Madame Bovary

La historia gira entorno a Emma, una joven soñadora que aspira a convertirse en la protagonista de una de sus novelas de amor, ir de baile en baile, saboreando la ostentación y los lujos de la nobleza.

Tras conocer a Charles, quien había ido a curar la pierna de su padre, cree sentir aquel cosquilleo de los enamorados y las brisas de la libertad. Lamentablemente, el destino suele ser cruel, lo que parecía ser una rosa con aroma dulzón terminó siendo una ortiga la cual con el tiempo se irá marchitando.

“Madame Bovary” estuvo dos años en mis estanterías esperando me dignara a leerla. de a partes me intimidaba Flaubert, por otra no era el momento de leerla. Como creo ocurre en nuestra vida, los libros ocupan un tiempo y un lugar especial en nuestra existencia. No podemos forzarnos si no le ha llegado el turno.

En mayo le tocó, prevenida que podría ser una montaña rusa de sentimientos respecto a los personajes. Conseguí empatizar con Emma, al fin y al cabo era una simple chica de campo, poco conocedora del mundo que quería vivir su vida de otra manera a la de la mayoría de las personas a su alrededor, dejándose asaltar por emociones fuertes, aturdida por las voces del teatro y la música de los bailes, nadando en las páginas de la literatura y deseando fervientemente conversar sobre temas más allá del clima.

Fue otra mujer más que vislumbro la salida mediante el matrimonio e ingresó a una casa fría de pasión, cargada de obligaciones de mujer, esposa y madre.

Su personaje denota una evolución tremenda, vislumbrando sus raíces en lo más profundo de su alma. Podrían decir con los años se degeneró, se convirtió en un ser perverso, adúltero, embaucador, ese es el discurso del sistema patriarcal, el cual la condicionó a ser quien fue y nos influye a nosotros, lectores, a verla de esa forma.

La prosa de Flaubert es sumamente conmovedora, estimulante, entramando la poesía a descripciones minuciosas, referenciando el arte en todas sus formas, transportándote a la carrera para la casa de Rodolphe o al banco en el cenador junto a Charles.

“Madame Bovary” es una novela que disfruté, y recomiendo.