 |
La historia nos presenta a Aza, una chica (ya de por sí, casi todas las historias de Green suelen estar contadas desde el punto de vista de un chico, así que fue distinto) que tiene una obsesión por las enfermedades, cosa que la mantiene atrapada en una espiral de la que no puede salir y que cada vez se estrecha más. Tras años sin verse, debido a un impulso de su mejor amiga, ella se reúne con Davis, un amigo de la infancia que está pasando por sus propios problemas. Su padre, un empresario bastante turbio pero igualmente rico, desapareció de la noche a la mañana, dejando únicamente unas pocas pistas sobre su paradero. No hay mucho más que decir, la historia se centra en cómo estos dos personajes van evolucionando gracias a la presencia del otro. Tiene muchísimos guiños a Star Wars, cosa que me encantó. Eso sí, te deja mucho qué pensar, ¿qué tan dueños somos de nuestras propias vidas? ¿Somos acaso la sumatoria de muchas circunstancias? Más que un libro que resalte por su trama, su fuerte es aquello. Aza es una chica solitaria y le da muchas vueltas a temas que en ocasiones pasamos por alto. También deja una importante crítica acerca de las personas que tienden a subestimar la importancia de la salud mental. Admito que, por momentos, se me hizo un poco pesado. Había ratos en los que disfrutaba muchísimo del libro y de golpe estaba como “oh, por favor, termina de una vez”. En general, tengo un problema con Green, sus libros me gustan y no sé por qué. Generalmente puedo decir “me gustó la trama” o “me gustaron los personajes”, pero con sus libros siempre me pasa lo mismo, me deja un buen sabor en la boca pero no sé exactamente por qué, y si lo pienso, no encuentro la respuesta. En fin, es un tema interesante a profundizar. Si buscan algo para pasar el rato, les diría que le den una oportunidad pero, si no lo leen, tampoco es el fin del mundo. |
>
