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Floreal Mazía (Traductor)
ISBN : 8420689858
592 páginas
Editorial: Alianza (30/10/2014)

Calificación promedio : 4.38/5 (sobre 55 calificaciones)
Resumen:
Llegado a los últimos años de su vida y temeroso de caer asesinado víctima de una conspiración, el emperador Claudio (o " Clau-Clau-Claudio " , o " Claudio el idiota " ) decide consignar por escrito su larga y azarosa vida desde los días en que gobernaba su tío abuelo Augusto, a cuya sombra su esposa Livia movía los hilos del poder. En esta novela inolvidable vemos desfilar delante de nosotros todo el esplendor y miseria de los primeros años de... >Voir plus
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Críticas, Reseñas y Opiniones (15) Ver más Añadir una crítica
cebazzano
 15 November 2018
"Al fin y al cabo no existe la historia; no hay más que la descripción de la vida." (Ralph Waldo Emerson).

Pocas veces me encontré con un libro que me haya apasionado tanto como esta magnífica obra de Robert Graves que he tenido el gusto y el placer de leer, lo que resulta inaceptable es que este maravilloso libro haya quedado tanto tiempo relegado en mi estantería sin que le prestara la atención que se merece. Desde siempre, cuando escuchaba hablar de ficción histórica (o novela histórica) recuerdo haber oído hablar sobre un Señor Libro titulado Yo, Claudio, que era, según decían un deleite. Lo encontré en una librería, lo compré y ahí quedó olvidado en mi estantería, hasta que este año impulsado por el disfrute que me produjo la lectura de la novela Juliano el Apóstata de Gore Vidal, libro que el mismo autor reconoce estar escrito tomando como referencia al de Robert Graves, resolví desempolvarlo y leerlo. No pude haber tomado una mejor decisión al respecto.

En esta magnífica novela Robert Graves nos traslada a la primera época del Imperio Romano, si bien el inicios de la época imperial ya han pasado, estamos en el germen de aquello que llegó a ser el mismo con posterioridad. Claudio, relegado por la familia a un segundo plano a causa de su cojera y su tartamudeo, se toma el trabajo de contarnos su vida, desde su nacimiento hasta el momento en que, inesperadamente, es elevado al trono imperial. Robert Graves se sirve así de una voz autorizada, al tratarse de un testigo de primera mano, para relatarnos los avatares y pormenores de los reinados de Augusto, Tiberio y Calígula, relatándonos tanto la situación general y política del imperio (a veces con demasiados detalles), los pormenores de la vida doméstica y sus quehaceres personales.

En este punto debo señalar que no han de confundirse las cosas. Esta es una novela no una obra histórica, pero ello no impidió a Robert Graves documentarse exhaustivamente para escribir tanto esta obra como su secuela, por ello debe entenderse que ciertos hechos pudieran ser ficticios. En puridad, salvo por las crónicas que han sobrevivido de ese tiempo, no tenemos forma de conocer muchas cosas, imagínense si ya resulta difícil la escritura de un libro bien documentado sobre eventos ocurridos cincuenta años atrás cuanto más lo será respecto a una época tan remota como la del Imperio Romano. Así pues, el diario del emperador Claudio, es en realidad una construcción maravillosa derivada de la imaginación portentosa de Robert Graves y del hábil trabajo de documentación que éste realizó.

Aunado a lo expuesto al final del párrafo anterior he de decir que, si bien esta es una obra de ficción y muchos hechos pueden ser ficticios, el autor nos los relata con altas dosis de realismo, ya que mucho de lo expuesto ha sido corroborado en otras excelentes obras de no ficción, como la biografía de Augusto escrita por Anthony Everitt (Augusto: el primer emperador, reseña aquí), como ser por ejemplo, el divorcio de Tiberio y Vipsania y el hecho de que éste siguiera enamorado de la misma mucho después de su divorcio y el exilio voluntario de éste.

