Debo decir que algo me pasa con esta autora, algo lindo. Segundo libro que leo de ella y siempre, siempre me hace sonreír. Sus libros son simples, bellos, de fácil lectura, lo que no significa vacíos, y te dejan un sabor dulce en el corazón. Amé cada personaje, quise estar en esa casa con ellos (ya entenderán a cual casa me refiero cuando lo lean). Mónica Gutiérrez siempre me despierta el anhelo de “pertenecer”, y creo que no es algo fácil. Sus historias me llaman, me invitan y me siento muy confortable en ellas. Casi como si fueran escritas para mí. En las historias de Kate y Don encontré un abanico de sentimientos: amor (el de la familia incondicional …y del otro también), amistad, hermandad, compañerismo, lealtad y algo de intriga. Quise retrasar un poquito el final, quedándome con ganas de un poco más cada día. Me resultó muy ameno y fresco que los capítulos estuvieran divididos según el relato de cada uno de los personajes principales. En resumen, me gustó mucho y me hizo feliz…qué más se puede pedir de un libro? |