Un plan sangriento: El caso Roderick Macrae

Un plan sangriento (2015), de Graeme Macrae Burnet es un libro en el que todas las piezas importan. Por eso no hay que saltarse en prefacio, a pesar de que encierra un spoiler demoledor. No importa, es parte de la idea.

En él, Burnet cita el párrafo introductorio de las memorias de un asesino confeso, el joven Roderick Macrae, que declara abiertamente esto: «Mi vida ha sido breve y de escasa consecuencia, y no es mi deseo eximirme de la responsabilidad de los actos que recientemente he cometido«. Son las palabras del autor de tres asesinatos brutales en la aldea de Culduie, en las Highlands escocesas, en el año 1869. Pero, atención: que el desenlace sea revelado ya en las primeras líneas del libro no significa que este no esconda grandes sorpresas.

Escrito a modo de documental (flota en el aire algo que recuerda a la estremecedora A sangre fría, de Truman Capote), los hechos son presentados ante nosotros desde diferentes perspectivas. Así, podemos leer las declaraciones de los vecinos a la policía, los escuetos informes forenses sobre los cadáveres de las víctimas, las frías y arrogantes conclusiones de James Bruce Thomsson, cirujano y ferviente seguidor de las teorías fisiognómicas de la época, un jugoso relato sobre el desarrollo del juicio y un epílogo donde se recopilan las caprichosas interpretaciones de la prensa acerca de todo el asunto.

Pero lo mejor de todo es el relato del propio Roddy desde prisión, escrito a instancias de su abogado, Andrew Sinclair y que ocupa el espacio central del libro. Aunque es una versión subjetiva de todo lo que sucede, es la que mejor nos ayuda a responder a casi todas las preguntas. O, al menos, a imaginar las respuestas.

A pesar de su estructura fragmentada y heterogénea (o precisamente por eso mismo), la lectura es muy entretenida. Burnet pone mucho interés en reproducir el espíritu de la sociedad de la época, con sus usos y sus maneras. Esto puede llegar a plantear al lector ciertas dificultades a la hora de categorizar los comportamientos de los diferentes personajes, en especial de Roddy. de él podemos llegar a pensar a lo largo de libro cosas tan contradictorias como que es un niño inocente o un adulto perverso, un joven de gran inteligencia o un verdadero estúpido, un pobre loco o un ser amoral. En definitiva, un asesino, pero también una víctima.

«No es suficiente que pienses que ningún hombre podría cometer actos tan atroces y estando en su sano juicio. Hombres cuerdos pueden cometer y cometen tales crímenes, y el mero hecho de cometer tal acto no coloca, en sí mismo, a un individuo fuera de los límites de la razón».

Cada voz en His bloody Project nos ofrece una mirada distinta sobre el asesino. Todas las opiniones llevan su propia carga de prejuicios e intereses, por lo que ninguna de ellas llega a ser definitiva. Más trabajo para el lector.

Por mucho que se pueda llegar a empatizar con el sufrimiento de Roddy y su desgraciada y disfuncional familia, víctima de la mala suerte y la ignorancia, pero también de la pobreza y de la injusticia, lo que es incuestionable es el horror. El crimen y todo lo que le rodea es tan brutal que uno llega a plantearse si vale la pena intentar comprender los motivos del mismo.

Burnet juega al despiste con la veracidad de la historia. En el epílogo se mencionan una serie de documentos publicados sobre el juicio. El abogado Sinclair, que intenta salvar a Roddy de la pena capital alegando una discapacidad mental, filtra a la prensa las memorias del chico. Aunque su intención es buena, estas son manipuladas para ofrecer al público un relato morboso y sensacionalista bajo el título de: «Un plan sangriento. Los delitos de un asesino».

Pero no, el relato es completamente ficticio. Eso sí, está presentado de una manera magnífica para mantener al lector completamente enganchado al desarrollo de la historia y sembrar en su mente un montón de dudas. El sabor final que queda en el paladar es intenso y amargo.
Enlace: https://humildelector.com/20..