Resulta extraordinaria la habilidad de Graves para trabajar con datos históricos y sobreponerlos a los ficticios, para trabajar el carácter y la complejidad de cada personaje (si bien ya contaba con apoyo de obras históricas para tal menester) y, por sobre todo, para relatar evento tras evento en un libro de casi 600 páginas sin abrumar con la cantidad de datos, ni aburrir tan solo un instante. Ciertamente loor a quien loor se merese: Robert Graves fue portento.

Por otra parte, la caracterización de Claudio es magnífica, su personalidad es tan rica, tan compleja, y todo ello está tan bien trabajado que incluso nosotros que vivimos 2000 años después, tras leer este libro podemos decir que conocemos a Claudio como quien lo ha tratado toda la vida. Más allá de la historia del Imperio Romano que se nos cuenta, considero que Claudio es un ejemplo de perseverancia y superación de las adversidades. Su cojera, su tartamudez, el desprecio de su familia que lo consideraba un ser abyecto, afectado de epilepsia, las burlas hacia su persona de parte de su propia madre cuando no era más que un niño, no le impidieron llegar a ser un estudiante brillante, un gran estadista, un buen estratega militar, y un emperador razonablemente bueno, las fuentes que he consultado le reconocen diversos logros al frente de la administración de un estado tan colosal como lo era el romano. Si dejamos de lado su azarosa vida privada (se casó en cuatro ocasiones), puede decirse que fue un buen gobernante, mejor que muchos de la actualidad.

En ciertas partes he de decir el libro se torna un tanto pesado y la lectura cansa un poquito, pero no me malentiendan, de ninguna manera resulta aburrida, sino que en partes pareciera como que estamos leyendo una antigua crónica repleta de detalles y nombres más que el relato de los hechos acontecidos, pero pienso que es parte de la riqueza de la obra. Como soy un romanófilo empedernido esta obra me permitió conocer más de cerca a un emperador del que siempre había oído hablar bien, ahora iré en busca de buenas obras de no ficción acerca del mismo a fin de profundizar dicho conocimiento.

Más allá de todo, es la primera vez que veo a un emperador romano retratado como un simple ser humano, olvidado, relegado, afectado de diversas taras y sin ese carácter todopoderoso con que la figura sería tratada a posteriori, Gore Vidal procede de manera similar con Juliano, pero el mismo exagera ciertas habilidades de su personaje, lo magnifica en ciertos puntos y da a entender que estaba destinado a reinar y por ello todos los caminos se le abrían. No sucedió eso con Claudio a quien su fama de "tonto" le evitó la muerte y llegó a emperador muy a su pesar. Por todo eso, empaticé con Claudio como no lo hice con ningún otro emperador.

¿Quieren conocer como era la vida cotidiana en los primeros tiempos del Imperio? Den una oportunidad a este libro y permitan que Robert Graves y Claudio los guíen en los entresijos del poder romano, conocerán de primera mano las conspiraciones, las tramas ocultas y todo aquello que sucedía de puertas para adentro. Si gustan de la novela histórica este libro, que ha venido a ser un verdadero clásico del siglo XX, es imprescindible.

