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Críticas sobre La madre de Frankenstein (45)
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Ros
 24 February 2023
Recordando a Almudena Grandes y sus grandes obras, como lo es esta, una excelente novela en el contexto de la postguerra española y donde vamos a descubrir el mundo de la psiquiatría y a una muy especial protagonista.

Es la quinta novela de la serie Episodios de una Guerra interminable, todas ellas son excelentes lecturas.
En esta, Almudena Grandes nos lleva hasta el manicomio de mujeres de Ciempozuelos, en el sur de Madrid, donde nos adentraremos en las relaciones que se establecen entre los tres personajes principales, un médico, regresado de su exilio, una paciente muy conocida y una enfermera que se ha criado en ese mismo lugar.

Desarrollada, por tanto, prácticamente en el Pabellón del Sagrado Corazón del manicomio de Ciempozuelos. Y así es como nos presenta la triste historia de la España del franquismo en los años cincuenta. Es además, una gran metáfora.

Como ya es su costumbre, nos va a relatar una novela donde se entremezclan los personajes reales con los ficticios. Aunque, eso sí, siempre con el excelente rigor histórico que la caracteriza en esta gran serie.

Todo ello queda registrado al final de la novela, donde expone las fuentes en la que se ha basado, así como lo que es pura invención.

Veamos quien es la protagonista recluida en el manicomio, pues nada más y nada menos que Aurora Rodríguez Caballeira, nacida en el Ferrol en el año 1879 y muerta en Ciempozuelos en el año 1956, una mujer muy conocida y un personaje real y muy inteligente, pero también muy paranoica, y de la que se ha escrito mucho.

Por ejemplo hay una excelente novela que leí en su momento, sobre esta mujer, Aurora Rodríguez Caballeira , es una obra de Fernando Arrabal, titulada “La virgen roja”, es un relato impresionante en el que conoceremos toda su historia .

Pues se trata de la madre que acabaría asesinando a su hija, Hildegart Rodríguez Caballeira con tan solo 19 años, al descubrir que esta ya no seguía sus dictámenes y se escapaba de sus manos.

Una madre superdotada, y una hija destinada a ser lo que la madre había concebido para ella, una extraordinaria líder en la política.

Hildegart fue educada para ello, entró en la Universidad a los 13 años de edad. ¡Increíble! Se licenció en Derecho y en Filosofía y letras, hablaba varios idiomas y nos dejó varios escritos sobre política , también sobre sexualidad, en plena adolescencia.

Fue republicana, participó activamente tanto en la política como abogando por la reforma sexual. Una hija concebida a propósito para todo ello.

Si recordáis la película que se hizo, gran película, por cierto, dirigida por Fernando Fernán Gómez, ahí lo encontramos todo.

Sin embargo, su vida acabó por los disparos que la propia madre, que la intentó guiar para llegar a convertirla en lo que se esperaba de ella, le asestó. Y se acabó el modelo de la mujer del futuro que intentó crear.

Aurora Rodríguez Caballeira estuvo primero en la prisión de mujeres de las Ventas y más tarde, en el manicomio femenino, en el que la encontramos en la novela.

Una mujer extremadamente inteligente, culta, brillante que la paranoia la destruyó y la venció. Así es como Almudena Grandes, en esta novela, cuyo título, ya nos dice mucho, nos acerca a esta mujer que crea muñecos de trapo con genitales.

Está claro, que “La madre de Frankenstein” , alude a la gran obra de Mary Shelley, sobre la creación por el doctor Frankenstein de un personaje que no será finalmente como desea, pues así será nuestra protagonista, que intenta tener una hija para conseguir unos fines muy claros, pero tampoco será como ella se había propuesto.

Y además, nos trasladamos a esa etapa de la psiquiatría española donde vamos a encontrarnos con Vallejo Nájera , firme defensor de la eugenesia y con López Ibor que practicaba lobotomías para curar la homosexualidad. Terrible situación.

Y es en estas circunstancias, cuando llega a Campozuelos el psiquiatra, personaje ya de ficción, que viene de Suiza a la España franquista, para dirigir un ensayo sobre un medicamento, la clorpromazina, que mejoró los efectos de la esquizofrenia.

Será también el médico de Aurora Rodríguez, que junto a la auxiliar de enfermería, María Castejón, el otro personaje ficticio, que intenta cuidar de la enferma, formarán el triángulo sobre el que se desarrolla la novela.