A nadie escapa que los true crime están de moda y más desde la irrupción de plataformas como Netflix o HBO. Casi no hay mes que no se estrene alguna serie, documental o película que entre dentro de ese rango. Algunos ejemplos de series true crime españolas recientes podrían ser El caso Alcasser (Netflix, 2019), Examen de conciencia (Netflix, 2019) o El pionero (HBO, 2019). Si abriéramos el abanico a internacional la lista sería casi interminable y todo el mundo puede tener en mente a Mindhunter de la que hace unos días se estrenó la segunda temporada en Netflix.
Mindhunter también es un ejemplo de true crime para la literatura, ya que está basada en el libro Mindhunter Cazadores de mentes de Mark Olshaker y John E. Douglas.
Y quién no conoce el considerado primer true crime de la historia, A sangre fría (1966) de Truman Capote.
Para no cansaros más. Haciendo una búsqueda rápida he encontrado que el pasado junio se publicaron más de diez novelas en famosos sellos editoriales dentro de este género. Y por poner un ejemplo final, la editorial Alrevés ha apostado por el género creando la colección Sinficción en la que Los ratones de Dios de Luis Rendueles es su última publicación.
Como veis, el true crimen, un género que se caracteriza por la investigación y reconstrucción de crímenes reales, ya sea de forma documental o ficcionada, es tendencia.

Un plan sangriento de Graeme Macrae Burnet da un paso más dentro del género, ya que es un falso true crime y te advierten desde el inicio en la contraportada. No sé si sería mejor no decir nada y hacer llegar al lector al final del libro y que fuera el autor quién se explicara. Tendría que pensarlo, pues por otro lado te podrías sentir estafado, crear insatisfacción y de esta forma no.

Gran trabajo el de Graeme Macrae al ponerse en la piel del investigador que ha «encontrado» una serie de documentos de unos familiares suyos en los que se explican unos sucesos acaecido en la Escocia de 1869. Por si no os dais cuenta, yo caí al cabo de unas páginas, el apellido del autor es el mismo que el de la familia protagonista del suceso y de esa forma el autor le dar más realismo al texto.

El libro está estructurado en diversos bloques.

Un prólogo en el que el autor le da cobertura real al texto.

Un parte de declaraciones en las que nos ponen en alerta de que sucederá algo terrible.

El relato del acusado que es el corazón de la novela, la que explica la historia con todo tipo de detalles y en la que no esperéis tener muchos sobresaltos, pues el autor se toma su tiempo para ir desgranando todo aquello relevante para que se llegue al final esperado. Y es que vas leyendo y vas pensando: ¿cuándo? ¿Cuándo pasará? Pero el autor hace un buen trabajo de gancho para que no dejes de leer y tengas ganas de saber aquello que te habían anunciado que pasaría y aún no ha pasado.
Y llega el momento, el momento sangriento y algo se rompe dentro de ti llevado por la sorpresa de lo que tus ojos leen. Diría que en este punto mi empatía por Roderick Macrae, el autor de los crímenes, comienza a flaquear. Hasta ese momento le apoyaba al máximo, pero la sin razón se apodera de él y rompe con todo.

La siguiente parte me ha resultado muy interesante y más sabiendo que, esta sí, está basado en datos reales. Es la parte forense del caso y en la que se intenta dilucida la enajenación o no del acusado.

Llegamos a la parte del juicio, que es la segunda más larga de la novela y que a mi entender flojea en la parte de repetición de aquello que ya sabíamos. Los interrogatorios están muy bien construidos, pero no ahondan en nada nuevo. Todo lo que se dice es sabido, menos una cosa, el informe final del forense.

Después de esto tenemos el epílogo en la que entra en juego la metaliteratura y las anotaciones históricas que me han parecido de sumo interés y que dejan bien a las claras que estamos ante un falso true crime, aunque la frase final podría dejar la puerta abierta a otras interpretaciones.

En definitiva, interesante y diferente lectura que nos llega de la mano de la editorial Impedimenta y la traducción de Alicia Frieyro.
Fue publicada en 2015 en Reino Unido por una pequeña editorial, Saraband, y dio la sorpresa al colarse entre las finalistas del premio Man Booker Prize, uno de los premios en habla inglesa más prestigiosos (os dejo enlace para que veáis la lista de ganadores del premio).

RESEÑA PUBLICADA EN CRUCE DE CAMINOS
Enlace: http://crucesdecaminos.blogs..

Quiero dar las gracias a la editorial Impedimenta y a Babelio España por la oportunidad de leer el libro que pedí a traves de Masa Crítica: Un plan Sangriento. El caso de Roderick Macrae de Graeme Macrae Burne. Me suele gustar mucho el catálogo de la editorial y me llamó mucho la atención la sinopsis de este libro, así que me decidí a pedirlo. Lo terminé hace unos días y hasta hoy no sabía exactamente qué nota darle ya que me ha dejado sensaciones contradictorias. Aquí os dejo mis conclusiones.