Lectura altamente recomendada.
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smartinez143
 09 September 2023
"Yo, Claudio" es una novela escrita por Robert Graves y publicada en el año 1934. Hubo una mini-serie inspirada en ella.
Creía que el género histórico no era lo mío, pero me he encontrado con grandes novelas de este tipo, como "La trilogía de Trajano", " El sanador de caballos", "El hereje", " Sinuhé el egipcio "y esta que voy a reseñar, entre otras.
Uno de los aciertos de la novela es la elección del narrador, ya que es contada en primera persona por el mismísimo emperador Claudio, que nos explica las vicisitudes por las que pasaron sus familiares, pertenecientes a la dinastía Julio-Claudia. En la novela se tratan los reinados de tres emperadores: Augusto, Tiberio y Calígula.
Uno de los principales temas de esta obra es la contraposición entre la época de la República, en la que supuestamente gobernaban hombres virtuosos, y la época de la monarquía, que se caracterizaba por los asesinatos de los emperadores hacia sus enemigos o los que suponían algún obstáculo para ellos, incluyendo hijos y nietos;así como por la corrupción política, social, sexual, etc. La monarquía derivaba hacia la tiranía, como ocurrió durante los reinados de Tiberio y Calígula.
Me ha gustado mucho la novela, aunque me ha asqueado la podredumbre reinante. Los personajes están bien caracterizados. Destaca el de Claudio, que era tartamudo, cojo y según algunos, tonto. Esto último no lo era, aunque a veces lo simulaba para sobrevivir, o Livia, la esposa de Augusto, que era la verdadera gobernante en la sombra.
La recomendaría a cualquiera, es emocionante y está muy bien escrita. Lo único que he echado en menos ha sido un árbol genealógico, porque hay muchos personajes. En breve leeré la continuación, "Claudio, el dios y su esposa Mesalina", a ver si es tan bueno como este.
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ange-gomezl
 12 October 2023
Yo , Claudio de Robert Graves ha sido uno de mis libros pendientes desde hace muchos años .
El libro Yo , Claudio a punto de desintegrarse y convertirse en polvo me estaba llamando a gritos , por fin ! le llegó su turno y ha sido una de mis mejores lecturas del año .

La historia la cuenta Claudio en los años finales de su vida .
Tiberio Claudio César Augusto Germánico era sobrino nieto materno de Augusto César , nieto de Livia Augusta ( última esposa de Augusto ) , sobrino de Tiberio y tio de Caligula .
Cuenta la vida romana durante el reinado de tres emperadores ( Augusto , Tiberio y Caligula ) . Expone los hechos en primera persona de los años imperiales de la dinastia Julio - Claudia , desde el asesinato de Julio Cesar hasta el asesinato de Caligula .

Despreciado por su familia por sus disminuciones fisicas , tartamudez , cojera , etc. se convierte en historiador .
Claudio a sabiendas de que todos los que eran una amenaza dentro de su familia eran asesinados , aprendió a exagerar sus defectos para poder sobrevivir .
Su ingenio y talento logró mantenerlo con vida y lo que nadie de su familia hubiese llegado a pensar consiguió llegar a emperador .
Un personaje que sobresale en esta historia es Livia abuela de Claudio. Su maldad no tiene limites , es capaz de asesinar a la mayoría de su familia sólo por retener el poder imperial .

El libro está muy bien escrito , con escasos dialógos .
Para no perderme entre tantos nombres tuve que tener a mano una libreta e incluso consultar en Google .

De las mejores novelas históricas que he leído sobre el Imperio Romano .
Si os gusta esta parte de la historia , esta es una novela imprescindible ! , La ecomiendo !!
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HumildeLector
 21 March 2023
Hace algún tiempo, Babelio pidió la opinión de algunos blogueros para diseñar una lista colectiva para coronar a la mejor novela histórica. No me costó mucho decidir mi voto. Sin dudarlo, elegí Yo Claudio (1934), la maravillosa creación de Robert Graves.

En aquel ranking la novela quedó en segunda posición, por detrás de Los pilares de la Tierra, aunque en mi corazón siempre estará en lo más alto del podio. Tanto es así que le he reservado el honor de protagonizar la reseña número 300 de Humilde Lector.

Robert Graves y yo

Ya advierto de entrada que no soy en absoluto imparcial a la hora de hablar de Robert Graves. Como muchos otros, yo conocí la serie de televisión de la BBC antes que la novela. Yo era sólo un niño entonces. Por suerte, después tuve la excelente idea de atreverme a tomar el libro en mis manos y disfrutar de esta maravilla.

Aquello me hizo caer en una suerte de fiebre «gravesiana». Las estanterías de mi casa se llenaron con muchas de sus obras, que leí y releí con fruición: dos viejos volúmenes de Los mitos griegos o La Diosa blanca, entre otras.