Con ellos, iremos descubriendo sus vidas, los motivos por los que el joven psiquiatra Germán Velázquez ha regresado a España, el origen modesto de María Castejón, nieta del jardinero del manicomio, en una alternancia de voces, muy bien conseguida.

Conocemos el pasado y el presente de los personajes, así como las duras condiciones de vida de los más humildes.

Una novela veraz que nos ofrece un panorama social y muy claro sobre la forma de vida en una España triste y sin color de aquellos, no tan lejanos años cincuenta, de nuestra historia.

Excelentemente narrada, conocimiento de los episodios históricos tratados, profundidad en los personajes, solo nos resta dejarnos guiar a través de sus páginas.

El 25 de abril de 1986 fue aprobada en España una ley fundamental, La ley General de Sanidad, su aplicación supuso la apertura de par en par de las puerta de los manicomios.

Hombres y mujeres injustamente encerrados, las más de las veces por desobedecer las normas, pudieron franquear esas puertas convirtiéndose en ciudadanos de pleno derecho, que desde aquel momento, iban a poder recibir una adecuada atención que les ayudaría a dejar atrás toda la injusticia, el temor y el dolor sufridos detrás de las puertas infranqueables de los manicomios de los años cincuenta.

Aunque no fue el caso de Aurora Rodríguez, no viene mal recordar esta realidad, que me han venido a la memoria al leer tan extraordinaria obra.

Conocer estos hechos que ocurrían detrás de las puertas de los manicomios y de un personaje real y conocido, ha sido una gran experiencia lectora.
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ange-gomezl
 15 April 2024
La madre de Frankestein de Almudena Grandes

Basada en hechos reales en los años de la posguerra , la historia se desarrolla en el manicomio de Ciempozuelos en Madrid donde se encuentra internada Aurora Rodriguez una mujer que asesinó a su hija .

Germán un psiquiatra exiliado en Suiza vuelve a España para trabajar en el manicomio y se siente atraido especialmente por este caso .
En este mismo centro trabaja María , una auxiliar que le ayudará a comprender muchas cosas .

Como siempre la prosa de mi admirada Almudena Grandes me conquista y me lleva a su terreno pero esta vez no he conseguido conectar con la historia , conecto con la forma y el planteamiento pero a mi modo de ver le falta emoción aunque hable de niños robados , de abusos , de represión , de miedo y de culpa .
La historia me ha resultado fria al igual que los personajes .

De todos los libros de esta serie de Almudena Grandes de sus " Episodios de una Guerra Interminable " es el que menos me ha gustado con diferencia .

Aún así leer a Almudena Grandes siempre es un acierto , de hecho es de mis escritoras favoritas !


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Nuryta
 22 July 2023
Este ha sido mi primer libro de Almudena Grandes y me ha encantado la forma en que mezcla personajes y hechos históricos con la ficción. Nos presenta de forma clara y fácil de leer algunos de los abusos de la dictadura franquista, de la represión sentida por el pueblo, de la necesidad de exilio, fuera autoimpuesto u obligado.

También la historia de Aurora Rodríguez Caballeira, una mujer muy inteligente que mata a su hija superdotada de 19 años pues consideraba que no estaba cumpliendo con sus expectativas, motivo por el cual es recluida en el manicomio de Ciempozuelos en Madrid, lugar donde se desarrolla la mayor parte de la novela.

Es en Ciempozuelos donde conocemos a Germán Velásquez, psiquiatra que regresa a España después de un largo exilio con una historia muy interesante. Por otro lado, a María Castejón, una joven que ha nacido y crecido en el manicomio donde labora como auxiliar de pacientes. Ambos nos mostrarán junto a doña Aurora, las repercusiones de la posguerra en el pueblo español, un relato bien adobado con sentimientos de amor, lealtad, envidia, y mucho más que hacen de la novela una obra muy entretenida e instructiva sobre hechos históricos y humanos de una época no tan pasada.

No toda historia de amor termina como los lectores con vena romántica quisiéramos, pero sin duda se apega a realidades que todos sufrimos, y que al final nos deja grandes enseñanzas de vida y reflexiones para el futuro.