Lo primero que quiero recalcar es que esta novela se basa en un falso true crime. ¿Y eso que es? Pues os cuento: El ‘true crime' literario es, según afirman los expertos, el género que está creciendo más rápidamente desde el inicio del nuevo siglo. El true crime (o crónica negra) es un género de no ficción que examina un crimen real y detalla acciones de gente real. de origen anglosajón, en la primera mitad del siglo XX supuso el salto natural de la crónica de sucesos de los periódicos al formato libro. Son libros de no ficción centrados en algún delito o crimen lo suficientemente notorio y/o complejo como para despertar un gran interés. Por tradición, los asesinatos truculentos y enigmáticos, y en especial los asesinos en serie, han sido el tema más analizado desde finales del siglo pasado. El género implica una rigurosa reconstrucción de los hechos y una generosa ración de entrevistas a implicados y expertos, todo ello a partir de una concienzuda investigación periodística. A ello hay que añadir el veto a la invención y a “la especulación y el amarillismo” y que el ritmo narrativo es cercano al de la novela negra. Mas información AQUÍ.

Lo curioso de todo, es que esta historia no está del todo basada en hechos reales, por ello estamos ante un FALSO True Crime. El autor se basó en un asesinato en un poblado en el año 1835. Por lo demás, todo corre a cuenta de él mismo. La historia nos presenta a Roderick Macrae, un joven escocés de diecisiete años, quien está esperando en su celda a que se celebre el juicio que lo puede condenar, o no, por el asesinato de tres personas en una aldea aislada en las Highlands Escocesas. Mientras espera la celebración del juicio y como recomendación de su abogado, Roddy comienza a escribir un relato de todo lo sucedido a través de su punto de vista. Pero el lector no solo tiene la visión de Roddy, ya que el libro en sí es una investigación en toda regla ya que contaremos con varios testimonios de los vecinos del poblado, con los informes de las autopsias y con todo el juicio, con sus revelaciones finales, las cuales, son bastante sorprendentes.

Como True Crime, esta novela es practicamente perfecta. Lo tiene todo. Pero, por desgracia, a mi se me ha hecho un poco pesada, sobre todo la parte de la historia que nos cuenta el relato de Roddy. Llega un momento en el que ese relato se convierte en tedioso y me he llegado a aburrir mucho. Cuando el relato acaba y se da lugar el juicio, el ritmo de la novela vuelve a coger fuerza y te vuelve a enganchar, sobre todo por las revelaciones y lo que implica ver el caso desde otros puntos de vista. Tenemos tambien una ambientación histórica magnífica, en una Escocia rural y aislada en el año 1869 y este es otro de los grandes puntos fuertes del libro, además de la estructura de la investigación y de cómo está contada la historia. Hay escenas bastante fuertes y gráficas ya que se describen en su totalidad los asesinatos y como quedan los cuerpos después de la masacre. Esto me ha encantado, por supuesto.

Antes he comentado que la novela me ha dejado con sensaciones contradictorias, eso es así ya que por un lado, me ha fascinado, pero por otro, se me ha hecho un poco cuesta arriba. ¿Te puede encantar un libro y aburrir al mismo tiempo? A mi me ha pasado con Un plan sangriento. Aun así, es un libro que recomiendo muchísimo a todos los fans del género ya que no les decepcionará ni dejará indiferentes.

En definitiva , y tras pensarlo mucho, Un plan sangriento es un True Crime muy bueno y una novela de misterio muy entretenida, en general. Lo malo es que a mi se me ha hecho aburrida en según que partes y me ha costado un poco avanzar. Tiene un final muy bueno, sorprendente y la narrativa es brillante. Muy recomendado.
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En 1869, en una pequeña aldea de Escocia, la policía arresta a Roderick Macrae de diecisiete años por el asesinato de tres personas tras aparecer ensangrentado confesando el crimen.

Ya en prisión escribe sus memorias, donde cuenta no solo cómo cometió los asesinatos sino que se remonta mucho más atrás en el tiempo y explica las motivaciones que tuvo. Durante el juicio, abogados, psicólogos y testigos intenta averiguar si la motivación de Roderick Macrae fue la locura o una maldad extrema.

En la actualidad, un descendiente de Roderick Macrae recopila todos los datos y documentos de su antepasado para escribir esta novela.

"Un plan sangriento" fue finalista en el año 2015 del premio Man Booker Price.

Últimamente están muy de moda hablar de asesinatos reales, sobre todo en series de televisión, los "true crime". Pues "Un plan sangriento" bien podría ser un "true crime" de no ser porque en la contraportada aclara que es un "falso true crime". El autor, Graeme Macrae Burnet ha jugado perfectamente el rol de cronista dando su apellido al protagonista y asesino y hablando en primera persona dando así más credibilidad al falso "true crime".

