Guardianes De La Noche 7

¡Ea, esto es lo que llevaba esperando desde hace varios tomos! Ha tardado pero ¡Por fin! No importa que esté tomo haya sido el que marque el final de un arco, y que sirva, a grandes rasgos, como bisagra entre una saga y otra. Lo que importa es que por fin, por fin, siento que todos los engranajes empiezan a ponerse en marcha y la historia empieza a encaminarse hacia donde yo espera desde el principio que fuera.

Me lo he pasado muy bien leyendo este tomo. El final del arco de las arañas quizás un poco puff, para que mentir. Una pena teniendo en cuenta lo que me está gustando esta parte de la historia y que hasta ahora creo que ha sido lo mejor que ha habido en la historia.

Pero lo que viene después… Lo que ha venido después ha sido una auténtica gozada leerlo. Conocemos a los Pilares, la élite de los cazadores de demonios. Por supuesto, cada uno es hijo de su padre y su madre, pero esperemos que se profundice en ellos en lo que queda de manga y así se justifique que hayan aparecido tantos nuevos personajes de sopetón . Me ha gustado Shinobu, espero que la historia no deje de enfocarse en ella, parece un personaje que promete, con una forma de ser bastante interesante (Ya era una hora que una chica de este manga fuera mínimamente interesante)

Luego ha venido un pequeño arco en el que Tanjiro y sus amigos empiezan a recuperarse de las heridas de las peleas anteriores (me gusta que en este manga se incida en esta cuestión, en que sus personajes son humanos. le da mucho realismo y cercanía) y de entrenamiento para potenciar sus habilidades. Muy shonen todo, vaya. Lo mejor que ha tenido ha sido la interacción Tanjiro-Inosuke-Zenitsu, que ha regalado los momentos más divertidos del volumen.

Y para terminar, un vistazo a algunos miembros de las Doce Lunas y al organigrama de la banda. Ya era hora de enfocarse un poco en ellos. Y más Mugan, dejando claro porque es el malo malísimo (o mala malísima) de la historia, lo fuerte que es, y metiendo el miedo en el cuerpo entre lectores y aliados.

El siguiente tomo promete curvas. O al menos eso espero, vaya