Totalmente recomendado.
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La_Elo_lee
 28 October 2022
Germán Velázquez nació en España pero su padre consiguió sacarle antes de acabar la guerra, en el 39 y con la ayuda de un doctor amigo suyo, pudo estudiar Medicina y Psiquiatría en Suiza, comenzando a trabajar allí. En 1954 recibe una oferta de trabajo y se decide a regresar a España, donde encuentra a su hermana Rita, a su cuñado Rafa/Guillermo, a su madre e incluso a Pepe Moya, todos ellos personajes ya muy queridos por todos los que hemos leído, disfrutado y nos hemos enamorado de los Episodios de Almudena Grandes, especialmente en las relecturas que he tenido la suerte de disfrutar con unas compañeras maravillosas en estos diez primeros meses de 2022.
Germán va a trabajar al manicomio de mujeres de Ciempozuelos y conoceremos la historia de Aurora Rodríguez Carballeira, asesina de su hija y mujer singular. Conoceremos a María Castejón, el amor y la dulzura, los bailes de chachas, la clorpromazina, las terapias de conversión para homosexuales y la dignidad de aquéllos que se atreven a alzar la voz a pesar de todo y de todos.
Probablemente el más fácil de leer de la saga, no conozco a nadie que no le haya maravillado este libro, a pesar de la amargura que destila su historia.
Diez meses apreciando cada párrafo narrado por Almudena, lamentándonos que la serie no fuese terminada ¿quién será Mariano en el Bidasoa? ¿Donde acabaría Pepe? ¿volveríamos a saber de Manolita o Inés?
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Leonlector
 19 January 2022
Mis comienzos con Almudena Grandes no fueron fáciles. Tardé un par de libros en cogerle el punto y disfrutar de su estilo.

Una vez ahí, ya no había límite. Devoro una tras otra las historias que de ella van cayendo en mis manos, aunque es verdad que intento espaciarlas por su intensidad y por su extensión.

Precisamente la extensión es una de las características que menos me gustan de su obra. Los libros me suelen resultar un poco largos de más sin aportar demasiado. No ha sido así con La madre de Frankenstein. Una historia como siempre perfectamente hilada y contada, con unos personajes muy bien desarrollados y que no pierden su interés en ningún momento.

Una época oscura bien recreada, la denuncia siempre presente, el compromiso y la lucha.

Echaré de menos sus novedades y leeré con ganas lo que me queda de su obra.

Hasta siempre, Almudena.
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Beatriz_Villarino
 14 January 2022
En la calle Villalba, donde yo vivía cuando era una niña, había dos chicas a las que admiraba; estudiaban bachillerato y todos los días las veía ir al colegio y volver, hablando. Una era más bajita, rubia y pizpireta, siempre reía. La otra, más alta, morena, delgada y tímida, sonreía. Yo no sabía a quién quería parecerme de mayor aunque me decantaba por mi vecina la morena; era listísima. Se fue a estudiar a Madrid y volvía en vacaciones, muy moderna, con abrigos maxi y una mirada prometedora. La admiraba. Una Navidad no llegó a Cartagena, mi madre me dijo que la habían internado. Se había vuelto loca de estudiar tanto y lavarse la cabeza durante la menstruación. Cuando la volví a ver, yo era una adolescente y ella no era nada. Dejó de estudiar y sus ojos no miraban, su expresión era la de alguien sin voluntad, sin vida. Desde entonces he sentido una rabia tremenda por aquellos monstruos capaces de torturar a enfermos.

He leído La madre de Frankenstein con una herida que se me ha vuelto a abrir, pero agradezco a la autora la prosa sencilla, atractiva, con la que ha creado una bella historia en medio del terror que supuso estar en un manicomio durante el franquismo, aun en su última época.

Almudena Grandes explica al final de la novela, cómo se le ocurrió la idea, qué hay de cierto y qué de inventado. Por supuesto, la belleza surge de la mente de esta autora, con la que quiere compensar a tantas mujeres sacrificadas, tantos hombres mancillados y tantos niños arrancados del amor de sus familias para evitar que siguieran engrosando las filas de los parias de la tierra.

