Pelando la cebolla

Libro del escritor alemán Gunter Grass que constituye un repaso a sus primeros años y a su etapa de formación como osado estudiante de bellas artes (en sus inicios escultura y pintura principalmente).

Desde sus impresiones familiares en el seno de una familia pequeño burguesa (su madre tenía una tiende de ultramarinos) donde el autor no esconde su insatisfacción por la estrechez de la vivienda (un apartamento de dos habitaciones incluyendo el espacio dedicado a la cocina, el baño era externo y compartido con otros vecinos, para el matrimonio y los dos hijos) además de las continuas disputas con su padre por discrepancias de opinión y de carácter.

Uno de los aspectos a destacar del libro es la reflexión que se plantea sobre la época que le tocó vivir con la llegada del nazismo al poder y como se dejó seducir por la corriente imperante y abrazó ingenuamente y con fervor la doctrina aplicada.

Cuenta muchas vivencias de su etapa de formación militar, primero como casi siendo un niño se presentó como voluntario en una de las milicias hitlerianas para iniciar su adoctrinamiento hasta su fase de militar en activo donde según narra no llegó a disparar a ningún enemigo y sufrió diferentes heridas que le llevaron a vagar de enfermería a varios campos de concentración al finalizar la contienda con la marca de los perdedores.

El libro hace un repaso de sus inicios artísticos y como con el tiempo la escritura acabo alcanzando un papel más predominante, primero en forma de poesía para finalmente abrazar la prosa. Hace referencia a sus duros y titubeantes inicios y a su primer matrimonio con una bailarina suiza (Anna) con la que tuvo sus primeros hijos (gemelos) y después de una estancia complicada en Berlín, dos años vividos en París, donde llegaron los primeros reconocimientos y la ansiada solvencia económica.

Uno de los momentos que más dio que hablar de este libro fue su referida mención a su etapa juvenil como reconocido admirador y seguidor del nazismo aunque desde la perspectiva madura y actual (momento de escribir la referida obra) se lamenta y reniega del fanatismo y el no haber sido capaz de ver más allá de la visión global y envolvente de su tiempo.

Gunter Grass recibió en al año 1999 el premio Nobel de literatura y el premio Príncipe e Asturias de las Letras y me emplazo a seguir en el futuro avanzando en el conocimiento de la abundante y prolífica obra de este destacado creador.