Graeme Macrae Burnet nos coloca con precisión en las Tierras Altas escocesas del siglo XIX. Recrea muy bien tanto el entorno geográfico de una aldea pobre de la época como las costumbres de las gentes, casi todas de origen humilde dedicadas al campo.

"Un plan sangriento" no es un thriller al uso, el lector no tiene que jugar a investigar, ya que desde el primer momento sabemos quién es el asesino. Roderick Macrae, un joven de diecisiete años, hijo de un aparcero ha confesado el crimen, se muestra frio y sin remordimientos. Cuando lo someten a juicio, lo único que puede salvarlo de la horca es que lo declaren demente.

No hay acción vertiginosa, pero no por ello te vas a aburrir, ya que lo que relata con una excelente prosa adecuada a la época, es la crónica de una sociedad en la que las leyes distaban aún mucho de las actuales.

Hay que ponernos en situación con la época. Las leyes eran distintas y la psicología estaba en pañales. En el siglo XIX pensaban que la locura era solamente hereditaria y por lo tanto, el loco solía tener unos rasgos físicos característicos (frente estrecha, ojos pequeños, torpe de habla etc). Lo que no contemplaban era que la locura pudiera darse en individuos "sanos" y los actos que cometiera fueran por pura maldad.

Como buen "true crime", en la novela recogen declaraciones de testigos y vecinos, el juicio completo contra Roderick Macrae, que no tiene desperdicio, informes médicos realizados al acusado etc, pero el plato fuerte de la novela a mi gusto es la parte donde Roderick, a petición de su abogado escribe un relato sobre los crímenes, pero no solo relata cómo comete los asesinatos, sino que se remonta años atrás, a su infancia y ahí nos damos cuenta, leyendo en primera persona en voz del asesino de cómo funciona una mente perturbada.

He de decir que me ha encantado la edición, es preciosa, de tapa blanda, pero con una sobrecubierta que recuerda al cartón antiguo con un tacto muy agradable.

En resumen, si te gustan las historias reposadas, bien escritas y ambientadas, donde puedes entrar de lleno en la mente de un asesino, "Un plan sangriento" te va a encantar.

María Criado
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Ubicado en un pueblo de las tierras altas de Escocia en 1869, donde ocurre un brutal triple asesinato, el autor hace una novela de un “fake true crime”.

El libro está dividido en varias partes, inicia con un escrito hecho por el autor de los asesinatos donde de propia mano describe su vida, su entorno y lo que lo lleva a cometer los asesinatos, incluyendo escenas realmente muy crudas, no se corta un pelo en decir exactamente lo que pasó y como pasó, al principio de esta larga carta, uno puede hacerse una imagen muy precisa de la personalidad de Roderick Macrae, curiosamente en un principio uno no puede más que sentir empatía por este chico excepcionalmente inteligente en cuanto a capacidad pero de una enorme ignorancia debido a su educación y a su entorno.

Esta es la parte más larga del libro, de ahí viene el trabajo de investigación de un médico psiquiátrico que le hace un reconocimiento y en esta parte realmente me ha indignado la manera en que este doctor se refiere no solo al Roderick si no a toda la gente de su clase social, habla de ellos como si fueran todos poco más que animales, solo por el hecho de ser campesinos o de bajo estrato social.

La siguiente parte del libro es el juicio, el cual resulta bastante interesante y personalmente me ha parecido la mejor parte del libro.

Me ha gustado mucho la forma en que este autor ha escrito una thriller como si se tratase de un caso que realmente hubiera sucedido, creo que ha sido algo diferente a lo que estamos acostumbrados en el género, sin embargo ha logrado engancharme, y me ha parecido una manera muy peculiar de presentarnos tanto la historia como a los personajes de tal manera en que uno pueda ver su naturaleza e incluso tener una opinión propia con respecto al juicio, al veredicto al que se debería de llegar.

Me ha gustado mucho, sin embargo, hubo un momento en que se me hizo muy pesado de leer, toda la primera parte me ha costado trabajo, se me ha hecho lento e innecesariamente largo, además por muy inteligente que pudiera ser este niño, me parece poco creíble que alguien de su entorno y educación pudiera ser capaz de redactar y escribir como él supuestamente lo ha hecho, pero una vez pasando este relato y llegando a los informes médicos y el juicio el libro toma un nuevo aire, se hace mucho más ágil y entretenido.