Almudena, de humanidad insuperable, agradece a los médicos, monjas, periodistas, escritores y cineastas que la ayudaron a investigar para escribir esta novela. Y los españoles agradecemos a Almudena que, una vez más, haya sacado la belleza de la miseria, denunciado, al dar a conocer hechos vergonzantes, a todos aquellos exaltados de derechas que se sintieron dueños de un país que nos les pertenecía e intentaron que fuera una cárcel para los que no pensaban como ellos, «no nos dejan salir de España, ni siquiera tres días, ni siquiera para ir a tu boda, no podemos. Mamá es la viuda de un rojo que se suicidó en la cárcel».

La madre de Frankenstein es una novela histórico-ficticia cuyo protagonista múltiple está formado por todos aquellos desgraciados que conformaron el bando perdedor de una guerra ganada y acaudillada por locos desalmados, que convirtieron a España en un manicomio del que era difícil escapar, «El manicomio de Ciempozuelos era […] una miniatura patológica de un país enfermo». Esta vergüenza forma parte de nuestra historia y en la historia de Almudena Grandes, la desolación de Germán es la que padecieron quienes debieron exiliarse a Europa en busca de un futuro, aunque no resultó sencillo evadirse de los perseguidores, «quiero que te salves tú […] porque si no subes a ese barco fracasaré después de fracasar, volveré a perder la guerra después de haberla perdido». Veinte años más tarde, el asombro de Germán al encontrarse con un país estancado en el analfabetismo y la represión como norma para los ciudadanos, «donde nadie era libre en absoluto, ni siquiera para enamorarse fuera del carril social al que estaba asignado desde su nacimiento», es comparable al temor y la lucha clandestina de los liberales que intentaron instaurar un orden lógico y científico.

El trauma de Ernesto no es sino el de quienes se vieron encerrados en un cuerpo que no les correspondía o en una mente que difería de la implantada por la iglesia: «Que tenían mucho éxito entre los jóvenes, porque estaban adoctrinados desde la infancia, y con los hombres mayores, a los que el cuerpo ya no les daba de sí para grandes tentaciones». Todos debieron ocultar su homosexualidad en matrimonios desgraciados, en el sacerdocio, supresor de cualquier sospecha sobre la soltería, o en un apasionamiento desmedido hacia su profesión, garantía de no pensar en otra cosa «Le dije a mi madre que estaba curado, que había perdido el apetito sexual, que había decidido practicar la castidad».

La angustia de Pepe Sin Apellidos es la de todos los comunistas que hubieron de vivir sin expresar su opinión en público, con el temor de ser delatados por alguien que buscara congraciarse con el régimen, «y no dejó de hablar en un susurro, que no se entere tu abuelo, a tu madre la mataron los rojos, doña Aurora es una loca, no le hagas caso…».

La humillación de María es la de las mujeres engañadas, tratadas como animales para obedecer sin poder elegir, sin levantar la voz, sin quejarse, resignadas, aleccionadas para agradecer cualquier migaja de quien quisiera regalársela; niñas educadas en un régimen eclesiástico para no ser nada en la sociedad, peones de fácil repuesto que las propias mujeres apartarían si eran pilladas disponiendo libremente de su cuerpo o de su mente.

La tortura de Aurora es la de quienes tuvieron la desgracia de necesitar cuidados especiales. Si la mujer era un estorbo, la enferma era una fatalidad, no servía para nada, solo daba trabajo, por lo que era normal violarla, torturarla o negarle las atenciones básicas. El problema es que cuando un marido se cansaba de su mujer no tenía más que declararla enferma, «mujeres de hombres poderosos que consiguieron ingresarlas aquí para quitárselas de en medio, inhabilitarlas y vivir tranquilamente con sus queridas».

Una España de locos, un manicomio donde gritaban las desdichas sin ser escuchados. Esto es parte de nuestra historia, pero en La madre de Frankenstein también aparecen los homosexuales que llegaron a ocupar cargos importantes, acallando voces, los comunistas que fueron hadas madrinas de muchos desarraigados, ayudándolos a salir del país, las mujeres que, señaladas con el dedo del odio, consiguieron rehacer su vida en otro lugar, los médicos y eclesiásticos que ayudaron a hacer la vida y la muerte más agradable para los desahuciados. Porque, aunque todos enloquecieron de dolor, formaban parte de los inteligentes que supieron despistar a los que pretendían imponer su beneficio personal, «y me demostró que no solo era el hombre más simpático que había conocido en mi vida […] también era el más generoso. Agradéceselo a tu hermana, si acaso».

