Tenemos una novela a dos tiempos brillante y llena de momentos dramáticos y sentimientos que te ponen los pelos de punta. Valerie vuelve a París en busca de sus orígenes, pues a los 3 años tuvo que irse a vivir con su tía y no sabe nada de lo que les pasó a sus padres. Por ello, entra a trabajar en la librería de su abuelo, que no la reconoce veinte años después. Allí empezará a investigar qué ocurrió a su abuelo Vicent Dupont y porqué la alejó de su lado. Él es un cascarrabias, malhumorado e inflexible, pero poco a poco irán acercándose y se irá adentrando en un pasado lleno de tristeza, miedo, guerra, pero también de amor y rodeado de las complicadas calles de París. Este libro es muy bonito, triste y emocionante. El personaje de Valerie me gusta mucho, con su fuerza y como lo afronta todo, tanto la información dura qye recibe como el aguantar a su abuelo, que no es nada fácil. La relación que tiene con su amigo y su inocencia me parece entrañable. Toda la historia de los padres me tenía enganchada, no podía imaginármelo y me pareció todo tan injusto y triste... Es una historia que te atrapa porque fueron tantas las vidas que se acabaron por esa guerra... y me encanta como en esta historia las mujeres luchan y se rebelan contra todo ello. Me fascina que todo ocurra en la librería, con los libros, las charlas sobre autores como fondo de todo... y ese final tan especial y que pone broche a un final que sí es feliz, me ha hecho emocionarme. Os recomiendo mucho este libro. |