El diamante de Jerusalén

Harry Hopeman ( antes Haupptman ) ; un diamante, o muchos, una historia ancestral, los tesoros judios rescatados, escondidos, y uno solo que importa más que los otros, por su valor, no por su trascendencia .
Acepta la misión de rescatar algo que no requiere rescate, y que si no es cuidadoso, la situación se tornara resbaladiza como el aceite ( o la vaselina )
Como un Diamante, se relatan las facetas que existen entre la relación de las tres grandes religiones monoteístas; judios, cristianos y musulmanes, los engaños de los que se han servido, para hacerse de esta joya de inconmensurable valor. El reflejo dorado de su atracción hacia las traiciones y su capacidad de cortar cualquier cosa y de por su dureza, mantener cierta unión, aunque parezca frágil.
Misma situación que enseña el cobre... donde Baruc, ha escrito las instrucciones para recuperar los 14 tesoros, ocultos por los catorce, que serán recuperados por los catorce ( Pesaj ) número tan importante en la tradición judía, en relación con la esclavitud bajo la férula egipcia.
Como un diamante que con el tiempo reacomoda sus átomos de carbono, para darle brillo y lucidez a esta deslumbrante joya, así lleva de la mano Noah Gordon esta novela, y como el original, joya judía, diamante de la inquisicion u ojo de Alejandro, tiene un defecto.
No es la historia de mayor Kilataje de Gordon .

Y ahí está lo realmente extraño. En contar una historia que ocurrió hace tanto tiempo... y hacerlo de manera tan sutil e interesante