Almudena Grandes plantea en esta novela el problema de la identidad ¿Quiénes somos realmente? ¿Por qué vivieron de determinada manera en la posguerra? Porque los personajes son reales. Los ficticios deambulan tan armoniosamente que cuesta reconocerlos: actúan en hechos reales, pero tan duros y terroríficos que parecen ficticios. Los temas son un referente para quienes vivimos en los años 50, 60, incluso 70 en nuestro país, pero la novela se dirige a un público general. Está bien que los más jóvenes sean conscientes de a dónde lleva el fanatismo. Estamos ante una proyección realista de una época que no debemos olvidar, para agradecer el vivir en un estado democrático que hace uso de avances obtenidos por quienes lucharon por la paz y la igualdad. La novela contiene una gran carga crítica donde los personajes no exponen hechos individuales, son representantes de clases específicas. Da igual si son reales o no, lo que representan lo fue. La autora pone en duda, en el contenido, valores tradicionalmente admitidos. La forma también se aleja de lo tradicional, las voces narrativas se mezclan; aparece el narrador testigo en tercera persona, el narrador en primera persona con cambio de personaje, o incluso en primera persona en forma de monólogo interior o de diálogo con un personaje ausente.

Con todo, consigue el tono realista de una multiperspectiva coral, pues aporta el punto de vista de todos los que formaron el elenco de la España franquista. Todas las voces son relevantes para formar el puzle que sugiere la historia. al final, reconstruimos perfectamente la guerra, la posguerra y la vida dentro y fuera de España.

Las técnicas empleadas son variadas, la reflexión del monólogo interior sustituye a la narración del personaje y al dirigirse al lector hace que la reflexión pase a nosotros. Almudena Grandes siempre tiene presente al lector, que es capaz de conectar con cualquier personaje, entender cualquier situación. Incluso a veces expone la falta de realidad en la que vivían las mujeres de la clase media-alta, contrastando el día a día con un cambio de letra, con el que ironiza lo aconsejado en las revistas: «los señoritos son más listos que el hambre y no dejan una viva. Tú ya me entiendes. Ya no vivimos en la Edad Media, Chica insegura. La posición social es importante […] pero si él te quiere de verdad, no representará un obstáculo insalvable… ¡Ay, Rosarito!, no me digas esas cosas».

La narración fragmentada ayuda a visualizar la trama en diferentes historias, espacios y tiempos, con esto la autora consigue un ritmo ágil y favorece, con analepsis y vueltas al presente, que el lector mantenga la intriga. Asimismo las largas presentaciones de un personaje, sin decir en el momento de quién se trata, aumentan la curiosidad por seguir leyendo y despiertan la empatía.

Los enlaces causales anafóricos ofrecen las infinitas razones por las que se necesitaba la ciencia en la vida diaria «Porque la ciencia española […] en manos de los segundones. Porque los segundones […] fascistas. Porque […] familiarizado con la clorpromacina. Porque […] si volvía a España. Porque mi carrera… Porque […] estancia temporal. Porque […] en la Dirección General de Seguridad… Porque no iba a trabajar para Franco sino para varios cientos de mujeres abandonadas».

Asimismo las coordinadas enlazadas mediante anáforas refuerzan la oscuridad en la que se sumía el pensamiento de muchísimas familias «Que el doctor Robles […] miedo […] Que muchas mujeres se casaban sin conocer las ideas del novio […] Que por las mañanas […] no contar a sus amigos […] Que por las noches […] apagar la luz […] Que hablar, leer […] actividades sospechosas […] Que […] no te signifiques».

No hay burla en la narración de Grandes, solo franqueza. Únicamente se permite alguna ironía hacia la supremacía y el (falso) orgullo español «España es […] el país escogido por Dios, la más católica de las naciones, la hija predilecta del Espíritu Santo […] y por eso lo que está pensando todo el mundo es que estás loco por acostarte con María».

Es una pena que Almudena Grandes nos haya dejado ahora, tan pronto. Después de oír a la extrema derecha siento que el país se tambalea y puede caer hacia atrás. Hacen falta personas como esta madrileña capaces de hacer frente a la injusticia y poner al pueblo en su lugar.

Gracias, Almudena, porque no solo combatiste la injusticia, sino que has dejado testimonio de ella en tus libros.

