, así que lo demás serían pluses para disfrutarlo más.

En otras palabras, ha sido una buena lectura para pasar unos días entretenidos y con la que conocer a una nueva autora aunque, para mi gusto, quizás demasiado similar a otras historias del género que poco aporta de nuevo por sí misma (aunque está claro que esto es una percepción muy personal al haber leído muchas distopías del estilo). Si os ha llamado la atención por la premisa, creo que el libro tiene muchas probabilidades de encantaros porque respecto a la conexión con los personajes, ya sabéis, a veces es una lotería. Así que por dejarlo claro, es una buena recomendación para habituales del género, para aquellos que queráis conocer una nueva voz nacional y también para aquellos que no queráis leer largas sagas juveniles pero os gusten las tramas bien desarrolladas. Con este libro, acertaréis casi de seguro.
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“Eslabón” es la primera parte de una distopía juvenil al estilo Divergente o Los juegos del hambre. Con una sociedad muy bien construida que se nos va presentando poco a poco, donde unos pocos viven como reyes creyéndose con el derecho de destrozar la vida de aquellos a los que usan como esclavos.

El tinte juvenil se ve reflejado, principalmente, en las actitudes de los personajes un pelín exageradas en algunos momentos. de hecho debo admitir que he tenido mayor conexión con los personajes secundarios, en su mayoría muy carismáticos y con una magnífica construcción, que no con los protagonistas.

Estamos ante un libro que no deja lugar para el aburrimiento. Encadenando acción tras acción mantiene al lector en un estado de tensión constante que te insta a no soltar el libro hasta llegar al final (aquí una servidora se lo leyó en un solo día).

La historia contiene bastante romance. Un romance un poco forzado en mi opinión, pero que probablemente sea del agrado de aquellos lectores más acostumbrados a leer historias con relaciones algo complicadas. Aun así, reconozco que tampoco es algo que me haya resultado molesto ni desagradable. Las relaciones románticas no llegan a entorpecer ni opacar la trama, por lo que son tolerables incluso para aquellos a los que no nos gustan demasiado este tipo de escenas.

En definitiva es una gran lectura para aquellos a los que, como a mí, les gusten las historias en las que los protagonistas tienen que pasar pruebas y superar obstáculos para labrarse un futuro. Una de esas historias en las que los personajes evolucionan a raíz del sufrimiento, en la que deben echar mano de su espíritu de superación para lograr sobrevivir. Y si encima sois de los que os gusta que las novelas contengan un poco de romance, ¡tanto mejor! 

Hacía mucho tiempo que no me adentraba en el mundo de las distopía, y qué mejor manera que hacerlo con una historia nueva y original. ¡Recordad que arriba tenéis la sinopsis!

La trama comienza muy fuerte y conectándonos de forma directa con el mundo y con la situación actual de la protagonista. La introducción me ha encantado, y he quedado maravillada con el característico sistema de organización que ha creado la autora. Quizás se me ha hecho muy cuesta arriba cierta parte de la novela que es un punto de inflexión entre el pasado y el futuro de la protagonista, aunque es necesario ese pequeño parón en los acontecimientos, ya que sin dicha parte nada de lo que sucede a posteriori tendría sentido. Por lo demás, todo ha sido una novela llena de emociones y sentimientos.

El ritmo de lectura es ágil, por eso la novela se lee en un suspiro. Con respecto a la ambientación, nos hacemos una idea general del escenario, aunque algunas escenas tienen mejores descripciones que otras.

Hay una infinidad de giros argumentales en esta historia, detalle que me parece genial, ya que en ningún momento puedes predecir en qué línea van a seguir los sucesos (y ya sabéis que esto me encanta).

Por otro lado, también he quedado maravillada con el desenlace que da pie a la segunda parte de esta bilogía, la cual parece ser que seguirá llena de acción, drama y aventuras.

La protagonista de esta novela, Katerina, me ha convencido. Es cierto que a veces no toma las mejores decisiones de su vida, pero esto esto lo que pasa cuando la vida no te ayuda en nada y solo hace oprimir todos tus planes; Katerina lucha una batalla a contrarreloj por su supervivencia. Además, es una persona muy fuerte, decidida y a su vez muy humana y con sentimientos que no duda en mostrar.

Hay un chico que entra en la vida de Katerina que, si bien no es un mal personaje (de hecho, tiene una curiosa evolución), no he logrado conectar con su forma de ver la vida; me ha desesperado mucho. Hay algunos personajes secundarios que son muy relevantes e interesantes, pero que se quedan en pequeñas pinceladas porque no logramos adivinar su carácter real o su verdadera misión en esta historia. Cumplen la función de motivar las decisiones de la protagonista, pero me han dejado con ganas de más. En general, todos los personajes de esta novela se van desarrollando de forma paulatina; sin prisa pero sin pausa.

