Viajes con mi tia/ Travels with my Aunt

Este, de alguna forma, no es el típico libro de Graham Greene (aunque de alguna forma lo es): el escenario no es algún lugar exótico como el Congo ("Un caso acabado") o Vietnam ("El americano tranquilo") en el que vive un inglés solitario en busca de aventura o redención. Buena parte de la trama sucede en Londres pero, a diferencia de "El ministerio del miedo" o "El factor humano", el protagonista es una persona bastante metódica y monótona sin ninguna relación con espías o policías. Hasta que conoce a su tía de 75 años.Quizás en 1969, fecha en que se publicó la obra, la idea de una anciana que tiene un amante negro o que está metida en negocios ilícitos llama la atención o, por lo menos, nos hace esbozar una sonrisa. Temo que actualmente una pareja formada por una viejita y un tipo que tienen aventuras recorriendo desde París hasta Estambul, desde Milán hasta Paraguay no necesariamente nos emocione (Cfr. con "Para o mamá dispara" de Stallone)Sin embargo, la historia es entretenida, tiene emoción y algunos buenos momentos. Creo que pocas novelas (Quizás "Los detectives salvajes" o "La vuelta al mundo en 80 días") tienen a sus protagonistas viajando tanto por tres continentes. Algo que no me agradó mucho fue las extraordinarias casualidades de encontrarse siempre con muchos de los personajes secundarios en situaciones inverosímiles en los lugares más diversos del globo, un azar excesivo que quizás haría sonrojar al mismo Auster. Ello, sumado a lo predecible de la revelación final (yo que nunca en mi vida he adivinado un final) fueron algunos de los puntos que no me gustaron. Y es raro porque Graham Greene no suele ser tan predecible en otras ocasiones con los desenlaces.Por momentos, pensé en ponerle cuatro estrellas, pero lo que he mencionado me tiró para atrás.