Enlace: https://elblogaurisecular.bl..
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lourdesmateo88
 08 September 2020
La madre de Frankenstein es la quinta novela de la serie Episodios de una guerra interminable, que como las anteriores está basada en un hecho real. Aunque forme parte de una serie se pueden leer por separado sin ningún problema.

Ambientada en el manicomio de mujeres de Ciempozuelos en la década de los 50, describe la vida de la España de aquella época en un ambiente de represión bajo la dictadura de Franco. En esta ocasión, como en las anteriores, también mezcla una serie de personajes reales con los ficticios para narrarnos una estupenda historia y mostrarnos una sociedad llena de prejuicios, donde la moral y la iglesia estaban por encima de todos, al menos de los pobres y de los nos adictos al régimen. La historia nos la cuentan los tres protagonistas principales, así conoceremos lo ocurrido y lo que piensa cada uno. En cada capítulo uno de los tres nos narrará una parte de su historia. Los protagonistas son: Germán Velázquez, Aurora Rodríguez Carballeira y María Castejón.

Germán Velázquez es psiquiatra, al igual que su padre. al terminar la guerra civil y con la derrota de la República tiene que exiliarse y marchar a Suiza donde estudiará con el profesor Samuel Goldstein viejo amigo de su padre y que será además su tutor. Conseguirá trabajar con una prestigiosa clínica privada de Berna hasta que a finales de 1953 el director del manicomio de mujeres de Ciempozuelos, José Luis Robles, le convence para que vuelva a España y ponga en marcha un nuevo tratamiento con un fármaco experimental con el que está logrando grandes avances en su hospital con los enfermos esquizofrénicos. Y allí es donde conoce a las otras dos narradoras.

España no era Suiza y nadie me había obligado a volver. Lo que había encontrado era lo que había, un país fracturado, fragmentado, donde nadie era libre en absoluto, ni siquiera para enamorarse fuera del carril social al que estaba asignado desde su nacimiento.

Aurora Rodríguez Carballeira es un personaje real. Nació en 1879, rica, de buena familia y extremadamente inteligente, autodidacta, y paranoica. En 1933 mató a su hija de 18 años, Hildegart Rodríguez de cuatro disparos en la cabeza mientras dormía, convirtiéndose en la parricida más famosa de la historia de España. Fue juzgada y condenada por su crimen y desde finales de 1935 hasta su muerte permaneció en el manicomio de mujeres de Ciempozuelos. Hildegart fue educada en casa por su madre y desde muy temprano demostró tener una extraordinaria inteligencia, a los 18 años ya era abogada, escribió libros, artículos y era una influyente líder juvenil, activista feminista y estaba a favor de la eugenesia. En el momento en el que comentó a su madre la intención de irse de casa y realizar una serie de conferencias por el Reino Unido ella sola, su madre la mato. Su historia dio para varios libros y en 1977 Fernando Fernán Gómez dirigió la película Mi hija Hildegart.

Hildegart era mi obra, explicó doña Aurora, y no me salió bien. Tardé demasiado en darme cuenta, pero ahora estoy segura. Todos mis esfuerzos han sido vanos, y después... Lo que he hecho es lo mismo que hace un artista que comprende que se ha equivocado y destruye su obra para empezar de nuevo.

María Castejón es una joven auxiliar de enfermería del manicomio de mujeres de Ciempozuelos. Nació y vivió allí, ya que su abuelo trabajaba de jardinero y siendo niña tuvo mucho contacto con Doña Aurora. le enseñó a leer, a escribir y otras muchas cosas más. Cuando Germán llega para trabajar en el manicomio se encuentra con que la única persona con la que tiene contacto la enferma, que tanto le fascinó cuando la conoció en la consulta de su padre, es una joven que pasa una hora todas las tardes con ella leyéndole, ya que es mayor y se encuentra prácticamente ciega. Germán intentará acercarse a la joven para que le cuente su historia, su relación con la enferma y también conocerla a ella.

María y yo éramos las dos únicas personas de Ciempozuelos que le teníamos cariño a Aurora Rodríguez Carballeira y aún más. Éramos las únicas que la aguantábamos en una comunidad donde tenía una mala fama, de asesina, de egoísta, de altiva, de soberbia, que se había ganado a pulso.


