Lo acabé anoche de un tirón y casi sin respirar. Si no llego a saber que la ha escrito Claudio Cerdán, no lo hubiera adivinado. Antes que éste leí Sangre fría y es un cambio de registro total. Si el anterior era un derroche de sangre y humor macabro (que me encantó) éste es un thriller muy diferente a lo que haya leído hasta ahora. Novela negra cuyo protagonista vive atormentado por la desaparición de su hijo hace unos años. Es duro y a la vez es una llamada a la esperanza, el dolor de un padre o una madre a la pérdida de un hijo es una experiencia que nadie debería de vivir. Aún así, no es monótono ni triste, al contrario, se lee de un tirón teniendo la incertidumbre de qué va a pasar. Muy bueno. |