La detective Kinsey Milhone acepta un caso que le ha pasado un antiguo colega y amante,a pesar de no estar muy convencida. En un pequeño pueblo, ocurre la muerte de un ayudante del sheriff a punto de retirarse; el diagnóstico es infarto, pero su viuda dice que su comportamiento antes de la muerte era extraño y pretende que Kinsey averigüe por qué. En la investigación, Kinsey descubrirá que trabajaba en unos casos, separados en el tiempo, pero con circunstancias muy parecidas. Aunque a ella le parece que eso no le lleva a nada, para alguien del pueblo se está acercando demasiado y comienzan a seguirla en la noche, incluso la atacan. De los que he leído de esta serie, éste es el que más me ha gustado por el argumento con sorpresa final (a mí me sorprendió, pero eso no es difícil). Hace que consigas entender los sentimientos de Kinsey, sentir su miedo y sus ganas de volver a casa. |
Los deseos de matar al marido del que se estaba divorciando fueron el punto de partida para que una mujer pasara de una complicada vida personal y económica a estar felizmente casada y ser propietaria de una mansión.
Sue Grafton fue lectora temprana y voraz, y llegó a cumplir el sueño frustrado de su padre: ser escritora de novela negra de éxito.
Creó un alfabeto inconcluso y un personaje femenino que rompía moldes y abría nuevos caminos para las mujeres.
En esta nueva entrega de la gota de sangre, Ana Ballabriga habla de la escritora que transformó el código masculino del hard-boiled estadounidense.