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Recordando siempre el prólogo de Ignacio Echeverría, se tiene en cuenta que los relatos que conforman este libro son de carácter crítico y satírico, pero aún así cuesta tragarlos. La misoginia tiene el papel central, la cual es aplaudida por los personajes masculinos, dejando a la mujer en el sempiterno papel de mala y facilona. Aún llamándolas fábulas por la editorial para lanzar este libro al mercado, y sabiendo que aunque no son animales sus protagonistas, éstos están deshumanizados, se echa de menos un final ejemplificante y una buena moraleja. Cada relato es finalizado sin que estos hombres violentos y machistas, ya no solo sean castigados, sino por lo menos criticados. Se ve a la mujer como una carga que hay que aguantar por parte del hombre, pero no se ve la perspectiva de ella, lo que piensa o siente. Sin ese lado, sin ese punto de vista, no entiendo la crítica por parte del autor, por mucho que en el prólogo nos lo digan hasta la saciedad. Da la impresión de que ese prólogo ha sido escrito como para disculpar el libro en sí, pero yo me pregunto, ¿por qué han editado un conjunto de relatos que hay que disculpar de esa manera? Se mire por donde se mire, a mí todo esto no me ha gustado demasiado, y quizá soy una ignorante por no ver la crítica y necesito algo más (ya sea una moraleja, un castigo al villano, etc.) para poder quedarme tranquila, pero en mi opinión este libro de relatos no es recomendable. |
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