Era obvio que a lo largo de los años que habían pasado juntos se había formado una opinión de su carácter. Y que sin que él lo sospechara siguiera, había confeccionado una lista de todos sus defectos. No le gustaba, pero así y todo había trabajado para él cinco años. ¿Por qué? Intrigado, Harry estudió su delicada silueta mientras la veía alejarse de allí, y se dio cuenta de que esa nueva relación que iban a iniciar como iguales estaba en desventaja. Ella sabía muchas más cosas de él que él de ella. Algo tenía que hacer para equiparar las cosas y se dijo que debía empezar a investigar cuanto antes. Echó una especulativa mirada a las caderas de la muchacha. Todo en aras de la equidad, por supuesto. |