Los guardianes

En la América blanca, las cárceles son buenos lugares donde los malos pagan por sus crímenes. En la América negra, se utilizan con demasiada frecuencia como almacenes para mantener a las minorías fuera de las calles.

Duke Russell no es culpable de los crímenes atroces por los que se lo condenó; sin embargo, está previsto que sea ejecutado por ellos dentro de una hora y cuarenta y cuatro minutos. Como siempre durante estas terribles noches, el reloj parece ir más deprisa a medida que se aproxima la hora final. He sufrido dos de estas cuentas atrás en otros estados. Una de ellas se completó y mi defendido pronunció sus últimas palabras. La otra se anuló con un desenlace milagroso.

Me he cargado con la culpa de que haya gente inocente pudriéndose en prisión mientras violadores y asesinos deambulan en libertad.

La jubilación es un mal castigo.

Los malos tiene dinero ilimitado y pueden contratar mejor vigilancia.

La cárcel es una pesadilla para quienes la merecen. Para lo que no, es una lucha diaria por mantener cierto nivel de cordura

En la cárcel las lealtades varían cada día y cuesta guardar los secretos.

Los hombres encerrados siempre inventarán nuevas formas de hacerse daño unos a otros.

Este oficio puede ser un tanto turbio. Nos vemos obligados a tratar con testigos que han mentido, policías que han colocado pruebas, peritos que han engañado a los miembros del jurado y fiscales que han sobornado a testigos para que cometan perjurio. Nosotros, los buenos de la película, a menudo nos encontramos con que ensuciarnos las manos es la única forma de salvar a nuestros clientes.

La cárcel es una pesadilla para quienes la merecen. Para los que no, es una lucha diaria por mantener cierto nivel de cordura.