Graves pasó gran parte de su vida en Mallorca. Por razones de trabajo, voy mucho a Deià, el pueblo que eligió para pasar más de la mitad de su vida. Allí se encuentra la famosa Casa de Robert Graves, convertida hoy en museo, y la discreta tumba donde el escritor descansa, en ese pequeño y encantador cementerio con magníficas vistas al Mediterráneo, el mismo que él tanto adoró.

Ficción histórica, no un tratado de Historia

Yo, Claudio es una grandiosa novela histórica escrita en forma de autobiografía. Quien nos cuenta todo es el mismísimo emperador Claudio, ya en el ocaso de su existencia. Su relato, que se remonta a tiempos anteriores a su nacimiento y abarca los primeros años del Imperio Romano, es también el de su propia familia, la dinastía Julio-Claudia, un árbol (como él mismo la describe) que da frutos dulces y frutos amargos.

Se ha dicho en más de una ocasión que Graves fue un gran novelista, pero un mal historiador. Y es que la narrativa de esta novela es en gran parte ficticia, por mucho que esté basada en los textos de Suetonio y Tácito. No a todos los autores se les exige tanto como a él. Y eso que hay algunos nombres consagrados del género que han dado sonados patinazos. Por mi parte, ego absolvo a Robert Graves. Y tengo mis razones.

Por ejemplo: el hecho de que todos tenemos una imagen demasiado positiva de Claudio y, en cambio, una muy negativa de su abuela Livia no es por culpa de Graves. La responsabilidad no es suya, sino nuestra, por no leer Historia. Por otra parte, ¿hasta qué punto nos podemos fiar de la historiografía latina? Los Doce Césares de Suetonio, sin ir más lejos, es una obra que carece de rigor histórico. Se trata más bien de una recopilación de cotilleos, sin duda jugosos y entretenidos, pero cuya veracidad es, en muchos casos, cuestionable.

Un relato maravilloso

Lo mejor de Yo, Claudio es la forma en la que Graves nos presenta todo: los personajes, el escenario histórico, la trama… No solamente construyó un personaje eterno, sino que con su estilo sencillo y elegante nos descubrió una Roma que ha servido de modelo a muchos escritores posteriores que han cultivado este género.

Basta con echar un vistazo a sus primeras páginas para que el lector quede atrapado. Claudio rememora su visita a la Sibila, en Cumae, durante su juventud. Allí, la profetisa se burla cruelmente de su tartamudez, pero después le revela que en el futuro recibirá un regalo que todos codician menos él (el imperio) y le transmite una profecía inquietante: cuando pasen mil novecientos años, Claudio el tartamudo por fin hablará claro.

Claudio interpreta el mensaje de la Sibila a su manera y asume la misión de escribir la historia prohibida de su familia, que permanecerá oculta hasta que alguien, casi dos mil años más tarde, la saque por fin a la luz. Además, decide esribirla en griego, pues está seguro de que ese seguirá siendo el principal idioma literario del mundo cuando pasen dos milenios. ¿Cómo no caer enamorado esta novela después de leer algo así?
Enlace: https://humildelector.com/20..
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jjglezl
 25 November 2022
¿Qué se puede decir de esta obra que no se haya dicho ya? ¿Qué cada vez que se lee se le encuentran cosas nuevas y mejores? ¿Qué, y mira que he buscado, no he encontrado ninguna crítica mala sobre ella? ¿Qué en las manidas listas sobre las mejores novelas históricas de todos los tiempos siempre figura en los primeros lugares? ¿Qué aquí, en Babelio, figura con 83 lectores y 9 críticas, ninguna de ellas negativa? Muy interesante la crítica de "cebazzano", por cierto. Todo lo que se diga es poco.

