Inés y la alegría

En esta primera entrega de Los Episodios de una guerra interminable, Almudena Grandes nos narra la invasión del valle de Arán, llevada a cabo en Octubre de 1944 por los soldados comunistas españoles exiliados en Francia y que combatían con los franceses para derrocar al ejercito Nazi.

Este periodo histórico ha sido un descubrimiento total para mí. No conocía de nada este acontecimiento en el que varios miles de comunistas se juegan la vida, empujados por las ganas de derrocar a Franco como lo han hecho en Francia con los Nazis, y me ha parecido muy interesante y me ha hecho plantearme muchas cosas.

En esta novela se mezclan capítulos de ficción con capítulos de no ficción, donde la autora narra el momento político que estaba aconteciendo en España y en el extranjero. Salen personajes como Franco, Dolores Ibárruri, Santiago Carrillo, Jesús Monzón, Carmen de Pedro y un largo etcétera que nos mostrarán cómo vivieron esas circunstancias.

En las partes de ficción, nuestra protagonista indiscutible es Inés, una mujer española que, por una serie de hechos, se ve abocada a huir de España para unirse a la resistencia que se encuentra en el valle de Arán y, así, poder sentirse comprendida de alguna manera. Su huida es muy peculiar, a caballo y cargada con cinco kilos de rosquillas, decide dar el paso y vivir una nueva vida.

En el momento que Inés se une a los comunistas veremos su día a día, sus frustraciones y seremos testigos de los derroteros de esa misión que fracasó en muy poco tiempo por diferentes motivos.

Es un libro extenso, más de 700 páginas, y lleva su tiempo leerlo. En mi caso casi dos meses; he estado saboreando cada historia, cada capítulo, cada párrafo y cada escena. Es de esos libros que se prestan y piden ser leídos poco a poco, nada de atracones y disfrutar de cada matiz y de cada personaje que va apareciendo.
En esta novela, los personajes son el alma y la esencia de la historia, cada uno en su estilo e ideología. Pero todos los personajes, absolutamente todos, tienen muchas cosas que contar y compartir con el mundo. Son personajes muy bien creados, cada uno con una personalidad muy marcada que hará muy fácil que el lector identifique a cada uno de ellos en el momento que empiezan a hablar. El personaje más especial de todos es Inés, sin ninguna duda es de los que más evolución presentan, va madurando a pasos agigantados desde el inicio de la obra hasta el final. Es un personaje con un carácter fuerte, con una sensibilidad maravillosa pero también con alguna que otra sombra que la convierte en un ser humano mucho más real. Inés desprende a alegría, no es un titulo sin sentido. Cada vez que aparece Inés en escena, se desprende una alegría que cura cualquier corazón y te hace sentir como en casa.
En las escenas de reunión de todos los comunistas, ese compadreo que se desprende, esa confianza, esa amistad en mayúsculas que se deja entrever en cada conversación y en cada situación cotidiana, hacen que el lector se sienta como en casa, se sienta a gusto y cómodo con lo que está leyendo y eso es una sensación inmejorable.

Esta lectura me ha hecho pasar por todos los estados de ánimo posibles, he sentido pena, rabia, frustración, malestar, felicidad, alegría... Me he reído con varias partes del libro y he llorado con otras partes del mismo. La recta final es una narración más pausada, más entrañable, más agradable y hace que cierres el libro con una sonrisa y agradecida de que estos personajes hayan entrado en tu vida.

La escritura de Almudena Grandes es preciosa y llena de verdad, no se anda por las ramas. Cuesta un poco entrar en ella, ya que al principio tiende a la repetición de frases que pueden llegar a cansar y, además, hay muchos saltos temporales que en un libro con tantos personajes pueden hacer un poco complicada su lectura. Pero no tiréis la toalla, si os gustan las novelas históricas, sencillas y humanas, os animo a que le deis una oportunidad a esta gran escritora y a esta pedazo de historia. Es un canto a los vencidos y, además, es una historia de amor preciosa y realista y os recuero que, en mi caso, no me suelen gustar nada las historias de amor. Algo tendrá esta obra...

Lo que tengo claro es que tanto Inés, como Galán, como Comprendes, Angelita, Adela, Montse, el Zurdo y muchos más han llegado a mi vida para quedarse.