Leer a Almudena Grandes en cualquiera de los episodios de una guerra interminable es una apuesta segura para mí. Me encantan sus novelas, su forma de entrelazar la ficción con la realidad, los personajes reales y los ficticios pero siempre aclarando lo que es fruto de su invención y lo que no. Muy bien documentado todo, como siempre en sus otras novelas y con una estupenda ambientación que te transporta a la época, a esa realidad de la guerra, la posguerra y la represión de la dictadura, de la influencia de la moral y la religión. También se puede apreciar el escaso valor que tenía una mujer en la época, dependiendo de los hombres para todo ya fuera padre, marido o hermano, y el único papel para una mujer respetable y decente era el de esposa y madre.

Además, nuestras internas sólo son mujeres, y qué le voy a contar... Honestamente le digo, si las cuerdas importamos poco, imagínese las locas, ellas son las últimas de todas las filas. ¿Usted sabe cuántas de nuestras internas son esposas de hombres poderosos que consiguieron ingresarlas aquí para quitárselas de en medio, inhabilitarlas y vivir tranquilamente con sus queridas? Aunque no fuera director de un manicomio masculino, una autoridad como Vallejo nunca aprobaría que las mujeres se beneficiaran de la nueva medicación antes que los hombres... ¿Me entiende?

Me sorprendió lo referente a dos conocidos psiquiatras de la dictadura que aparecen, aunque de pasada, y que fueron muy importantes e influyentes en la época. El más conocido y de mayor influencia, Antonio Vallejo-Nájera director del manicomio de hombres de Ciempozuelos, coronel del Ejército Nacional e ideólogo de la eugenesia fascista española, que era considerada un método para mejorar la raza. El otro es Juan José López Ibor, rival y enemigo del anterior y que no consiguió llegar a tener tanto poder como el anterior, pero que se hizo millonario con la práctica privada.

-Mucho gusto- dije al estrechar la mano del ideólogo de la eugenesia fascista española, creador de la teoría de que el marxismo era un gen perverso, intrínsecamente asociado con la inferioridad mental, que debía extirparse a toda costa, fusilando a sus portadores y arrebatándoles a sus hijos recién nacidos para entregarlos a familias intachables, que sabrían neutralizar su pésima herencia genética a través de la adecuada educación religiosa y patriótica.

En La madre de Frankenstein encontraremos crítica y denuncia social de esa época, del abandono al que fueron sometidas las mujeres con problemas psiquiátricos, sin valor alguno para los hombres que tenían todo el poder.

La madre de Frankenstein es una interesante y excelente novela histórica de los episodios de una guerra interminable de Almudena Grandes, que es una gran escritora y una de mis favoritas.

Enlace: https://lasmilyunahistoriasd..
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Beavazquez_
 20 November 2023
[GAL] Sei que non teño perdón, pero ata hai unhas semanas non lera nunca nada de Almudena Grandes.

Tiña La madre de Frankenstein na casa dende hai un tempo, así que decidín empezar por aí para achegarme a esta famosa autora e agora quero ler todas as súas novelas.

Nesta obra cruzámonos con Germán Velázquez, prestixioso psiquiatra que volve a España coa promesa laboral de dirixir un proxecto novidoso no manicomio de mulleres de Ciempozuelos. Alí atópase con Aurora Rodríguez Carballeira, unha famosa parricida que el coñecera cando era neno e que marcou fondamente o seu camiño na vida; e tamén con María Castejón, unha auxiliar de enfermería que coñece a Aurora dende que é unha nena.

Ambientada maioritariamente no final da década dos 50, vemos nestas páxinas un reflexo perfecto da sociedade española da época, na que predominaba o fanatismo relixioso, o medo á disidencia e a falta de confianza.

Ao longo do texto iremos coñecendo un pouco máis do pasado tanto de Germán como de María, vendo como foi o seu camiño ata chegar a ser as persoas que son cando se cruzan os seus camiños. E así comprenderemos as razóns dalgunhas das súas decisións.

O modo de narrar a historia gustoume moito, pero o que realmente me encantou é o xeito que ten Grandes para mesturar realidade e ficción. Aspecto que, ademais, queda perfectamente explicado nun apéndice final onde a autora nos indica que parte de ficción e que parte de realidade hai no libro, para evitar calquera atisbo de dúbida.

