Narrada a dos voces, que hacia el final convergen en una sola, en la orilla narra una historia de venganzas, desencuentros y canalladas, pero también de redención, en el marco de un Estado opresivo, que sirve de instrumento para castigar. Zánzibar, el símbolo de la opresión, Inglaterra, de la hipocresía y el colonialismo que ve con ojos de superioridad a su ex colonia. Saleh Omar, la voz principal, toma el nombre de su némesis Rajab Shaaban Mahmud para pedir asilo y, más de treinta años después, se encuentra con el hijo de este, también refugiado, Latif Mahmud, entre ambos descubren una historia sórdida de venganzas y malquerencias. Muy muy recomendable, lástima la pésima traducción.
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