"Yo, Claudio" es una obra maestra, que Robert Graves publicó en 1934 y que, por cierto, fue escrita en Deià, Mallorca, isla que abandonó en 1936 por la Guerra Civil, pero en la que llevaba viviendo desde 1929. Regresó en 1946 y en ella continuó hasta su muerte en 1985, a los noventa años de edad. Graves está enterrado en el cementerio de Deià. Su casa se ha convertido en un museo y es lugar de peregrinaje de los amantes de su obra. Santiago Posteguillo, la visitó hace algunos años. Recuerda que sintió una emoción especial cuando le permitieron sentarse en el escritorio donde trabajaba Graves.

Robert Graves siempre se sintió más poeta que narrador. El único galardón que aceptó a lo largo de su vida fue la Medalla de Oro de Poesía que le otorgó la Reina de Inglaterra en 1968. de hecho, "Yo, Claudio" fue escrito por razones económicas para poder evitar que le embargaran la casa.

"Yo, Claudio" se publicó por primera vez en 1934 y enseguida obtuvo reconocimiento literario en el mundo anglosajón. La obra fue premiada con la concesión del Premio James Tait Black de ese año. Su magnífica portada, una pintura representado al emperador Claudio fue realizada por el pintor inglés John Aldridge, que fue durante varios años vecino del poeta en Deià.

Al parecer, la primera edición en lengua castellana fue publicada en 1962 por la Editorial Siglo XX, de Buenos Aires, Argentina. Y la primera en España data de 1978, de Alianza Editorial, que usó la misma traducción que se realizó para la edición Argentina, llevada a cabo por Floreal Mazía. Las portadas de estas nuevas ediciones no usaron el original de John Aldridge. Una pena.
Extraña mucho que la obra tardara 28 años en publicarse en castellano y más aún que a nuestro país no llegase hasta 44 años después de su publicación. Su explicación está en que en 1976 la BBC produjo una modélica serie televisiva basada en las novelas "Yo, Claudio" y "Claudio el dios y su esposa Mesalina". A España la serie llegó en octubre de 1978, dentro del espacio de moda por entonces Grandes Relatos. (Capitanes y Reyes, Raíces, Holocausto, Hombre rico, hombre pobre, Poldark, La Barraca, Fortunata y Jacinta, Los Gozos y las Sombras, etc.).
"Yo, Claudio", por lo tanto, fue descubierto en España por la televisión y creó a sus lectores y fieles seguidores del autor, que no fueron pocos. A partir de entonces las reediciones no han cesado.

Por último, decir que "Yo Claudio" es todo un best seller. Un best seller bien escrito y, aunque el propio autor comentó que su escritura le dio mucho trabajo, parece escrita de un tirón, de manera simple, sin dificultad. Una obra genial.
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Citas y frases (5) Añadir cita
HumildeLectorHumildeLector01 July 2023
Yo, Tiberio Claudio Druso Nerón Germánico, esto, lo otro y lo de más allá (porque no pienso molestarles todavía con todos mis títulos en este momento), conocido hasta hace poco por mis amigos y parientes como Claudio el idiota, o Ese Claudio, o Claudio el tartamudo, o Clau-Clau-Claudio, o como mucho, El pobre tío Claudio, me dispongo hoy a escribir la extraña historia de mi vida.
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JesusFcoJesusFco22 October 2023
Ahora no es bebedor de vino, como lo era antes. Se alegra con una bebida más fuerte: la sangre de los asesinados.
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HumildeLectorHumildeLector01 July 2023
He hecho muchas cosas impías —ningún gran gobernante puede hacer otra cosa—. He puesto el bien del Imperio antes de todas las consideraciones humanas. Para mantener el Imperio libre de facciones he tenido que cometer muchos crímenes.
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LiteranniaLiterannia15 August 2021
De modo que soy emperador, ¿eh? ¡Qué tontería! Peró por lo menos ahora podré hacer que la gente lea mis libros.
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DanaDana19 April 2018
Hay dos maneras diferentes de escribir la historia: una es persuadir a los hombres a la virtud y el otro es obligar a los hombres a la verdad.
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