Deixoume fondamente impresionada saber que Aurora é unha personaxe real e que verdadeiramente cometeu o crime que se narra no libro. Parecíame tan impresionante que realmente pensaba que esa historia non podía ter sucedido na realidade. Se a alguén lle interesa o tema, no apéndice que vos comentaba atopará recomendacións.

[CAS] Sé que no tengo perdón, pero hasta hace unas semanas no leyera nunca nada de Almudena Grandes.

Tenía La madre de Frankenstein en casa desde hace un tiempo, así que decidí empezar por ahí para acercarme a esta famosa autora y ahora quiero leer todas sus novelas.

En esta obra nos cruzamos con Germán Velázquez, prestigioso psiquiatra que vuelve a España con la promesa laboral de dirigir un proyecto novedoso en el manicomio de mujeres de Ciempozuelos. Allí se encuentra con Aurora Rodríguez Carballeira, una famosa parricida que él conociera cando era niño y que marcó profundamente su camino en la vida; y también con María Castejón, una auxiliar de enfermería que conoce a Aurora desde que es una niña.

Ambientada mayoritariamente en el final de la década de los 50, vemos en estas páginas un reflejo perfecto de la sociedad española de la época, en la que predominaba el fanatismo religioso, el miedo a la disidencia y la falta de confianza.

A lo largo del texto iremos conociendo un poco más del pasado tanto de Germán como de María, viendo cómo fue su camino hasta llegar a ser las persoas que son cuando se cruzan sus caminos. Y así comprenderemos las razones de algunas de sus decisiones.

El modo de narrar la historia me gustó mucho, pero lo que realmente me encantó é el modo que tiene Grandes para mezclar realidad y ficción. Aspecto que, además, queda perfectamente explicado en un apéndice final donde la autora nos indica que parte de ficción y que parte de realidad hay en el libro, para evitar cualquier atisbo de duda.

Me dejó prfundamente impresionada saber que Aurora es un personaje real y que verdaderamente cometió el crimen que se narra en el libro. Me parecía tan impresionante que realmente pensaba que esa historia no podía haber sucedido en la realidad. Si a alguien le interesa el tema, en el apéndice que os comentaba encontrará recomendaciones.
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tasentrelibros
 25 November 2022
Esta novela me ha gustado mucho, me ha parecido mucho más fácil de leer que los anteriores 'Episodios de una guerra interminable', hay menos saltos temporales, menos personajes principales y no tenemos capítulos de contexto histórico.

En esta historia vamos a seguir a Germán, joven exiliado que vuelve como psicólogo a trabajar en el manicomio de mujeres de Ciempozuelos de la España franquista, en la cual se ha convertido en prácticamente un extranjero, no comprende el comportamiento de las personas reprimidas, y sus compañeros ven como extravagante y peligroso el suyo.
A través de German vamos a conocer la vida en el centro, personajes como María, enfermera, y Aurora, una interna; además también conoceremos el pasado de German en Suiza con la familia que lo acogió.

La autora con su fantástica narración no traslada a esta época de represión y nos muestra temas como la enfermedad mental, la homosexualidad, la diferencia de clases, el duelo, iglesia y religión. Además también nos retrata en María la gran ignorancia de parte de la población respecto a los hechos de la guerra civil, cosa que me sorprende mucho y a la vez no.

Las conversaciones de Germán y María, sus puntos de vista y la inocencia de ella, me han parecido lo mejor de la novela.
Y como siempre, las apariciones de personajes de otras novelas me encantan, que en este caso han sido muchas.
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Nurse85
 02 August 2022
Gran descubrimiento de esta colección de la saga Episodios de una guerra interminable. Si bien nos es el primero de esta colección cada libro son historias independientes y pueden leerse en cualquier orden...

Desde luego leeré más libros de esta colección... La autora que solo la conocía de su famoso libro Las edades de Lulú, me ha conquistado. Su capacidad de narrar, de inventar y de contar historias es insuperable... Este libro es una historia, llena de historias, de tramas, de subtramas que se superponen unas con otras para interrumpirse y continuar más tarde... Maravilloso. El interés por la lectura se alimenta desde la primera hasta la última página gracias a sus tres narradores.
También muy destacable el gran trabajo de documentación del libro por parte de la autora.

Amor, intriga, hechos históricos y la historia de estupendas mujeres que vivieron esa convulsa época.

No te lo puedes perder... Yo devoré este libro y repetiré con otro de esta colección.
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Almudena Grandes

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