Los absolutos: El legado

Sería el amigo que todos necesitaban, dejando a un lado las penas y los tormentos. Pero para ello, tenía que haber un cambio dentro de sí mismo. «¿Y qué mejor manera de cambiar dentro, que empezando por fuera?», se preguntó.

Le parecía increíble cómo tantos años de enemistad habían sido borrados por un dolor y una meta en común.

“Aunque tengamos un don especial, todos seguimos siendo humanos”.

-Eres increíble -le dijo Arturo.
-Tanto como tú, empieza a creértelo y a quererte tanto como te apreciamos los demás.

La organización se había encargado de ello, de convertir a huérfanos robados en expertos ladrones, siendo ellos los primeros en haberles robado lo único que durante dieciséis años había sido suyo: su identidad.

Cada uno es diferente, las cosas no son blancas o negras, entre esos dos colores hay una enorme gama de grises para poder representarnos a todos.

Me has dado piernas para huir de mis miedos.