Uno de los puntos más fuertes de este libro es la pluma de la autora, de verdad, me enamoró desde la primera página. Su estilo narrativo es ameno y atrapante. Además, su forma de expresarse es clara y concisa.

Eslabón es una distopía que promete mucha acción y aventuras. La protagonista nos muestra que no siempre la vida nos lleva por el camino que queremos, pero que podemos luchar con todo los obstáculos si nos lo proponemos.
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[edit]
Si eres amante de las tramas dinámicas, de que la acción sea un no parar y te gustan las novelas distópicas, este es tu libro.

En ningún momento (repito: NINGUNO) ha habido espacio para que el lector respirara y eso es una de las cosas que me ha fascinado de esta historia: que siempre había un suceso nuevo en la próxima página. Desde el minuto cero hasta el último, la autora ha conseguido mantener una fuerte dosis de acción permanente que hace que la novela sea un vicio y no puedas soltarla hasta llegar al final.

A esto se le suma la narración de la autora que me ha parecido muy acertada para este tipo de novela dinámica. Tiene un estilo directo, que no se detiene en un lenguaje muy embellecido o casi poético, sino que las descripciones son realistas y directas al grano.

Lo que me ha fallado en esta historia, sin embargo, han sido los personajes. Antes de nada, quiero aclarar que esto es una cosa personal mía porque suelo preferir personajes por encima de trama. Está narrada en primera persona por su protagonista, Katerina. al ser una narración en primera persona, según que lectores, algunos se sentirán identificados o empatizarán con la voz de su protagonista, o no. En mi caso, es una postura intermedia: he logrado empatizar con el personaje de Katerina y su situación, pero no me ha llegado a calar. Realmente, ninguno de los personajes me han calado especialmente ya que, al tener tanta importancia la trama y la acción en esta historia, el desarrollo de los personajes muchas veces se queda en un segundo plano. Todo el rato sentía que realmente a estos solo se les conocía a través de la percepción de la protagonista y que si X personaje no era del agrado de Katerina, por consiguiente, no sería del agrado del lector, como es lógico las narraciones en primera persona. No obstante, eso limita al lector el poder formarse una opinión propia y objetiva sobre los personajes. Insisto que esto es una cosa personal mía, pues yo siempre soy más partidaria de las historias de personajes por encima de las de trama.

A pesar de ello, ha sido una historia muy entretenida y adictiva y estoy deseando saber que es lo que pasa en su segunda parte, "Cadenas".
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Tenía un montón de ganas de leer este libro porque siempre he sido muy fan de las distopías. Empecé leyendo juvenil gracias a Los juegos del hambre y hacía mucho tiempo que no leía un libro de este género, así que la lectura conjunta que organizo para la editorial era el momento oportuno. También tenía muchas ganas de leer a la autora, pero la verdad es que me ha decepcionado bastante este libro y no me ha terminado de convencer. Aunque no descarto leer su segunda parte porque el final me ha dejado con la boca abierta.

Katerina trabaja para su dominus como esclava en Sector Gamma. Cuando el hijo de la casa cumple dieciocho años, la reclama como su esclava, pero una serie de acontecimientos hará que huya de allí junto a John, otro esclavo de la casa. sangre de vez en cuando para que los mordedores puedan seguir aprovechándose de la humanidad. En Sector Delta las cosas no mejoran, John tendrá que combatir en peleas de boxeo para que ambos puedan sobrevivir. Allí Katerina conocerá a Alec y May, dos misteriosos jóvenes que le demostrarán ser más de lo que aparentan, para bien y para mal.

Para que os hagáis una idea, Eslabón es un poco una mezcla de la trilogía de Los juegos del hambre con Divergente. El mundo que ha creado la autora es una pasada y me ha parecido interesante, solo que esperaba un mayor desarrollo, que espero que se dé en la segunda parte. Conoceremos todo el mundo desde la perspectiva de Katerina en primera persona de presente, no suelo ser muy participe de las narraciones así, pero en este caso creo que es lo ideal para que la historia avance con ritmo. Aunque ha habido un par de cosas que no me han terminado de gustar: los adjetivos antes que sustantivos, un capítulo (solo uno) desde el punto de vista de otro personaje, mezclar tiempos verbales de presente con pasado, una escena de acción contada con cuenta gotas...
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