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La última bala de plata, de Arwen Grey, es una historia del Lejano Oeste en estado puro y la acción está tan bien ambientada y descrita que hasta John Wayne se sentiría en ella como en casa. La novela no es demasiado extensa pero está llena de personajes increíbles, en especial sus dos protagonistas, Gereon y Arabella, que llevan al lector hasta un pueblo gobernado por una rica y poderosa familia acostumbrada a hacer su voluntad con todo y con todos. Sin embargo, esta pareja no se deja amilanar y les harán sudar lo suyo porque menudos son ellos. Me gustaría destacar a Fang porque es el contrapunto perfecto para la trama y resulta divertido ver a alguien tan fuerte y decidido como Arabella quedarse totalmente desconcertada ante su mera presencia. La única pega, por llamarlo de alguna manera, que le pondría al libro es que la autora no nos desvela qué pasó con cierta mujer hasta que Arabella se la encuentra en una habitación de hotel aunque, como no hace falta ser muy avispado para imaginárselo, tampoco pasa nada. |
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